Al parecer el sitio donde ella y yo encontramos la calma es en esta playa solitaria. Aquí estamos una vez más sentados de frente al inmenso mar que con el ruido de sus olas rompiendo en la orilla, y esto parece hacer que todo parezca mucho más fácil. Intento comprender como es que todo ha cambiado de manera tan rápida, pero no hay otra explicación más que el pasado ha llegado con todas sus fuerzas convirtiéndose en mi presente y futuro.
—Tengo la sensación de que no estás muy feliz con la noticia. — Comenta haciéndome regresar a la realidad.
—No es eso. — Respondo de inmediato.
—¿Y qué es? — Pregunta insistente.
《¿Cómo le explico todo este torbellino que hay en mi interior?》
—Es difícil de poner en palabras, pero en el fondo es miedo. — Confieso.
—¿Miedo a...? — Ave
Después de una extensa conversación con Aitana acerca de cómo llevaremos la situación con Daniel, llego a mi casa y después de cambiarme de ropa, decido ir a casa de mis padres. Al abrir la puerta y ver a mi hermana con sus dos hijas viendo televisión en la sala un golpe de realidad se hace conmigo diciéndome que debo hablar con mi familia y explicarles que hay un nuevo integrante en la familia Mendoza a quien por cierto debería darle mi apellido《No había pensado en eso... 》otro asunto por resolver y uno que seguramente traerá un gran escándalo cuando esa información salga a la luz. No quiero ni siquiera pensar en todos los posibles titulares que saldrán cuando la prensa se entere de que el escritor Matías Mendoza reconoció a un hijo de seis años; yo sé muy bien lo que sucedió, pero el resto del mundo me tratara como un hombre irresponsable que deja hijos aba
La mirada de toda mi familia está centrada en mi a excepción de mis sobrinos a los cuales sus padres le han dicho que fueran a jugar; no es momento que ellos se enteren que tienen un primo, no sin que él lo sepa primero. Pensé que sería más fácil darles la noticia, per a decir verdad no sé ni cómo comenzar, la única que está al tanto de todo es mi hermana, pero así todo ni siquiera sé como decirle que el resultado a dado positivo.—Hijo, nos estás preocupando, ¿Nos dirás que sucede? — Pregunta mi madre sentada desde el sofá que está justo enfrente del que yo estoy sentado.—No es fácil lo que debo decirles... — Admito.—Comienza por favor. — Intercede mi padre ya impaciente.—Vale, pero por favor no me interrumpan porque si no será muy complicado que lo entiendan. — Les
Han pasado dos días desde que me entere que soy padre, pero por cuestiones de trabajo tanto mías como de parte de Aitana, no nos hemos podido ver y mucho menos he podido ver a mi hijo. Necesito verlo de manera urgente, me hace falta abrazarlo, aunque él no sepa que soy su padre.//Aitana, ¿Estás en tu casa? De verdad necesito verlo y verte...// Le escribo por whatsapp.Espero pacientemente su respuesta, aunque la palabra paciencia no es algo que este muy claro en mi diccionario. Poco tiempo después, finalmente, ese sonido que indica que me ha llegado un mensaje suena y rápidamente abro la notificación.//Si, estamos en casa. Si quieres ven y te esperamos para cenar.// Me propone y no dudo ni un segundo en responderle.//Ya salgo para allá.//Rápidamente tomo mi cartera y las llaves del auto, para luego salir de mi casa y pasarme por la casa de mis padres —Familia, no cenare
[AITANA]Cuando Matías menciono pasar una velada inolvidable, jamás pensé que haría esto. Miro la caja del elegante vestido que me ha enviado y aun no puedo creer que él lo haya escogido. El vestido es precioso, es de un color rosa muy pálido casi salmón diría yo, es largo con una leve cola y prácticamente toda la espalda es al descubierto. La parte de enfrente del vestido esta trabajada con pedrería que lo hacen lucir espectacular. No solo me ha enviado el vestido, pero también un bolso que hace juego y zapatos. Realmente está haciendo que este momento ya sea inolvidable desde ahora. Termino de peinar mi larga y rizada cabellera castaña, y sigo con el maquillaje, y por primera vez siento que debo de lucir deslumbrante para un hombre. Me coloco el vestido, me echo un vistazo al espejo y ya estoy lista.La niñera de Daniel ha llegado hace un instante y al verme salir de mi
[MATÍAS]Entramos tomados de la mano a la habitación que reserve en este mismo hotel y puedo sentir sus nervios a través de nuestro contacto. No tenía planeado que nos quedáramos aquí esta noche, pero sería un hipócrita si dijese que no tenía la esperanza de que sucediera. Cierro la puerta detrás de ella y solo puedo admirar lo desquiciadamente hermosa que se ve; su espalda al descubierto me enloquece y la manera que ese vestido se ajusta a su cuerpo resaltando ese bella y perfecta figura, son un detonante que aumentan el deseo que siento por esta mujer la cual se está apoderando de cada uno de mis pensamientos. Acaricio su hombro mientras camino para quedar enfrente de ella e inclina su cabeza ante mi tacto.—Espera un momento por favor. — Dice algo nerviosa.—¿Sucede algo? — Averiguo.Ella niega —Debo llamar a Katy y decirle que se quede en
[MATÍAS]Siento su cuerpo enredado con el mío mientras que su cabeza está apoyada sobre mi pecho, y yo solo puedo inhalar el aroma que desprende su cabello. Me intoxica la mezcla de su champú, perfume y noche de sexo; es un vicio. Siento su respiración sobre mi piel mientras inhala y exhala en silencio, me imagino que debe haber mil cosas pasando por su mente y solo necesito saber que está bien.—¿En qué piensas? — Me animo a preguntarle.—Obviamente en lo que sucedió... — Me responde y puedo darme cuenta de que esta sonriendo.—Me imagino, pero... dime por favor que no te he hecho daño... que estás bien. — Murmuro.Ella apoya su barbilla sobre mi pecho para mirarme y caigo rendido a sus pies al verla con su cabello todo alborotado a causa de mis manos y esa enorme sonrisa que me lanza. —Estoy muy bien... y no, no m
[MATÍAS]—No quiero separarme de ti. — Le digo reteniendo su cuerpo entre mis brazos después de que la ayudo a bajar del auto. Realmente pasaría el resto del día a su lado y me hubiese encantado quedarme en aquella habitación con ella.—No puedo Matías... Daniel debe haber despertado ya, y sé que debe estar preguntándole a Katy porque no pase la noche aquí. — Me explica.—Quisiera entrar a verlo... ——Recuerda nuestro trato. Si quieres puedes pasar más tarde a verlo, pero primero cámbiate, sino se dará cuenta de todo.— Me pide.Está situación me causa un poco de gracia pareciera que soy el amante al cual el marido no puede ver. Sin poderlo impedir me comienzo a reír de la idea que se me ha pasado por la cabeza. —¿De qué te ríes? — Pregunta volteán
[MATÍAS]Abro la puerta y allí están ellos dos, mi hijo y mi novia, a la cual deseo besar, pero no puedo. Definitivamente esto de disimular se me va a hacer muy difícil. Se ve bellísima con ese corto vestido negro que deja apreciar esas largas piernas que tanto me gustan. —Hola, bienvenidos. — Les digo dejándolos pasar y cuando ella entra detrás de Daniel, aprovecho y rozo su mano con la mía haciendo que se escape una sonrisa de sus labios.Me encetaría poder saludar a mi hijo de una manera más correcta, abrazarlo preguntarle cómo le ha ido, pero sé que aun no puedo. —Gracias. Hola, buenas tardes. — Le dice a mi madre quien la mira a ella y luego clava su mirada en mi hijo.—Bienvenidos, hola, Aitana... Daniel, ¿Cómo te encuentras? — Habla mi madre.—Cariño, ve y saluda a la mamá de Matías. &mdash