*—Callen:
¿Por qué Sebastián estaba allí?
Callen observó como el hombre que había rondado en sus pensamientos se acercaba con otro, a quien reconoció como el amigo de este, caminando como si fueran dos modelos de pasarela, con las miradas de las mujeres que estaban a los alrededores, puestas en ellos. Vio cómo algunas se acercaban para cuchichear, seguramente para comentar lo guapo que estos eran y tenían el derecho de hacerlo. Sebastián y su amigo eran hombres muy atractivos y no todos los días se veían hombres como ellos.
Cuando estos se detuvieron al otro lado de las mesas, Callen trató de respirar y tragar. Había perdido el aire y se le había secado la boca. Sintió las manos húmedas y trató de mantener la compostura mientras miraba a Sebastián a la cara.
Chloe salió de atrás de la mes
*—Callen:Chloe seguía en silencio después que Callen le había preguntado con insistencia porque trataba de ayudarlos. Había personas que los habían ayudado desde la muerte de su madre, pero lo que hacía Chloe quizás era demasiado, incluso había traído a su padre y padrino para que ayudaran a vender como si fuera una obligación de estos. Ahora más que nunca quería tener esa respuesta, antes no le había importado, pero viendo todo lo que Chloe hacía por ellos, quería saber con más ahínco la razón de ello.—Me gusta ayudar —murmuró la chica para luego volverse hacia ella. Sonrió y se encogió de hombros, pero Callen no era estúpida. Sabía que algo había detrás. La gente nunca hacía nada gratis, siempre había una razón detrás de cada acci&
*—Callen:Había pasado tiempo desde la última vez que se sintió tan feliz.El día de hoy fue el más fructífero desde que tomó las riendas de la tienda. Participar en el bazar y ser recompensados por ello, la había llenado de regocijo. La mercancía que habían llevado para vender en el bazar se había terminado pronto y tuvieron que retirarse antes de la hora pautada del fin de la actividad.Luego de que recogieron las vacías cajas y bolsas de ropa, Callen había ido a la tienda para hacer a contabilidad y se llevó la sorpresa de que, no tan solo una deuda podía pagar con el dinero, sino que podía pagar otras por igual. Además de esto, los organizadores del evento los invitaron a un próximo bazar que sería celebrado el siguiente fin de semana.Estaba que explotaba de la alegría y todo se debí
*—Callen:Estaba en una situación vergonzosa y no sabía dónde poner la cara. Quería ocultar su vergüenza de aquel guapo hombre frente a ella, pero Dante la tenía clavada allí con su presencia. Además, ¿hacia dónde podría escapar? También, seria de muy mal gusto dejarlo allí solo. Tenía que aguantarse su vergüenza.—A Sebastián le interesas más de lo que crees, Callen.Callen arrugó los labios. Sabía que le interesaba, a ella también Sebastián le gustaba, pero…—Pero no puede suceder —susurró Callen en voz alta—. Por más que nos gustemos, es imposible.—¿Qué te detiene? —preguntó Dante mirándola fijamente.Muchas cosas la detenían, pero la principal era la promesa que le había hecho
*—Callen:Besar a Sebastián era como estar en el cielo y a diferencia de la primera vez, su beso fue suave.Sus labios tentaron los suyos con suaves toques y cuando un gemido salió de lo más profundo de Callen, esta sintió como Sebastián apretaba la mano en su nuca y profundizaba el beso, presionando su lengua con la suya e iniciando un baile con esta.Callen alzó su mano libre y la apretó contra el jersey de Sebastián, tirando hacia ella mientras le correspondía el beso con el mismo ardor con el que la besaba. Sebastián dejó ir su otra mano y Callen aprovechó para cruzar los brazos por el cuello del hombre, inclinándolo hacia ella que era más bajita para besarlo mejor.Sintió las manos de Sebastián rodear sus caderas y luego deslizándose hacia tras. Otro gemido salió de su ser al sentir como este abarcaba su
*—Callen:Estaba sintiendo como una oleada de ira le recorría al cuerpo al notar los indicios de amenazas que Sebastián estaba tocando con sus palabras.Al darse cuenta de cómo Callen había reaccionado, la expresión de Sebastián se suavizó y el hombre frio que había mostrado antes, desapareció.—Solo deseo ayudarte —balbuceó, pero la amenaza de antes seguía allí. Sebastián podía hacer lo que quiera con tal de tenerla, incluso llegar hacia los límites y eso sí que era un límite. No podía permitirlo.—No quiero tu ayuda —le dijo Callen deseando que esto terminara ya—. Quiero que me sueltes —pidió con calma.—Callen…—¡Suéltame! —volvió a gritar.Callen forcejeó por librarse de su agarre, pero las
*—Sebastián: Estaba cansado. Era una de esas personas que iban con todo cuando tenían algo en la mente, cuando tenían un propósito que cumplir. Esta perseverancia suya era quien lo había llevado a tener un nombre reconocido y tener el éxito con el que gozaba al día de hoy, pero ya no estaba funcionando y ya no podía más. Callen lo había rechazado una vez más, pero era diferente a la vez anterior. Fue en serio. Después de dos rechazos, Sebastián dijo que no podía más, que debía tirar la toalla. Callen no podía ser suya, ni por más que se desearan y se gustaran. Simplemente lo de ellos no podía ser y debía de tatuárselo entre ceja y ceja. ¡Maldita sea! Su rechazo le dolía, más porque pensó que Callen sería la mujer indicada. Sebastián solo quería volver a tratar de ser feliz con alguien. Después del engaño de Orlidy no había pensado en tener una relación seria con nadie y cuando conoció a Callen, algo en él se movió, algo que ha
*—Chloe:Se inclinó preocupada hacia su padre, quien yacía en el suelo borracho. No lo había visto así desde que su madre los abandonó.—¿Qué haces ahí tirado? —le preguntó.Había visto a su padre beber antes, sí, pero después de los espectáculos que dio luego de que su madre se fue y ver las represalias de los mismos, su padre volvió en sí y prometió no tomar de esta manera, pero parece ser que olvidó su promesa, como siempre.—Yo... —su padre bajó la cabeza y soltó un pesado suspiro—. Lo siento —se disculpó el hombre que le dio en parte la vida y Chloe lo miró confundida.¿Por qué se disculpaba esta vez?Chloe suspiró. Tenía que llevar a su padre al primer piso. Debería llamar a Dante para que la ayudar
*—Sebastián:Al menos algo bueno había venido de su corazón roto.Sebastián alzó la vista y la posó en su hija del otro lado de la pequeña mesa que compartían en aquel acogedor restaurante donde iban a tomar la cena.Su pequeña Chloe le hacía su pedido al mesero, quizás siendo demasiado exigente con la comida, pero podía exigir y pedir todo lo que quisiera, él pagaría lo que sea para que su pequeña estuviera feliz.Sintiéndose a punto de explotar de la felicidad, apoyó la barbilla entre sus manos cruzadas mientras veía con una sonrisa a su pequeña.El domingo fue un día fatal para él. Luego de haber sido rechazado por Callen, había decidido ahogar sus penas en alcohol. Había tomado tanto que se había emborrachado, pero, aun así, no había perdido e