La loba solo se la quedó mirando sin contestar a su pregunta, mientras Aitana se llenaba de miedo, nadie de la manada transformado se veía como está loba, así que sentía que podía estar en peligro ahora.

Lo peor es que no tenía manera de defenderse, nunca podría ganarle cuando ella no tenía a su loba.

— ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? — Inquirió Aitana nerviosa, pegando su espalda más al árbol detrás de ella como si esto pudiera protegerla.

— Muy pronto lo sabrás y en ese momento muchas cosas cambiarán. — Respondió la loba, antes de empezar a retroceder, desconcertando a Aitana, pero al ver que se comenzaba a alejar sin atacarla, se llenó de dudas y curiosidad, entonces su miedo pasó a un segundo plano, ahora solo quería saber que era lo que ella quería decir con esto.

— Espera. — Pidió Aitana, pero la loba blanca siguió alejándose, ignorándola y Aitana empezó a correr detrás de ella queriendo alcanzarla, pero entonces despertó sudando y sintiéndose aturdida al darse cuenta q