Esa noche pidieron comida a casa. Habían terminado demasiado cansados luego de arreglar las cosas en la nueva residencia temporal.
Drew se había sentado en la mesa mientras navegaba en su laptop y Emily veía televisión desde el sofá cercano. Aprovechó la atención de la morena en aquella rara novela que se transmitía para entablar comunicación con Marceline, enviando correos a su dirección electrónica e intercambiando algunos mensajes instantáneos por el celular.
–¿Drew? –Preguntó Emily sobresaltándolo al perturbar su concentración en lo que hacía.–
–¿Qué sucede? ¿Te sientes bien?
–Tengo mucho
Los diarios, televisión e internet de la ciudad estaban plagados de información y capturas de mensajes entre Helena y Henry Hammil. En todos ellos trataban temas relacionados al encierro de Emily en su residencia e incluso había algunos cuantos que fueron enviados antes del incidente en el complejo de los Brener, dejando muy en claro que la mayor de los Aferra no había actuado sola.Marceline había sido muy cuidadosa y escogido a detalle las conversaciones exactas en las que no se implicarán a Sofía y aún así hacer que parecieran continuas, como si nunca se hubiesen cortado partes importantes. Sumado a ello, Drew le había proporcionado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la empresa, en donde se podía observar claramente como Henry agredió a la morena la vez en la que escapó de su casa y fue de
–La madre de Hernry Hammil está en frente. –Susurró Emily fingiendo afianzarse bien al brazo de Drew.– Creo que viene hacia aquí, retrocede lentamente y finge que vamos por otro camino.–¿La madre de Henry? –Preguntó sorprendido, aunque le duró poco.– Vale, no tengas miedo, los hombres de Richard nos vienen siguiendo desde que salimos de casa.La sujetó de la mano con fuerza y retrocedió fingiendo con mucho éxito y normalidad tomar un camino diferente. Rita tuvo claras sus acciones desde el inicio, incluso se las esperaba, por lo que cruzó la calle aún cuando con la luz verde para el tránsito de vehículos y los interceptó.No espero ver a gente extraña rode&aa
Emily escogió un bikini diminuto que dejaba a plena vista del día el tatuaje en sus costillas con el nombre de Drew.La playa era privada pero sabía que los reporteros no respetaban aquella medida y siempre encontraban la manera de meterse a sacar las fotos más provocativas.Optaron por pasar la mañana allí, tendidos sobre la arena y disfrutando de la compañía del otro, como si aquello fuese una pequeña probada de lo que se les vendría luego de salir de todos los problemas en lo que estaban envueltos.–Cuando todo esto acabe debemos centrarnos en ser los mejores tíos para el bebé de Lían y Sofía. Espero que sea una niña, de esa forma podremos consentirla más…
–Buenas noticias –Le contó Lían a través de la videollamada.– Ayer Nicolleta Parissi vino hasta aquí para solicitar la construcción de un museo del vino en un terreno que acaba de comprar en las afueras de la ciudad. Aparentemente se quedó con las ganas de tener un espacio de venta dedicado a sus marcas gracias a la payasada que hizo Henry con ese terreno falso para el centro comercial.–Eso es bueno, al fin un contrato luego de tantas cancelaciones. –La sonrisa de Drew fue amplia, le alegraba saber que con aquel proyecto la empresa tendría una oportunidad de reivindicarse y demostrar que estaban resurgiendo pese a las falsas acusaciones de Henry.– Nicolleta es una gran persona.–Eso parece. Me ha sugerido hacer una reunión privada para celebrar que se haya aceptad
–¿Dónde estabas? –Le preguntó Emily cuando lo encontró fuera de la tienda de ropa de la que salía. Drew la miró dándole un muy convincente mentira––Fui a buscar un baño. ¿Puedes creer que los servicios más cercanos están casi del otro lado de este lugar? La fila es enorme, tuve que esperar un largo rato. ¿Compraste el vestido que querías?Emily asintió, incluso sabía cómo cambiar de tema y alejar la conversación del punto inicial.–Compré un vestido rojo que seguro te encantará, también me tomé la libertad de pasar por la tienda de lencería, creo que hay algunas prendas que te van a dejar con la boca abierta…<
Drew todavía estaba inseguro de aquel plan.Ya no había espacio para arrepentimientos pero no podía evitar pensar en todas las posibilidades de que aquello terminara mal. Emily estaba sentada a su lado, vestida con un provocativo vestido rojo de tiras muy al estilo suyo.Se miraba en el espejo retrovisor de su lado, retocándose el labial mientras él conducía a lo que parecía ser su perdición. Se estacionó fuera de la pequeña propiedad construida en un enorme terreno y se dijo a sí mismo que no la dejaría sola ni un momento.–¡Vaya! ¡Qué bonito lugar! ¿Qué planes tienen para construir aquí?–Emily –La llam&oa
Drew no podía borrar el rostro de aquel mesero de su mente, luego de haberle proporcionado esa copa de vino a Emily todo se había ido por el caño. Se orilló a reprimirse en una esquina de la sala de espera lejos de los demás, con los ojos secos por tantas lágrimas y los pensamientos hechos un lío.Su propio juego con los medios de comunicación les había dado una mala pasada, ya que los mismos fotógrafos que tenían el trabajo de captar la alegría de la fiesta ahora difundían las imágenes de su chica siendo atendida por los paramédicos en la cabaña de Nicolleta Parissi.–¡¿Qué demonios sucedió con mi nieta?! –Preguntó la abuela Maria Fernanda, anunciando su llegada, empujada en la silla de ruedas por K
Capítulo 128: Amor–Imposible –Les dijo el doctor. – No hay ninguna ambulancia disponible en estos momentos, todas están en uso.–Qué maldito hospital de mierda. ¡Incompetentes! –Gruñó Lían, sacando a relucir el mal humor que tanto había contenido.––Lían. Cálmate, no digas malas palabras. –Le ordenó Sofía mirándolo con desaprobación.––Me la voy a llevar con o sin una maldita ambulancia. –Intervino Drew más decidido que nunca.– La loca de su madre está cerca y solo hay tres hombres de Richard con nosotros, el resto se quedó en casa de Nicolleta buscando a ese fals