–Lamento la interrupción –Comentó el misterioso hombre, mirando a ambos con un cigarrillo encendido en la mano y un gesto de poca gracia–
–No, de hecho lo sentimos nosotros. –Respondió Drew tratando de serenarse. Su tacto abandonó el cuerpo de Emily, quien procedió a acomodarse la ropa– Ya nos íbamos.
No había mucho que decir o argumentar en un momento tan embarazoso como ese, mucho menos ante el mohín del desconocido. Cuando Emily por fin elevó el rostro y se fijó en el ostentoso hombre, mantuvieron el contacto durante segundos.
–¿No están un poco cerca de una reunión de negocios como para hacer estas cosas? –Cuestionó el tipo sin dejar de mirar a la morena&nd
No tenía la menor idea de cuán duraderas podían ser las promesas de Emily, sin embargo, algo dentro de él trataba de convencerse de que no era tan grave como creía.El padre de Emily se encontraba rodeado de muchos hombres en traje hablando amenamente y riendo de temas laborales. Saludaron a algunos cuantos en lo que Liam se centraba en hablar con algunos mientras hacía el protocolo correspondiente de presentaciones; de pronto, algo cambió cuando llegaron hasta uno de los extraños más conocidos de la reunión. Inconscientemente se encontraban frente al hombre que los había descubierto tras los arbustos. Aquel mismo sujeto que fumaba lejos de la reunión.–Emily, Drew, él es Henry Hammil… Henry –Continuó Liam, ajeno a la sorpresa de ambo
–¡Papá está completamente loco! ¡Ha perdido la cabeza por esa pueblerina ilegítima! –Chilló Helena desde el otro lado del teléfono- Mamá y yo no la soportamos, ni siquiera sabe hablar bien. ¡No entiendo por qué papá tuvo que llevar su aventura más allá de lo que debía! ¡La odio!–¿Se quedará de forma permanente? –Preguntó Emily, deseando poder hacer algo por su mejor amiga––Su madre falleció a causa de neumonía severa. Era de esperarse, en ese pueblucho en el que vivían llueve todos los días y hace un frío del demonio. Cuando papá le confesó a mamá que quería que la hija de su desliz viniera a vivir con nosotros casi se me caen los panta
–Helena es amiga mía desde que iniciamos el colegio. No te sientas apenada estamos en confianza. Mi papá es buena onda, ignora a mi hermano, creo que mi madre se embarazó de él cuando estaba enfadada porque siempre anda molesto a donde quiera que va…–Me gustan los vidrios de tu techo –Comentó Sofía, todavía impactada por los ventanales del pasillo en tu casa––Papá mismo diseñó la casa, es arquitecto. Tiene una empresa constructora, cuando lleguemos allá la podrás conocer. Me ha pedido que lo fuéramos a buscar para comer juntos.Sofía no parecía avergonzada o incómoda tras su recepción, tampoco parecía muy expresiva pero al menos no se q
El almuerzo se hizo muy largo, Emily tenía que intervenir cada vez que Sofía decía cosas fuera de lugar o preguntaba por el significado de palabras que no entendía con facilidad. ¿Acaso no había ido al colegio alguna vez?.Al llegar a la empresa la mayoría de los hombres que las acompañaba tomaron su propio rumbo hacia sus destinos siguientes. Emily se quedó con Sofía en la oficina de Liam, había una última cosa que tenía que hacer antes de abandonar el edificio.–Papá…–¿Qué sucede cariño? –Liam leía uno de los documentos que había encontrado sobre la mesa al regresar del restaurante, le daba un vistazo rápido antes de seguir trabajando&ndas
{Me enfrenté a la competencia olvidando su indolencia. ¡Ay! ¡Fue mi error!}Drew todavía se encontraba trastocado por la escena en el estacionamiento. Como siempre, estaba dividido. Una parte suya quería plantarse en casa de aquella diabla disfrazada de ángel para arreglar las cosas y terminar en su departamento de nuevo, mientras que la otra parte quería olvidarse de ella para continuar su vida como antes de conocerla.Cuando se colocó frente a aquel enorme auto no supo si subirse en él o no. Su jefe le había dicho que lo considerara como un regalo de la familia por su buena voluntad con ellos. Desde luego, si no estaba conforme con él, podía ir a la agencia y cambiarlo o devolverlo, pero eso podría representarse como una falta de respeto
Cuando Emily despertó por la mañana y bajó aún en pijama a la cocina. Encontró a Sofía ya cambiada, arreglada y sentada, tomando un vaso de leche en la misma mesa que su hermano. Miró el reloj de la pared para notar que apenas eran las siete de la mañana, explicando por qué Lían aún se encontraba ahí. Lo que no tenía sentido era verlo desayunar tranquilamente con su nueva amiga. Él no era buen acompañante, tampoco una persona sociable. Por lo general solía huir de la gente que no conocía, a no ser que hubiera de por medio temas de negocio.–Eh Sofía ¿Qué haces despierta a estas horas? ¿No es muy temprano?–Me he levantado a las cinco –Emily no comprendió, no había nec
Sebastian tenía puesto el delantal de cocina de la casa, su mano sujetaba una espátula y su rostro tenía una sonrisa jocosa que combinaba perfectamente con la ceja levantada que traía. Emily lo miró de pies a cabeza empezando a bajar del agarre de Drew sobre su cintura.–Parece que han venido a visitarte, que buena onda, justo lo que necesitas para animarte un poco. –Dejó la sartén en el taburete de la cocina y se aproximó a ella para estrechar la mano de la morena– soy Sebastian Lee, el hermano mayor de tu adorado Romeo. Mucho gusto, tu debes ser Emily.–Emily Dunhee, a tus servicios. –Se atrevió a jugar con él tras comprobar que era menos formal y más burlón que su hermano– Y ella es… –Sofía se había qu
Emily rió entre besos y agradeció aquel impulso, dejándolo llevar la batuta. Contenta de recibir caricias que provenían de su iniciativa.–Sígueme.Le ordenó, jalandolo de la mano hasta los servicios higiénicos del club. Drew se la arregló para no perderla ni soltarla en medio de tanto gentío, el aforo se había llenado incluso más que al inicio. En el baño de mujeres la fila de espera era enorme, el baño de varones tampoco era una opción viable, puesto que pese a estar menos concurrido que el femenino, también estaba ocupado por algunos chicos jóvenes que al parecer habían ido en grupo.La situación no supuso un problema para ella, quien pasó de largo, evitando