Zahir se despide y se marcha a casa, al llegar se encuentra con el auto de Zoé estacionado afuera, enseguida se comienza a sentir muy nervioso, baja del auto y al entrar a la casa se percata de que Zoé está sentada en el sofá y al verlo se levanta de inmediato y se abalanza sobre él, dándole muchos besos en su boca

Zahir se sentía algo nervioso y un poco triste por lo que había pasado con Dakota anteriormente, él la abraza y le dice:

—¿Cómo estas mi amor? ¿Y eso que estas aquí?

—Bien mi amor ¿y tú? Y pues te dije que nos veríamos aquí ¿recuerdas? ¿No te alegra verme? —Asintió con tristeza

—Si lo sé, y claro que me alegra verte mi amor, solo que pensé que aún estarías en clases, quería llegar y darme una ducha para que no me vieras así todo sucio y sudado como estoy—Expreso una sonrisa incomoda

—Tranquilo mi amor que así me gustas más—Sonrió

—Si mi amor, pero en serio no quiero llenarte de sudor, ¿déjame darme un baño rapidito sí?

Zoé lo nota muy extraño y le dice:

—¿Que te suc