Entró a la oficina de Alexander una vez fue anunciado por la secretaria divisó al rubio tras el escritorio hizo una reverencia a lo cual Alexander respondió poniéndose de pie para acto seguido corresponder el saludo de la misma manera. —No esperaba verlo tan pronto Von Parker, supe que estaba de viaje... —Asi es, bueno así era Shinomoto —se adelantó a Responder—, pero ya estoy aquí para retomar todo. — Aseveró el alemán mostrando que solo quería hablar respecto al proyecto. —Eso es música para mis oídos Von Parker, ya debemos ponernos en marcha con la fase dos del proyecto. Ambos hombres tomaron asiento, Alexander notó el cambio de actitud en Takeru la hostilidad de meses atrás ya no estaba presente, si bien tenía sus reservas con el japonés agradecía la cordialidad que este mantenía ahora eso hacía más tranquila la relación laboral. —Mis hermanos y mi padre están contentos con el ritmo de la producción, de seguir así los primeros embarques saldrán antes de tiempo para su dist
—Gracias —dijo ella con la mirada baja—, no tenías que hacer esto. Desvió su vista del camino para mirar a la chica en el asiento del copiloto que miraba al frente con la mano apoyada en su mejilla recostada a la puerta del auto, sus pestañas eran largas sus labios provocativos era preciosa incluso sin una gota de maquillaje, y ni ese semblante de preocupación que traía disminuía su hermosura. —Si, bueno no estás bien, es decir tu resfriado...—Si no te preocupes en explicar Takeru, yo entiendo. Ambos dejaron de hablar el silencio volvió a reinar, Takeru miraba de vez en cuando a la chica con la esquina del ojo, tanto silencio le incomodaba. —Sabes cuando dije que le contaría a Alexander de tu otro trabajo, de verdad no iba a contarle, no era mi intención que esto pasara. —Entiendo —fue su respuesta no creyó en las palabras de Takeru, pero eso ya no tenía importancia, ya Alexander lo sabía todo y como Noa temía su reacción no fue la mejor, fue estúpida al creer que esto termin
Dalía se retiró del comedor en cuanto escuchó el timbrar del teléfono, Cameron quedó pensativa ante las palabras de su antigua y apática vecina, no quería pensar que sus palabras pudiesen ser ciertas pero era una posibilidad. Más después de lo que su amiga Noa le había contado hace un par de noches atrás en casa de Nick. ——— La hora de dormir estaba cercana Nick pidió un par de pizzas para los tres celebrando que Noa y Cameron consiguieron empleo en una zapatería el sueldo era una porquería pero no podían abusar de Nicholas ya el chico había hecho mucho ofreciéndoles un techo. Cameron salió del baño después de lavarse los dientes y allí vió a su amiga sentada abrazando su panda de felpa desgastado, en cuanto Noa se percató de la presencia de Cameron limpió sus lágrimas con rapidez. —De nada sirve que limpies tus lágrimas ya te vi, se que estás llorando y tú a mí no me gustan engañas. —Espetó la pelirroja rodando sus ojos. —No es nada Cameron, es la pelusa de Paul el panda se metió
La llamada finalizó, dejó el teléfono en el buró quizás Takeru no era la mejor opción pero necesitaba salir y despejar su mente saturada de tantas cosas; hacer a un lado su realidad así solamente fuera solo unos pequeños instantes. —Noa por ahora no colapses todo estará bien, no te ahogues en un vaso de agua. Escuchó a alguien tocar la puerta, limpió su rostro rápidamente quitando así el rastro de haber estado llorando. —¿Puedo entrar?—Si pasa. Al ver a la persona que abrió la puerta entendió porque tocaba, Nick era un chico muy educado y a pesar de que ella y Cameron estuvieran viviendo en su casa él siempre les daba su espacio y era caballeroso con ambas. —Vine a traerte algo. —¿A mí? El castaño asintio como respuesta, sacó una hoja de papel del bolsillo de su camisa, Noa desdobló la página al ver el contenido de esta sus ojos se tornaron cristalinos nuevamente llevó una mano a su boca ahogando así un grito de emoción. —Te extraño —susurró con voz entrecortada—, Nick no debi
—¿No has podido saber nada de tu primo Alex?El nombrado negó ante la pregunta de la rubia recién llegada, la mujer hizo ademan a la empleada para que está se acercara. —Me traes una ensalada de frutas y jugo de naranja recién hecho. —pedia Neta tomando asiento en el comedor. —Si señorita en un momento. La empleada de servicio se marchó dejando solos a Alexander y a Neta en el comedor. —No, llamé a Iliana afortunadamente la esposa de mi primo se ha ido recuperando muy bien de sus heridas, de seguir así muy pronto volverá a caminar; no puedo decir lo mismo de mi primo aún no hay rastro de él es como si se lo hubiera tragado la tierra. —Ya veo que lastima —respondió la mujer compungida por la respuesta de Alexander—, Alex lamento está situación, se lo difícil que es estar así, para tí y tu familia y yo de corazón deseo que todo termine bien para Frans. —musitó la rubia tocando el dorso de la mano de su ex cuñado. —Gracias. —Se limitó Alexander a responder. Neta tomó la mano del
Todo el día en el trabajo lo pasó pensando en lo que Cameron le dijo ¿Por qué no ir a esa fiesta? No se estaba comprometiendo a nada, además ya le había dicho que si a Takeru sería grosero de su parte hacer aquel desaire al japonés, después de todo las últimas semanas había mostrado un gran cambio. Una mujer entró a la tienda Noa abrió sus ojos a su máxima expresión en cuanto la vió corrió con Cameron, no dejó a la chica pronunciar palabra alguna. —Oye Nini ¿Qué te ocurre? —preguntó la pelirroja soltandose del agarre de su amiga—. ¿Por qué me traes a este lugar? Aún tenemos mucho trabajo por encima amiga, si nos escondemos la jefa va a creer que no queremos trabajar...—Cameron escúchame —interrumpió—, no puedo atender a esa mujer por favor cúbreme está vez, esa mujer no puede verme aquí. —Suplicaba en un susurro para que Cameron lecayudase sin hacer preguntas. Cameron frunció su ceño ante lo dicho por la pelinegra, dió unos pasos vió a la rubia conversar con Jamie la administradora
Al escuchar esa voz colgó la llamada se le hizo conocida, pero aún así no logró identificar a la dueña de esa voz, últimamente no tenía muy claro quién era, tampoco tenía recuerdos de él. —¿Ya pudo hablar con esa persona?, ¿o aún nada? Él negó como respuesta a la pregunta de la muchacha de vestimenta blanca. —¿Aún no recuerda su nombre? —inquirió la acercándose a la cama. Volvió a negar como respuesta, no sabía quién era, tampoco sabía si tenía familia solo la recordaba a ella. —Al menos sabemos que llamaste a una persona en Estados Unidos. Abrió los ojos sorprendido al escuchar aquello, quizás eso era una pista para dar con la respuesta acerca de quién era. —Puede que yo sea de allí ¿Usted lo cree? —tenia esperanza en esa respuesta quizás allí estaba su familia, o la respuesta de quién era él. —Bueno como te dije es posible que seas americano, me encargaré de dar todos esos detalles a la policía, por ahora será mejor que descanses. —Sugirió la amable enfermera. Quedó solo en
Se dió la vuelta para continuar su camino aquel chico le dió los ánimos necesarios para continuar; subió el primer escalón recordando las palabras de Cameron «Noa todo estará bien», sabía que era posible verlo en esa velada aún así estaba decidida a seguir adelante. —Pensé que ya no vendrías. Alzó la vista buscando al dueño de aquella voz, lucía más atractivo de lo usual con aquel sobrio esmoquin negro. —No me lo perderia por nada, además no podría ser tan descortés contigo después de como te has portado conmigo. —Respondió Noa con una sonrisa cómplice mostrando un par de tiernos hoyuelos en sus mejillas.—Entremos el frío aquí está muy fuerte ya. —Agregó Takeru extendiendo su brazo para que Noa lo tomara. —Si —ella aceptó el gesto de Takeru desvió la mirada, últimamente al estar con él Noa estaba confundiendo la compañía con otro sentimiento el cual no quería ponerle nombre—, Tienes razón está haciendo frío. —Secundó Noa del brazo de Takeru. Entraron al ascensor para dirigirse