–Buenas noticias –Le contó Lían a través de la videollamada.– Ayer Nicolleta Parissi vino hasta aquí para solicitar la construcción de un museo del vino en un terreno que acaba de comprar en las afueras de la ciudad. Aparentemente se quedó con las ganas de tener un espacio de venta dedicado a sus marcas gracias a la payasada que hizo Henry con ese terreno falso para el centro comercial.
–Eso es bueno, al fin un contrato luego de tantas cancelaciones. –La sonrisa de Drew fue amplia, le alegraba saber que con aquel proyecto la empresa tendría una oportunidad de reivindicarse y demostrar que estaban resurgiendo pese a las falsas acusaciones de Henry.– Nicolleta es una gran persona.
–Eso parece. Me ha sugerido hacer una reunión privada para celebrar que se haya aceptad
–¿Dónde estabas? –Le preguntó Emily cuando lo encontró fuera de la tienda de ropa de la que salía. Drew la miró dándole un muy convincente mentira––Fui a buscar un baño. ¿Puedes creer que los servicios más cercanos están casi del otro lado de este lugar? La fila es enorme, tuve que esperar un largo rato. ¿Compraste el vestido que querías?Emily asintió, incluso sabía cómo cambiar de tema y alejar la conversación del punto inicial.–Compré un vestido rojo que seguro te encantará, también me tomé la libertad de pasar por la tienda de lencería, creo que hay algunas prendas que te van a dejar con la boca abierta…<
Drew todavía estaba inseguro de aquel plan.Ya no había espacio para arrepentimientos pero no podía evitar pensar en todas las posibilidades de que aquello terminara mal. Emily estaba sentada a su lado, vestida con un provocativo vestido rojo de tiras muy al estilo suyo.Se miraba en el espejo retrovisor de su lado, retocándose el labial mientras él conducía a lo que parecía ser su perdición. Se estacionó fuera de la pequeña propiedad construida en un enorme terreno y se dijo a sí mismo que no la dejaría sola ni un momento.–¡Vaya! ¡Qué bonito lugar! ¿Qué planes tienen para construir aquí?–Emily –La llam&oa
Drew no podía borrar el rostro de aquel mesero de su mente, luego de haberle proporcionado esa copa de vino a Emily todo se había ido por el caño. Se orilló a reprimirse en una esquina de la sala de espera lejos de los demás, con los ojos secos por tantas lágrimas y los pensamientos hechos un lío.Su propio juego con los medios de comunicación les había dado una mala pasada, ya que los mismos fotógrafos que tenían el trabajo de captar la alegría de la fiesta ahora difundían las imágenes de su chica siendo atendida por los paramédicos en la cabaña de Nicolleta Parissi.–¡¿Qué demonios sucedió con mi nieta?! –Preguntó la abuela Maria Fernanda, anunciando su llegada, empujada en la silla de ruedas por K
Capítulo 128: Amor–Imposible –Les dijo el doctor. – No hay ninguna ambulancia disponible en estos momentos, todas están en uso.–Qué maldito hospital de mierda. ¡Incompetentes! –Gruñó Lían, sacando a relucir el mal humor que tanto había contenido.––Lían. Cálmate, no digas malas palabras. –Le ordenó Sofía mirándolo con desaprobación.––Me la voy a llevar con o sin una maldita ambulancia. –Intervino Drew más decidido que nunca.– La loca de su madre está cerca y solo hay tres hombres de Richard con nosotros, el resto se quedó en casa de Nicolleta buscando a ese fals
Cuando Drew abrió los ojos pudo divisar a través del espejo retrovisor frente a él que Kevin se había desmayado sobre el airbag que rodeaba su asiento de conductor.Giró de inmediato y vió a Emily mal recostada en la puerta de su lado. Tenía un golpe en la ceja que sangraba y todavía estaba inconsciente.Trató de auxiliarla, pero apenas hasta ese momento se dio cuenta de que él también tenía sangre en la frente y el brazo le dolía demasiado como para moverlo. Cuando se logró incorporar trató de gatear hasta ella.La puerta se abrió por la parte exterior repentinamente, dejándola caer a la autopista como peso muerto.Tard&oac
–¿Qué demonios pasó? –Preguntó Lían bajando del auto de uno de los hombres de Richard. Habían sido auxiliados en medio de la carretera por una fila de vehículos que llegaban a su resguardo. –Lían observó a Elianne y luego toda la escena. No hizo falta que le explicara, un mal presentimiento dentro de él se lo confirmó.–Tu madre chocó el auto y luego roció gasolina en Emily para tratar de incendiarla.La pupilas de Lían se dilataron mientras miraba con ojos acusadores a su madre. Elianne bajó la mirada evitando la suya, Liam bajó del otro auto que apenas se había estacionado allí, sin siquiera esperar a que se detuviera. El auto frenó varios metros más allá.Emily tuvo que protegerse de la aparatosa caída que solo le causó más dolores en el cuerpo. Rodó un poco provocándose algunos raspones en las piernas y brazos pero agradeció que el dolor ayudara a sus extremidades a reaccionar más rápido de lo que podía e intentó correr lejos de la única carretera a traspiés.Se fue hacía el área verdosa que ladeaba la autopista, tratando de llegar a un enorme árbol que podría esconderla al menos unos minutos. La gasolina que su madre le había rociado previamente la hacía resbalar a cada momento, imposibilitando su huida y quitándole valiosos minutos.Tenía que hacer quCapítulo 131: Arrastrándome lejos de ti
Drew y Henry se preparaban para jalar el gatillo y probar quien tenía más suerte en cuanto a la rapidez.El grito de impotencia de Emily fue seguido de un acto que ninguno se esperaba. La morena se colocó delante de de Drew mirando fijamente al único heredero de la poderosa familia Hammil, sin importar que estuviera apuntándola con el arma que le quitaría la vida con un solo tiro o que el tipo estaba lo suficientemente loco de odio como para asesinarla.–¿Quieres matar a Drew? ¡¿Tienes tantas ganas de eso?! ¡Entonces vas a tener que matarme a mí primero! ¡No me importa!–Emily qué demonios estás haciendo –Cuestionó el mencionado a sus espaldas, sin dejar de mantener el arma sostenida a