Espero te guste el capítulo.
“Estás enamorado de una mujer que puede matar a nuestra familia. —Le daré mi fe a su amor” Fueron llevadas inmediatamente ante el rey Leolas que recibía los movimientos de Abner en esos momentos y uno de sus soldados la anunció: —Señor, la reina de Vlaeron está con nosotros. Eso llamó la atención de Giselle y del rey que la recibieron, esperaba verla con escolta y no solo con una doncella. Cuando Giselle la vio se quedó impresionada de ver a la bella joven con porte de reina y con una serenidad muy grande. —La encontramos intentando vender esto—mostró las joyas. Giselle se acercó a ver las joyas, inmediatamente las reconoció, eran joyas que su exesposo le había dado tiempo atrás. Leolas preguntó: —¿Eres la reina de Vlaeron? —Sí, señor. Leolas miró en derredor y preguntó: —¿Y tu escolta? —Todos murieron, señor, solo mi doncella y yo escapamos. Eso era inaudito, poco común y Leolas le dijo: —¿Tu esposo te envió con pocos soldados? —Me envió con 20 guardias… Giselle entonce
“Vi algo terrible que iba en dirección a Vlaeron” Aistari llegó al reino de Abner y vio a su hermana con la corona de reina: —Tú no pierdes el tiempo. —Abner es un hombre poderoso, podrá vencer a Edward y a su ejército—dijo ella. —Escucha bien, Edward tiene el apoyo de cientos de reinos y de miles de ejércitos y crees que ganarán. Astrid entonces le dijo a su hermana: —Tengo fe… El lado oscuro está de mi lado. —El lado oscuro es traicionero, no te fíes de él, además qué paso con lo del hijo. Ella señaló su vientre: —Puede que tenga en mi vientre la semilla de Abner y la ofrenda para el señor oscuro. Aistari le dijo entonces: —Ten cuidado, me dices que Abner es poderoso y espero que sea así, pues no quiero perder… No nos conviene perder. En los planes de Astrid no estaba perder solo la venganza y no descansaría hasta conseguirla. Traición Abner había enviado cartas a otros reyes que tenían descontento con la autoridad de Edward y esos reyes decidieron reunirse con Abner
“Batallaremos contra poderes que nos sobrepasaran y necesito gente enfocada en la victoria y no en malas tretas” Todavía no podía creer que Acsa estuviera a su lado, la veía dormir plácidamente mientras curaban su herida, cuando todos salieron se acercó a ella y le dijo: —Volviste a mí… Los dioses te trajeron de vuelta—acarició su cabello y la vio despertar—Acsa, ¿estás bien? Al ver sus ojos azules plomizos Acsa pensó que soñaba, volvió a cerrar los ojos y luego los abrió y él seguí allí, se incorporó con dificultad y se vio en Vlaeron y ella mirando todo con sorpresa. —Estuve preocupado por ti, ¿dime Acsa dónde has estado? Ella se dio cuenta de que él era real y le dijo: —¿Edward? —Sí, amor soy yo…—sonrió. —Es que no entiendo, estaba… Yo estaba en Thamore y ahora. —Llegaste justo para salvarme. Ella pensó que había soñado todo aquello y él le dijo: —Pero ya no es necesario, cuidaré de ti y del bebe. —¿Bebe?—lo miró con horror. —Estás embarazada. No entendió nada, entonce
“Quiero hacer lo correcto y lo correcto es la justicia, no sé si lo logre… Pero lo intentaré”. Después de la reunión, Acsa intentó comunicarse con su primo que practicaba arduamente: —Miren, ya lo domino…—decía mientras hacía que el río lo llevase a la otra orilla sin mojarlo—a este paso lograré muchas cosas… Amber comentó: —¡Tonto! Fue en ese momento que escuchó: “Gerald” “Acsa…”. Se cayó al agua. Amber le gritó burlonamente: —¡Bravo chico! ¡Eres el mejor! Gerald salió del agua todo mojado y se sentó: —¿Acsa? “Gerald… Primo… Estoy con Edward, indirectamente cuando esas criaturas atacaron una parte de mí, quiso estar a su lado y abrí un portal hacia él”. —Entiendo… “Gerald… Abner tiene las tablas y las usa con maldad, necesitamos ayuda para equiparar las fuerzas…” —Acsa, es que no entiendo… “Necesitamos a los demás para poder proteger los reinos de Abner” Gerald se vio en un predicamento y solo le dijo: —No te prometo nada, aquí hay mucho… dolor en medio de todo. Cua
“Edward Vlaeron, acabas de ser derrotado por tu propia abuela” Abner tomó las tablas y pasó su mano por ellas, su cabello plateado se alzó debido a la energía que emitió y trazó una señal y de repente las nubes bajaron como torbellinos y cuando se retiraron quedaron cuatro horrorosas criaturas que simbolizaban los 4 elementos. Abner les gritó: —Aquí les presento a los Eliment, veamos que hacen contra ellos. Las 4 imponentes criaturas delante de ellos, daban miedo, tenían la altura de un árbol y grandes cabezas con ojos saltones de mirar imponente. Edward no se iba a amilanar. Una de ellas gritó con fuerza y de su aliento salieron vientos huracanados que hicieron retroceder a todos. La otra criatura hundió su mano en la tierra y parte del ejército de Edward fue enviado metros atrás elevado por la tierra. —¡Maldito!—espetó Edward—¡no, nos van a amedrentar! Se fueron contra ellos y a la tercera criatura su vientre se le iluminó y lanzó fuego por la boca, ellos se cubrieron con sus
“¡Por el nuevo rey del mundo!” Era terrible el dolor que experimentaba con cada golpe que los soldados le daban, todos deseaban hacer leña del árbol caído y todavía no sabía nada de Acsa y su bebe. Fue llevado a rastras a un cepo en donde todos lo veían derrotado, era todo un lujo para ellos observar como el poderoso rey de Vlaeron que aterrorizó a todos, ahora era un guiñapo ante sus ojos. Sentía varios huesos rotos y uno soldado lo presentó: —¡Aquí tienen al poderoso rey de Vlaeron! La gente se reía y burlaba de él y el dolor se extendía más y más. Dentro del palacio de Uchaelum, en cambio, celebraban rotundamente con vino a raudales. —Este es el principio de la expansión de Uchaelum en el mundo, Edward Vraelon ahora es historia. —¿Qué harás con él? Abner entonces le explicó: —Voy a darle un castigo digno a su cargo. Aistari alzó su copa y dijo: —¡Por el nuevo rey del mundo! Todos celebraron. —Solo espero que cumplas con mantener la paz con Aistariteron y que ambos seamo
“Ya no puedo más, Ya me es imposible soportar Otro día más sin verte” Canción de Jon Secada Giselle lloraba desconsoladamente la suerte de su hijo y de Acsa, no podía hacer nada y las noticias de Vlaeron no eran nada alentadoras. Leolas lo había visto en su copa de adivinación: Las calles de Vlaeron estaban llenas de sangre por el sacrificio de las doncellas en sus calles, cientos de familias lloraban su pérdida. Gretel había perdido el juicio y tenía las horas contadas sin darse cuenta. Con todo ese panorama no podía darse por vencida e ideó hacer algo: Una forma de tener noticias de Acsa y de su nieto. Ilena se le acercó preocupada. —Señora, dicen que en Vlaeron hubo muertes de las doncellas, ¿es eso cierto? —Fue la forma en que creyó Gretel obtener misericordia de los dioses. Pensó en todas sus amigas y le dio pesar, entonces la miró detenidamente: —¿Quieres ser de ayuda? —¿De qué forma? —Acsa está retenida en Uchaelum y necesito que alguien esté cerca de ella, alguien
“Acsa… ¿eres tú o los dioses juegan con mi juicio?” Gerald practicaba más que todo para sostener su fuerza y siempre terminaba al límite, ese día después de mucha práctica cayó de rodillas en el piso y respiraba agitado. —¿Debes tomarlo con calma?—le dio un té Amber—si te extralimitas puedes morir. —Es complicado para mí… Mi prima en manos de ese loco, Edward muerto… Es complicado. Amber le confesó entonces: —Odié a Edward Vlaeron por mucho tiempo, sin darme cuenta de que fue otro títere usado por Abner… Sé que no mengua su culpa, pero… Todos perdimos por igual. Gerald asintió y bebió sé su té y le dijo: —Deseo hacer una conexión con mi prima, debe estar llegando al sexto mes y quiero sacarla antes de que dé a luz. —Todavía te falta, eres muy menso—dijo ella. Había aprendido que Amber tenía con él un punto tocado, aunque no sabía bien cuál era y entonces le preguntó: —¿Tan mal te caigo? Ella le dijo entonces: —No me caes mal, solo quiero fastidiarte un poco. —¿Por qué? —N