*—Callen:
Estaba en una situación vergonzosa y no sabía dónde poner la cara. Quería ocultar su vergüenza de aquel guapo hombre frente a ella, pero Dante la tenía clavada allí con su presencia. Además, ¿hacia dónde podría escapar? También, seria de muy mal gusto dejarlo allí solo. Tenía que aguantarse su vergüenza.
—A Sebastián le interesas más de lo que crees, Callen.
Callen arrugó los labios. Sabía que le interesaba, a ella también Sebastián le gustaba, pero…
—Pero no puede suceder —susurró Callen en voz alta—. Por más que nos gustemos, es imposible.
—¿Qué te detiene? —preguntó Dante mirándola fijamente.
Muchas cosas la detenían, pero la principal era la promesa que le había hecho
*—Callen:Besar a Sebastián era como estar en el cielo y a diferencia de la primera vez, su beso fue suave.Sus labios tentaron los suyos con suaves toques y cuando un gemido salió de lo más profundo de Callen, esta sintió como Sebastián apretaba la mano en su nuca y profundizaba el beso, presionando su lengua con la suya e iniciando un baile con esta.Callen alzó su mano libre y la apretó contra el jersey de Sebastián, tirando hacia ella mientras le correspondía el beso con el mismo ardor con el que la besaba. Sebastián dejó ir su otra mano y Callen aprovechó para cruzar los brazos por el cuello del hombre, inclinándolo hacia ella que era más bajita para besarlo mejor.Sintió las manos de Sebastián rodear sus caderas y luego deslizándose hacia tras. Otro gemido salió de su ser al sentir como este abarcaba su
*—Callen:Estaba sintiendo como una oleada de ira le recorría al cuerpo al notar los indicios de amenazas que Sebastián estaba tocando con sus palabras.Al darse cuenta de cómo Callen había reaccionado, la expresión de Sebastián se suavizó y el hombre frio que había mostrado antes, desapareció.—Solo deseo ayudarte —balbuceó, pero la amenaza de antes seguía allí. Sebastián podía hacer lo que quiera con tal de tenerla, incluso llegar hacia los límites y eso sí que era un límite. No podía permitirlo.—No quiero tu ayuda —le dijo Callen deseando que esto terminara ya—. Quiero que me sueltes —pidió con calma.—Callen…—¡Suéltame! —volvió a gritar.Callen forcejeó por librarse de su agarre, pero las
*—Sebastián: Estaba cansado. Era una de esas personas que iban con todo cuando tenían algo en la mente, cuando tenían un propósito que cumplir. Esta perseverancia suya era quien lo había llevado a tener un nombre reconocido y tener el éxito con el que gozaba al día de hoy, pero ya no estaba funcionando y ya no podía más. Callen lo había rechazado una vez más, pero era diferente a la vez anterior. Fue en serio. Después de dos rechazos, Sebastián dijo que no podía más, que debía tirar la toalla. Callen no podía ser suya, ni por más que se desearan y se gustaran. Simplemente lo de ellos no podía ser y debía de tatuárselo entre ceja y ceja. ¡Maldita sea! Su rechazo le dolía, más porque pensó que Callen sería la mujer indicada. Sebastián solo quería volver a tratar de ser feliz con alguien. Después del engaño de Orlidy no había pensado en tener una relación seria con nadie y cuando conoció a Callen, algo en él se movió, algo que ha
*—Chloe:Se inclinó preocupada hacia su padre, quien yacía en el suelo borracho. No lo había visto así desde que su madre los abandonó.—¿Qué haces ahí tirado? —le preguntó.Había visto a su padre beber antes, sí, pero después de los espectáculos que dio luego de que su madre se fue y ver las represalias de los mismos, su padre volvió en sí y prometió no tomar de esta manera, pero parece ser que olvidó su promesa, como siempre.—Yo... —su padre bajó la cabeza y soltó un pesado suspiro—. Lo siento —se disculpó el hombre que le dio en parte la vida y Chloe lo miró confundida.¿Por qué se disculpaba esta vez?Chloe suspiró. Tenía que llevar a su padre al primer piso. Debería llamar a Dante para que la ayudar
*—Sebastián:Al menos algo bueno había venido de su corazón roto.Sebastián alzó la vista y la posó en su hija del otro lado de la pequeña mesa que compartían en aquel acogedor restaurante donde iban a tomar la cena.Su pequeña Chloe le hacía su pedido al mesero, quizás siendo demasiado exigente con la comida, pero podía exigir y pedir todo lo que quisiera, él pagaría lo que sea para que su pequeña estuviera feliz.Sintiéndose a punto de explotar de la felicidad, apoyó la barbilla entre sus manos cruzadas mientras veía con una sonrisa a su pequeña.El domingo fue un día fatal para él. Luego de haber sido rechazado por Callen, había decidido ahogar sus penas en alcohol. Había tomado tanto que se había emborrachado, pero, aun así, no había perdido e
*—Sebastián:El silencio reinó en la estancia luego de que Sebastián hiciera tal pregunta. Nunca se la había hecho a su hija porque no había querido tocar el tema, pero ahora que estaban hablando de ello, sentía que era el momento ideal para saber su respuesta.Vio como su hija soltaba un suspiro y como movía su cabeza con lentitud, asintiendo.Sebastián sintió una opresión en el pecho. Así que la extrañaba…El silencio reinó entre ellos otra vez mientras Sebastián pensaba que era entendible que Chloe la extrañara, pues era su madre después de todo y la misma los había abandonado cuando Chloe tenía casi cinco años.Sebastián comenzó a recordar tal fatídico día.Había sido un día que pensaba que sería especial para todos, pero este te
*—Sebastián: El día estaba para sacar algunas preguntas de su ser y tener las respuestas de estas. Al hacerle la pregunta a su hija sobre que pensaba esta sobre Sebastián contrayendo nupcias con otra mujer, había creído que la misma se sorprendería y haría un berrinche, pero su hija no lo miró como si hubiera dicho algún gran secreto, solo la confusión cubrió el rostro de esta y luego lo señaló, como si estuviese preguntando si hablaba de él. Sebastián asintió. —Sé qué hace unos días estaba sufriendo por el rechazó de Callen y pensé que no era tan bueno en este juego, pero… —comenzó diciendo y sonrió—. La verdad es que quiero intentarlo con otra persona. Quiero ser feliz, quiero que tengamos una familia y que esta sea numerosa, quiero sentirme bien y plenamente feliz con alguien —terminó diciendo y su hija lo miró con felicidad. —Después de mamá y de todo lo que has sufrido, creo que te mereces a una mujer que te ame por lo qu
*—Sebastián:Unos intensos toques en la puerta hicieron que Sebastián saltara en la cama, completamente asustado.Con una mano se quitó el antifaz con el que dormía y luego pasó la mirada de una esquina a otra por la habitación mientras trataba de pensar qué diablos era lo que pasaba.Los toques volvieron y la vista de Sebastián fue hacia las ventanas de su habitación cubiertas por gruesas cortinas de color azul marino. Se veía claro, por lo cual deducía que ya había amanecido. Aun así, era temprano. Era domingo por la mañana y la única que podía estar en su casa era Chloe, pero se supone que esta debía de estar en casa de Callen.Se bajó de la cama cuando volvieron a tocar con más intensidad. Debía de ser Chloe, era la única que tocaba de esa forma. Si fuera Dante, entraría como p