*—Callen:

Había pasado más de dos semanas desde la última vez que se besaron.

Callen cerró los ojos y recordó aquella noche en la que estuvo entre sus brazos. Quería estar otra vez encerrada en estos y pronto lo estaría. Claro, si dejaba de ser una perra y abrazaba el momento.

Acercándose más a él y correspondiéndole el beso, Callen rodeó el cuello de Sebastián mientras empujaba sus labios contra los de él. Su boca sabía a limón, seguramente por el té frio de antes pero también podía sentir un sabor a menta, sabores que Callen disfrutó cuando empujó su lengua dentro de su boca, buscando la suya y comenzando a bailar con esta.

¿Por qué se reprimía tanto? Amaba a este hombre y quería estar con él. Si podía disfrutar de este mientras podía, de