Los arreglos y decoración eran de ensueño. Con piezas y adornos ostentosos por cada mesa y varias lianas de luces que cruzaban como enredadera por todo el techo.
Gente que ni siquiera conocía ingresaba por la puerta manteniendo el elegante código de vestimenta. Lo único que le agradaba de aquel evento era que por fin había podido salir de la enorme casa en la que estaba encerrada y dirigirse a la terraza de uno de los hoteles más lujosos y preferidos de Henry.
Observó por la ranura de la puerta como su padre, Lían y Sofía ingresaban al salón. Sofía lucía tan elegante con aquel vestido azul noche que sintió deseos de ir a aplaudirle por la excelente elección. A quien no divisó por ningún lado fue a Drew y su fuero interno le dec&iacu
{Por complejo de Quijote fui llevando este derroche de mal a peor}Cerca de las dos de la mañana varias parejas se habían parado a bailar alegres al ritmo de la música un poco más movida. Ya había posado para varias fotos y bailado algunas canciones lentas con Henry. Se había prestado para el show complaciendolo muy bien.Al notar que el ambiente se había tornado un poco menos serio y que su ahora formal prometido charlaba animadamente con otros comensales, al parecer también irlandeses, se disculpó para ir al baño.Se aseguró de que nadie la siguiera y corrió hasta uno de los balcones alejados del salón, la música apenas se escuchaba y ni siquiera los meseros pasaban por ahí. Notó que estaban en
–¿Pero qué demonios están haciendo?Era evidente pero estaba tan sorprendido que no pudo evitar preguntarlo. Drew maldijo antes de apartarse de Emily y colocarse a su lado después de ayudarla a bajar de la mesa. Todavía tenía restos de labial en la boca y el cuello, era un desastre que no se podía ocultar ni siquiera con la mejor de las mentiras de su acompañante.–Pero que rayos…–Señor Dunhee, lo siento. No quería que se enterara de esta forma.–Emily. –Henry arrastró las palabras al mencionar su nombre con furia. – Ven aquí.La morena nunca obedeció, optó por un gest
Los paramédicos causaron conmoción en algunos invitados que pudieron tener la oportunidad de verlos. La fiesta de compromiso se había vuelto un desastre, los novios no aparecían por ningún lado y ahora una ambulancia había hecho acto de presencia.Sofía acompañaba a Lían a todos lados mientras él preguntaba a los paramédicos si su padre estaría bien. Sospechó que las cosas no iban bien cuando subieron al hombre a la camilla a toda prisa.Al final de la noche terminaron en la clínica, esperando alguna noticia por parte del doctor y teniendo que esperar durante largos minutos con suma angustia. Sofía se sentó a su lado y se atrevió a tomarle la mano sin vergüenza alguna. Había pasado por esas esperas agonizantes durante mu
–¡No deberías forzar a quien no quiere estar contigo!Exclamó una voz extraña desde afuera de la habitación. Emily abrió los ojos sintiendo un fastidioso dolor de cabeza a causa de la noche en vela que había pasado. La voz de Henry se hizo presente.–No me importa. Será la señora de esta casa cuando se acostumbre a ello y más te vale colaborar.–¿Me estás amenazando? –Cuestionó la que parecía ser una mujer mayor.– ¿Quién te crees muchacho del demonio? ¡Soy tu madre!–Y si sabes lo que te conviene deberías ser también una buena suegra. –Oyó pasos alejándose, probablement
Lían llegó hasta Drew y Sofía tras hablar con el doctor. Afortunadamente estaban en el pabellón VIP de la clínica y la sala de espera estaba vacía.–Tuvo un infarto. –Comunicó con seriedad y sin darle muchas vueltas.– Lo están tratando los mejores doctores pero tiene que estar en observación por al menos una semana o dos. Si sobrevive a ese periodo hay probabilidades de que se reponga.No era tan buena noticia después de todo. Todavía existía una gran posibilidad de que la vida de su padre corriera peligro.–Se pondrá bien. –Lo animó Sofía tan positiva como siempre.– Es un hombre fuerte.–Lo sé, pero t
–¡Henry Aidan Hammil!Gritó la viuda, Rita Hammil desde su habitación. Había ordenado que le llevaran el desayuno hasta allí para disfrutar de una mañana perezosa junto a la ventana.Al abrir el diario lo primero que llegó a sus ojos fue una enorme nota periodística sobre la corporación Dunhee. Empresa que estaba en las primeras planas por la cancelación de un contrato millonario para la construcción de un centro comercial, debido a un imcumplimiento dentro una de las pautas y a la controversia que causaron las quejas de algunos ex clientes por la mala infraestructura y desgaste en todas sus anteriores edificaciones.A un lado pudo divisar fotos del presidente de la compañía, Liam Dunhee y a su p
Tal y como Rita lo planeó, cerca de las cuatro de la tarde oyó cómo peleaba con uno de los guardias para sacarla de su habitación pese a que Henry había dado órdenes estrictas de no dejarla salir.–¡Soy la señora Hammil! ¡Tengo toda la autoridad en esta casa cuando él no esté! Tan solo quiero dar un corto paseo por el jardín con ella. No estoy pidiendo llevarla de compras o fuera del país. Si quieren pueden venir con nosotras no me importa.Al final logró llevarla al jardín fingiendo conversar sobre la descendencia del anillo que le había dado momentos antes. Emily se había puesto unos jeans y una camiseta un poco más elegante para aparentar, además, llevaba zapatos planos para no tropezar al correr.
–Olvidé que mi futura esposa tiene dos fieles defensores. –Bramó con cierto sarcasmo mientras recuperaba la compostura ante el golpe de Drew.– Me las vas a pagar Drew Lee, te lo prometo.Guardias de seguridad avisados por el secretario llegaron hasta el lugar. Lían señaló con la mirada a Henry y todos se fueron contra él para ordenarle de forma indirecta que abandonara el edificio.–No creas que te has librado de mi. –Le dijo a Emily antes de ponerse en marcha pese a que esta ni siquiera lo miraba.– No vas a durar ni una semana con ellos.–Señor Hammil, por aquí por favor. –ordenó un guardia, guiandolo hasta la salida.Henry Hammil manteniendo el org