Al día siguiente...
Ninguna de los dos había hablado entre ellos y Dominik no quería ver a Noah por la manera en que se había comportado, sentía que debía de preocuparse porque había algo entre ellos... Y eso atormentaba al Alfa, sabía que no debía de pensar en aquellas cosas tan desagradables, pero había algo que había que pensará lo peor.
Katherine esa noche solo se había ido a dar una ducha y se fue hacia otro lado de la mansión, no quería dormir con su esposo y este la estuvo esperando toda la noche y como no llegaba la busco y la encontró durmiendo en el invernadero de la mansión.
El Alfa miró sin ánimos el lado de la cama que se encontraba vacía, de sus labios soltó un suspiro, pero sentía que no podía hacer nada. Su esposa se le notaba que no quer&ia
Dominik miraba con preocupación cómo su esposa se retorcía entre las sabanas, Katherine se encontraba inquieta porque el dolor que sentía en su cabeza no se iba por nada del mundo. Habían pasado solo dos días en los que ella seguía de la misma manera, los medicamentos que se tomaba parecía que no le servía porque solo hacían su función por una hora y el dolor volvía con más intensidad. El Alfa no se despegaba de su esposa, se mantenía cerca de ella para cualquier cosa que necesitara y aunque Katherine estaba consiente para todo, aún no podía levantarse sin la ayuda de alguien.Los chicos también se encontraban preocupados por su estado, pero no sabían qué hacer por ella. Karl era quien se encontraba más preocupado de los dos, y era algo lógico… Katherine era su madre, la persona más importante en su vida
Noah seguía dándole la comida a su Luna sin importar que se sentía incómodo ante la intensa mirada de Dominik quien se encontraba comiendo, Katherine podía sentir como el ambiente se encontraba tenso entre ambos hombres y por esa razón rechazo la comida que ya le iba a dar el Beta.― ¿No quieres? ― Le pregunto mientras fruncía su ceño, Katherine negó con la cabeza sin querer hablar. En ese momento en que Noah apartaba la bandeja de comida una alarma leve comenzó a sonar en toda la habitación, Katherine frunce el ceño y no puede evitar tocar su rostro ante el irritante sonido.― ¿Qué es eso?... ― Pregunto Karl con curiosidad mientras veía como su madre se acomodaba para acostarse, pero Dominik le interrumpe en su acción.― Es para su medicamento, cariño no te debes de acostar, espera un momento. ―
Bruno esperaba impaciente esperaba el momento en que Noah bajara las escaleras para poder hablar con él, sabía que Katherine se encontraba enferma y no quería molestar en su habitación. De sus labios soltó el humo del tabaco que estaba fumando cerca del ventanal que se encontraba abierto con dirección hacia el jardín, Bruno sabía que también tendría que hablar de esto con Katherine, pero por alguna razón sentía que Noah era el culpable y de quien se enamoró de la fruta prohibida.Él no conocía del todo a Noah, pero el que estos rumores se estuvieran esparciendo tenía algo que ver. Noah era un Beta, no podía encontrar a su alma gemela, era como los humanos, podía elegir a quien quisiera y Katherine igual, pero en este caso ella ya tenía a su pareja. Inhalo el humo del tabaco el cual era amargo, era su favorito, escucho como unos pasos bajaban con
Noah desde muy pequeño sabía como sería su futuro, todo se encontraba planeado cuidadosamente por sus padres. Querían que su futuro fuera el mejor de todos, querían que su propio hijo demostrara que un Beta podía llegar mucho más lejos que un Omega o un Alfa, claro que para que Noah llegara a esa cima fue entrenado desde pequeño. A él no le importaba, más bien lo hacía con tanta devoción que hasta sus propios padres estaban sorprendidos. Cuando iba a la escuela, sus propios compañeros lo insultaban y lo maltrataban por ser un Beta, y Noah los odiaba. Sentía un profundo odio hacia aquellas personas que pensaban que por ser un Beta no era nadie, que era débil, un cobarde y una basura que no debería de estar en la manada.Entrenaba día y noche bajo la atenta mirada de su padre que lo cuidaba, en la mente de Noah aún podía escuchar las palabras de s
Katherine mostró una leve sonrisa al mirar a su esposo entrar por la puerta principal, quería agradecerle por haberla cuidado cuando estuvo enferma, pero su sonrisa se apagó cuando noto el rostro de enfado de su esposo. Todos sentían el ambiente tan tenso, como si algo les dijera que venía el peligro. Las feromonas que lanzaba el Alfa y su lobo interior eran tan fuertes que Emily tembló de miedo tomando a Karl para llevárselo de allí, quien también sintió las feromonas.― Emily, ¿Qué sucede?... ― Le pregunto su Luna, Dominik caminaba hacia ellos, sus pasos eran firmes, pero lentos. Sabía que con la persona con quién quería hablar no se escaparía de allí, pero sabía que Karl no tenía por qué presencial aquello. Noah, desde que había visto que llego Dominik había soltado el brazo de Katherine, un mal presentimiento se apoderab
El ambiente era desolador, el frío reinaba en la madrugada en dónde ninguno de los tres podía dormir. Katherine dejaba salir finas líneas de lágrimas mientras miraba el cielo nocturno en el invernadero de vidrio, sus ojos se encontraban rojos ante las largas horas que se había encontrado llorando allí, estaba sola, pero sentía la mirada de su esposo en una de las ventanas. Dominik se encontraba arrepentido por todo lo que había dicho, aún no podía creer que había desconfiado de su propia esposa y su mejor amigo cuando paso con ambos muchos momentos, pero aquel sentimiento de rabia había crecido tanto en el que lo había cegado...El Alfa sentía como algo en ese momento lo poseía en ese momento. Pero aun así miraba con tristeza como su esposa se encontraba en el invernadero, ningún empleado se había acercado hacia ella y tampoco hacían ruid
|| Capítulo [14]: Reunidos... ||Noah no quería mirar el rostro de Katherine, ella se encontraba sentada en los asientos giratorios de la isla que daba la vista hacia la desordenada sala de estar del Beta. Los ojos cafés oscuros de la mujer no se habían despegado de Noah, quien se encontraba acomodando un poco el lugar ante la visita de Katherine. Por dentro el Beta hubiera querido que ella estuviera allí en otra situación y que su casa se encontrará como siempre la dejaba, ordenada y limpia.Katherine se levantó sin hacer mucho ruido, dejando sus pertenencias en la isla y comenzó a buscar entre los cajones de la cocina una bolsa de basura, al conseguirla comenzó a ayudar a Noah que se dio cuenta cuando volteó su rostro.— Señorita, no deb
La noche había iniciado y los padres de Noah se habían retiro hace dos horas, pero aun así las tres personas que se encontraban allí no habían dicho ni una palabra entre ellos. Katherine se encontraba ayudando a lavar unas cosas que faltaron en la cocina, mientras que los dos hombres se encontraban sentados sin saber qué decir. Dominik carraspea un poco llamando la atención del Beta, ambos se miraron sin ninguna expresión en sus rostros, pero sus miradas decían mucho.— Perdón, Noah... — Dominik se sentía un completo idiota solo diciéndole eso, al principio tenía un testamento de palabras de perdón hacia su mejor amigo, pero ahora su mente se había quedado en blanco a solo tenerlo al frente. — Lo que pasó hace una semana fue mi culpa, no estaba pensando muy bien las cosas y al escuchar aquello de los consejeros no supe cómo reaccionar y sola