Con un sentimiento de nostalgia, bajaban del avión, Leonel no soltaba su mano en ningún momento, siendo vistos por todos con sorpresa, amor y envidia. Al estar tan desaparecido se rumoreaba que ya la pareja había terminado y que ambos habían tomado caminos distintos. Pero todo estaba lejos de la realidad Leonel y Noelia seguían en una fuerte pasión que lentamente los llevaba a Un amor profundo. Tomaron la maleta y ya en la entrada los esperaba una camioneta, Leonel le ayudó a subir y luego entró el, el celular de trabajo de Leonel sonaba sin parar, mensajes de Ramón y sus administradores de los hoteles. Noelia no dejaba de verla y preguntarse si hizo mal en quedarse con ella, descuidando su trabajo. Pero sentir el calor de la mano de Leonel en su pierna, le daba esa seguridad de que él lo hizo con todo su amor. —Algún día conoceré a ese Ramón y lo voy a amenazar si te obliga hacer anuncios con modelos que solo quieren tocarte —Declaró Noelia muy seria. Eso sin duda llamó
Dos años después—¡Cielo! —Gruñía Leonel, al sentir la mano fría de su novia en su parte baja, sus niveles subían y cada movimiento lo excitaba más, llevándolo a ya querer estar dentro de ella o tal vez recibiendo placer.Noelia no estaba satisfecha con que solo su mano disfrutará. Lentamente, fue adentrándose por debajo de las sábanas hasta quedar arriba de él.Su abdomen sentía lo duro de la erección de Leonel, una sonrisa traviesa le dio ella antes de sentarse y liberar sus dos melones que Leonel tomó entre sus manos, acariciando suavemente mientras su mirada se llenaba de deseo.Masajeaba y tocando sus botones, eso provocaba que Noelia mordiera su labio inferior por la sensación que emanaba a su cuerpo, llenándola de deseo y ganas de mover sus caderas, Leonel trabajaba en sus senos viendo moverse desesperada. El momento se volvió mágico, lujurioso, con besos y caricias delicadas y fuertes al mismo tiempo, ambos se entendían perfectamente.Completamente desnudos y unidos en un sol
Con una sonrisa que solo un hombre enamorado tenía, salía de la prestigiosa joyería, guardando muy bien la bajita donde estaba el precioso anillo.Sabía que había escogido muy bien, no sé cansaba de sonreír, Subió a la camioneta y conducía con una sonrisa que no dejaba de reflejar lo feliz y emocionado que estaba de solo pensar en la cara de sorpresa de su Cielo.Porque así era Noelia, cada regalo que le daba Leonel, para ella era maravilloso, no importaba si era caro o no, la hacía sonreír y gritar de emoción y a él, le llenaba el corazón de amor.Carlota aprovechó el momento en donde ambos tenían algo importante que decir, organizando una cena especial, nadie sospechaba de su repentina idea ya que a ella le encantaba preparar esa cena para tener a su familia reunida.La mansión irradiaba alegría y nervios, Noelia no dejaba de teclear en su teléfono, obviamente le escribía a sus amigos, quienes saltaban de alegría. Uno más que el otro burlándose de que por fin Leonel sería padre a s
Tres meses despuésAcostados en la inmensa cama de la habitación que tanto disfrutaban. Leonel con su cabeza en el vientre de Noelia. Deseoso de poder escuchar o sentir un movimiento de su hermoso tesoro, sólo había alcanzado a sentir dos y ahora su caza era constante.Noelia disfrutaba de cada caricia que le daba a su barriga, en ocasiones quedándose totalmente dormida.En esos tres meses, Noelia era tratada como la reina que era. Cada antojo y cada cambio de humor lo soportaban como si nada.Si antes dormía como bebé, en esa nueva etapa, era aún peor. Siendo consentida por su prometido.A todo eso, su boda estaba en manos de su querida suegra. Quién, después de años, lograba estar muy ocupada y feliz porque su hermosa nuera no puso caras sobre una boda lujosa.Porque para Noelia el dinero iba y venía y las personas importantes no duraban para siempre. No le quitaría la emoción de su suegra quien solo se dedicó a todos ellos.Para ella, la felicidad de todos, también era la de ella
Una semana después, la gran boda.La marcha nupcial resonaba en la hermosa iglesia, los presentes se ponían de pie para ver entrar la preciosa novia, vestida con un hermoso vestido, corte princesa, con encaje y pedrería en su pecho y mangas. Una larga cola que adornaba el pasillo, sin duda el centro de atención en ese momento.En el altar la esperaba un hombre que sin duda era el hombre más feliz en ese momento. Su sonrisa junto a unas lágrimas que bajaban por sus mejillas, le daban un bonito recuerdo al fotógrafo y un poco de envidia de la buena a todos los presentes.La emoción entró en el corazón de los invitados, que junto a Leonel y Noelia, lloraban de felicidad y alegría.Carlota era quien llevaba de la mano a Noelia, para entregarla a su hijo, era un honor para ella estar haciendo el papel de padre y madre, de una joven que le había enseñado mucho.—Hijo, te entrego a mi nuera, Noelia, otra hija para mí, cuídala y ámala mucho —Hablo Carlota con dificultad por el nudo en la garg
Cinco meses despuésEl tiempo pasó rápido, Noelia tenía su vientre muy grande, apetecible para que todos la tocarán e hicieran que el bebé dentro saltará de alegría.Sus amigos se habían casado un par de meses atrás y todos ellos habían asistido como la familia Kingman.Ámbar estaba por cumplir sus 18 años y por supuesto que su abuela no se quedaría con las ganas de preparar un gran evento y conocer a sus amigos.Pero ella solo deseaba ver a alguien en especial, a quien no volvió a ver después de ese arrebatado beso que sacó su primer orgasmo.Su madre aprovechó el día en casa y decidió hablar con su hija, no solo de sus planes para estudiar, también del amor, deseaba tener una relación abierta con ella, conocer sus pasos a la adultes.—¿No has decidido a donde vas a estudiar? —la pregunta de su madre la dejó pensando.Ella deseaba estudiar sistemas de juego o administración de empresas, ya tenía su cupo en Italia o Estados Unidos. Eso le recordaba que si se iba, no vería mucho a Juli
Una semana después —Eres tan pequeño y hermoso —susurró Leonel estando acostado junto a su hijo.Observando cada gesto que hacía su pequeño, el movimiento de sus labios de sus ojos, manos pies y esos pucheros que llegaban a su corazón.En ese momento se sentía como si estuviese en una montaña rusa, llena de placeres, giros y tantas cosas que lograba ese pequeño en él.Un sentimiento que jamás sintió cuando vio por primera vez a su amada sobrina.En tan solo una semana ese pequeño les había cambiado la vida por completo, noches de placeres se convirtieron en noches de velada cuidando cada respiro y llanto de él. No solo para Leonel estaba siendo una montaña rusa, también lo era para Noelia, quién estaba atravesando por una pequeña depresión posparto, viéndose al espejo y observando cómo su cuerpo había cambiado por completo. Su cuerpo había subido unos kilos que se notaban en el abultado vientre que aún no desaparecía con la faja que apretaba. Sumándole el sueño por las horas conti
En la mansión de la familia Kingman donde vivía la solitaria Carlota, llegaban sus dos únicos hijos acompañados de su familia. Cristina junto a su esposo e hija y más atrás Leonel cargando a su pequeño Leonardo y tomado de la mano con su amada esposa. Esperando llegar y ver que su familia adoraba a su hijo, ser padre le estaba regalando tantas cosas maravillosas que hacía que su amor por su esposa creciera mucho más. No solo le dio alegría, pasión, amor, también se convirtió en padre.Carlota los esperaba con una sonrisa radiante, ámbar y Cristina se peleaban por llegar a los brazos de la mujer que solo esperaba abrazar al pequeño que tenía su corazón completamente robado. Eso sinceramente hacía reír a Noelia y Leonel, verlos como niños peleando por un dulce. La mesa del comedor estaba lista para recibir a su familia, cierto no estar dentro el móvil de ella sin duda sería muy sensible puede buscar disgusto recordaba su madre y pequeñas oraciones de tu vida pasan por su cabeza com