Han pasado dos días desde que me entere que soy padre, pero por cuestiones de trabajo tanto mías como de parte de Aitana, no nos hemos podido ver y mucho menos he podido ver a mi hijo. Necesito verlo de manera urgente, me hace falta abrazarlo, aunque él no sepa que soy su padre.
//Aitana, ¿Estás en tu casa? De verdad necesito verlo y verte...// Le escribo por whatsapp.
Espero pacientemente su respuesta, aunque la palabra paciencia no es algo que este muy claro en mi diccionario. Poco tiempo después, finalmente, ese sonido que indica que me ha llegado un mensaje suena y rápidamente abro la notificación.
//Si, estamos en casa. Si quieres ven y te esperamos para cenar.// Me propone y no dudo ni un segundo en responderle.
//Ya salgo para allá.//
Rápidamente tomo mi cartera y las llaves del auto, para luego salir de mi casa y pasarme por la casa de mis padres —Familia, no cenare
[AITANA]Cuando Matías menciono pasar una velada inolvidable, jamás pensé que haría esto. Miro la caja del elegante vestido que me ha enviado y aun no puedo creer que él lo haya escogido. El vestido es precioso, es de un color rosa muy pálido casi salmón diría yo, es largo con una leve cola y prácticamente toda la espalda es al descubierto. La parte de enfrente del vestido esta trabajada con pedrería que lo hacen lucir espectacular. No solo me ha enviado el vestido, pero también un bolso que hace juego y zapatos. Realmente está haciendo que este momento ya sea inolvidable desde ahora. Termino de peinar mi larga y rizada cabellera castaña, y sigo con el maquillaje, y por primera vez siento que debo de lucir deslumbrante para un hombre. Me coloco el vestido, me echo un vistazo al espejo y ya estoy lista.La niñera de Daniel ha llegado hace un instante y al verme salir de mi
[MATÍAS]Entramos tomados de la mano a la habitación que reserve en este mismo hotel y puedo sentir sus nervios a través de nuestro contacto. No tenía planeado que nos quedáramos aquí esta noche, pero sería un hipócrita si dijese que no tenía la esperanza de que sucediera. Cierro la puerta detrás de ella y solo puedo admirar lo desquiciadamente hermosa que se ve; su espalda al descubierto me enloquece y la manera que ese vestido se ajusta a su cuerpo resaltando ese bella y perfecta figura, son un detonante que aumentan el deseo que siento por esta mujer la cual se está apoderando de cada uno de mis pensamientos. Acaricio su hombro mientras camino para quedar enfrente de ella e inclina su cabeza ante mi tacto.—Espera un momento por favor. — Dice algo nerviosa.—¿Sucede algo? — Averiguo.Ella niega —Debo llamar a Katy y decirle que se quede en
[MATÍAS]Siento su cuerpo enredado con el mío mientras que su cabeza está apoyada sobre mi pecho, y yo solo puedo inhalar el aroma que desprende su cabello. Me intoxica la mezcla de su champú, perfume y noche de sexo; es un vicio. Siento su respiración sobre mi piel mientras inhala y exhala en silencio, me imagino que debe haber mil cosas pasando por su mente y solo necesito saber que está bien.—¿En qué piensas? — Me animo a preguntarle.—Obviamente en lo que sucedió... — Me responde y puedo darme cuenta de que esta sonriendo.—Me imagino, pero... dime por favor que no te he hecho daño... que estás bien. — Murmuro.Ella apoya su barbilla sobre mi pecho para mirarme y caigo rendido a sus pies al verla con su cabello todo alborotado a causa de mis manos y esa enorme sonrisa que me lanza. —Estoy muy bien... y no, no m
[MATÍAS]—No quiero separarme de ti. — Le digo reteniendo su cuerpo entre mis brazos después de que la ayudo a bajar del auto. Realmente pasaría el resto del día a su lado y me hubiese encantado quedarme en aquella habitación con ella.—No puedo Matías... Daniel debe haber despertado ya, y sé que debe estar preguntándole a Katy porque no pase la noche aquí. — Me explica.—Quisiera entrar a verlo... ——Recuerda nuestro trato. Si quieres puedes pasar más tarde a verlo, pero primero cámbiate, sino se dará cuenta de todo.— Me pide.Está situación me causa un poco de gracia pareciera que soy el amante al cual el marido no puede ver. Sin poderlo impedir me comienzo a reír de la idea que se me ha pasado por la cabeza. —¿De qué te ríes? — Pregunta volteán
[MATÍAS]Abro la puerta y allí están ellos dos, mi hijo y mi novia, a la cual deseo besar, pero no puedo. Definitivamente esto de disimular se me va a hacer muy difícil. Se ve bellísima con ese corto vestido negro que deja apreciar esas largas piernas que tanto me gustan. —Hola, bienvenidos. — Les digo dejándolos pasar y cuando ella entra detrás de Daniel, aprovecho y rozo su mano con la mía haciendo que se escape una sonrisa de sus labios.Me encetaría poder saludar a mi hijo de una manera más correcta, abrazarlo preguntarle cómo le ha ido, pero sé que aun no puedo. —Gracias. Hola, buenas tardes. — Le dice a mi madre quien la mira a ella y luego clava su mirada en mi hijo.—Bienvenidos, hola, Aitana... Daniel, ¿Cómo te encuentras? — Habla mi madre.—Cariño, ve y saluda a la mamá de Matías. &mdash
[MATÍAS]Bajo la escalera siguiendo sus andares y disfrutando la vista y puedo parecer un loco, pero me cautiva cada uno de sus movimientos y podría convertirme en un esclavo entre sus brazos si me lo pidiese. —Definitivamente eres preciosa. — Le susurro al oído.—Gracias, pero ya por favor... tu familia está a pocos pasos de nosotros. — Me dice avergonzada.—Lo sé... pero ¿Cuál es el problema? — Cuestiono tomándola por la cintura en el último peldaño de la escalera.—Daniel... Tú y yo acordamos algo. — Me recuerda con una media sonrisa, y así definitivamente es complicadísimo no tentarme en besarla.—Me haces las cosas muy difíciles. — Le susurro a milímetros de sus labios.—¡Y tú a mí, pero basta! — Dice entre risas e intenta bajar el últi
[AITANA]Un lunes más en la clínica, pero no es cualquier lunes. Es un lunes que procede a lo que ha sido un fin de semana excedido de emociones. La punta de sus dedos rozando mi piel siguen latentes en mi ser, la manera que me besaba, su respiración agitada mientras me hacia suya… definitivamente valió la pena esperar, jamás hubiera imaginado algo tan perfecto. Por otra parte, ayer el almuerzo con su familia y ese primer encuentro entre Daniel y ellos, fue un momento muy fuerte emocionalmente. Puedo entender esa gran necesidad que sienten por querer decirle la verdad y disfrutar de él como lo que es; su familia, pero no quiero que Daniel termine lastimado.Abro la puerta de mi oficina luego de saludar a Nadia, y al entrar no me creo lo que veo. Hay un enorme arreglo de rosas blancas sobre mi escritorio y al acercarme veo una tarjeta. No puedo dejar de sonreír al ver este hermoso detalle, es tan especial... Suspir
[MATÍAS]La veo entrar a mi piso y puedo notar sus nervios, pero lo que no estoy muy seguro es ¿porque esta así de nerviosa? —Bienvenida cariño. — Le saludo mientras cierro la puerta y dejo nuestras maletas en el suelo.Su mirada recorre el piso como si no pudiese creer que esté aquí y luego me mira detenidamente. —No sabía que tenías un piso en Madrid. — Dice finalmente. —Creí que iríamos a un hotel o algo. — Comenta.Si hay una cosa en particular que me enloquece de ella es esto, esa mezcla de inocencia y sensualidad que posee y la hace tan única. Me acerco a ella lentamente y la rodeo colocándome detrás suyo, llevo una de mis manos sobre su abdomen y apoyo mi barbilla sobre su hombro; amo sentirla así de cerca, me genera paz, pero al mismo tiempo me altera, es una mezcla difícil de explicar, pero única. —Lo