[MATÍAS]
La observo dormir plácidamente a mi lado en este nuevo amanecer juntos y no puedo dejar de pensar en me hará padre. Es una sensación tan extraña, con Daniel me ha tocado asumir que ya soy padre de un niño de seis años, me ha tocado describir como es, que le gusta, que cosas compartir con él, pero no pude formar parte de sus primeros años. Si bien Aitana me ha mostrado fotos de él de bebé, no es lo mismo, me hubiese encantado vivir la experiencia que estoy viviendo ahora, aunque sé también que no hubiese sido lo mismo. Después de todo, lo de Carla y yo ha sido una simple noche, quizás la hubiera acompañado en el proceso, pero no sé si hubiese formado algo con ella. Son tantos los sentimientos que me invaden en este momento y tanta mi confusión que no sé si
[MATÍAS]Al día siguiente—Cariño, ¿Y tú dónde vas tan deprisa y sin desayunar? — Le pregunto al verla tomando su bolso.Ella camina hacia Daniel y yo algo apurada —Me ha llamado Cristian, tenemos una cirugía urgente que realizar. — Me dice y le da un beso en la frente a Daniel.—Entiendo, pero no te puedes ir sin desayunar. — Comento bastante preocupado.—No es la primera vez que lo hago. — Explica y me planta un corto beso.—Sí, pero las cosas ya no son iguales. — Informo muy seriamente y ella sabe muy bien porque se lo estoy diciendo.—Vale, cuando termine la cirugía como algo. Te deje un juego de llaves sobre la mesa de la entrada, trae tus cosas cuando gustes. — Relata mientras camina hacia la puerta y nos deja.《Tanto escándalo que hizo cuando había quedado de llevar a Daniel
La mirada expectante de toda mis hermanos y mis padres sobre mí, me están poniendo más nervioso de lo que debería estarlo. Me acomodo sobre el sofá e intento poner en orden todo lo que les quiero decir en mi mente.—¡¿Puedes hablar de una vez?! — Me exige Cintia.—Vale, es que lo que les quiero decir es que... bueno, que me mudare con Aitana y Daniel. — Digo finalmente sin importarme mucho ese orden de ideas que tenía en mi cabeza.—¡¿Qué?! — Exclaman todos.—¿Pero porque esa decisión tan repentina, hijo? — Pregunta mi madre algo seria.—Es que madre, yo ya no aguanto estar tan lejos de ellos dos, y no quiero cambiar al niño viniendo a mi casa— Miento.—Dinos la verdad, no aguantas dormir lejos de ella. — Dice Cintia entre risas.—También, pero va un poco m
[AITANA]Días complicados, si que los hay, pero esto es lo que más amo de mi profesión. Me quito los guantes y salgo a la recepción para dejarles saber a los dueños de Neo que su amigo de cuatro patas está muchísimo mejor. Ver las sonrisas de los niños de la familia al saber que su cachorro está bien hace que nunca quiera dejar de hacer esto. No solo elegí ser veterinaria por el amor que tengo hacia los animales, pero también por lo hermoso que es poder salvar a una mascota que significa tanto para una familia. Siempre dije que son parte de la familia y lo sostengo.—Muchísimas gracias, Doctora Di Luna. — Me dice feliz el señor López.—Ha sido un placer, Neo podrá irse a casa en un par de horas, pero tendrán que seguir algunas instrucciones. — Le explico.—Las que usted nos indique. — Afirma sonriente.
[MATÍAS]Al escuchar el ruido de la puerta abriéndose, el ahora segundo nuevo habitante de la casa se echa a correr ansioso hacia la entrada para darle la bienvenida. —¡Danko! — Exclama mi preciosa prometida cuando el ahora un poco más grande monstruo le salta. —¡Pero, que feliz se te ve! ¿Te gusta tu nueva casa? — Le pregunta acariciándolo en el lomo.—Dice que si. — Interrumpo entre risas y ella fija su mirada en mí. —Amor, espero que no te moleste que lo haya traído. — Comento algo preocupado ya que ni le he pedido autorización.—¡Para nada! Si es que mira este guapetón... — Responde feliz y se sienta en el piso para jugar con él. —Eres tan lindo... — Le dice y ahora sí que me pongo celoso.—¿Más que yo? — Le pregunto acercándome a ella.—&iqu
[MATÍAS]Aitana me mira y me doy cuenta de que los nervios que le consumen. No sé si deba de ser yo quien inicie esta conversación, 《¿Y si empeoro las cosas?》—¿Quieres empezar tú? — Le pregunto bajo la atenta mirada de Daniel.Ella me lanza una sonrisa y mueve su cabeza de un lado al otro —Supongo que me toca porque por lo visto tú no te animas. — Dice y si, se está burlando de mi.《¿Para qué negar lo innegable?》—Mejor. — Comento tímidamente.—¿Qué sucede? — Pregunta nuestro hijo ya ansioso.Ella se acomoda un poco mejor a su lado y acaricia su espalda tiernamente —Cariño, ¿recuerdas cuando hablamos de donde salen los bebes? — Le pregunta de la manera más tierna que jamás he escuchado.Él la mira atentamente y asiente. —Si mami, me dijis
[AITANA]Lo observo dormir a mi lado y no puedo más que perderme en todos esas pecas y lunares que cubren esa espalda que me he aprendido de memoria y es de la cual me aferro cada vez que siento que moriré de placer. 《Se ve tan pero tan guapo.》 Aun no sé cómo alguien como él, se ha fijado en alguien como yo. Mucho menos puedo creer que me haya elegido la madre de sus hijos. Apoyo mi espalda en el respaldar de la cama y sin dejar de mirarlo, llevo mi mano sobre mi vientre. 《Un bebé de él.Seguramente será igual de lindo que Daniel, pero vamos con un padre como Matías, es imposible que un niño no sea un encanto.》 Sonrió ante mis pensamientos y una revolución interna invade mi ser haciendo que deba tocarlo. Me acomodo a su lado y rozo su espalda con la yema de mis dedos comenzando por los lunares en la parte superior y lentamente voy bajando hasta su cintura, para luego ir más abajo donde t
[AITANA]Otro día laboral que termina, uno menos estresante que ayer claro está, pero la incomodidad que genera Cristian aun sigue ahí. Sé que me ha dicho que todo estaba bien, que no insistiría, pero es que él saber lo que le sucede conmigo es incomodo. Quito mi bata medica, me despido de todos, y salgo de la clínica. Al cruzar el portal, me encuentro con Matías y Daniel sonriéndome.—¿Y ustedes dos que hacen aquí? — Pregunto sin entender nada.—¿Le dices tú? — Le pregunta Matías a Daniel mirándolo.—Mami, la abuela Paula nos ha invitado a cenar. — Me explica mi hijo y creo que me he perdido de algo.—¿Cena familiar? — Cuestiono mirando a Matías.Él se hace el desentendido y me sonríe. —Vale, ya que todos saben la noticia... ya sabes... ¿por qu
[MATÍAS]—Mi mami se ve muy feliz. — Me dice mi hijo mientras buscamos una guitarra en la oficina de la que era mi casa.Sonrió ante las palabras de Daniel, porque tiene toda la razón. El verla hablar con mi familia, verla sonreír y hablar con ellos acerca de nuestro bebé, me hace entender lo mucho que esto significa para ella. —Es muy lindo verla así, ¿no? — Le pregunto antes de salir del estudio.Él me lanza una enorme sonrisa —¡Si papi es súper lindo! — Dice de manera exagerada haciéndome reír. —Y ahora lo será mucho más. — Termina de decir y da brincos de alegría por toda la habitación.