–La madre de Hernry Hammil está en frente. –Susurró Emily fingiendo afianzarse bien al brazo de Drew.– Creo que viene hacia aquí, retrocede lentamente y finge que vamos por otro camino.
–¿La madre de Henry? –Preguntó sorprendido, aunque le duró poco.– Vale, no tengas miedo, los hombres de Richard nos vienen siguiendo desde que salimos de casa.
La sujetó de la mano con fuerza y retrocedió fingiendo con mucho éxito y normalidad tomar un camino diferente. Rita tuvo claras sus acciones desde el inicio, incluso se las esperaba, por lo que cruzó la calle aún cuando con la luz verde para el tránsito de vehículos y los interceptó.
No espero ver a gente extraña rode&aa
Emily escogió un bikini diminuto que dejaba a plena vista del día el tatuaje en sus costillas con el nombre de Drew.La playa era privada pero sabía que los reporteros no respetaban aquella medida y siempre encontraban la manera de meterse a sacar las fotos más provocativas.Optaron por pasar la mañana allí, tendidos sobre la arena y disfrutando de la compañía del otro, como si aquello fuese una pequeña probada de lo que se les vendría luego de salir de todos los problemas en lo que estaban envueltos.–Cuando todo esto acabe debemos centrarnos en ser los mejores tíos para el bebé de Lían y Sofía. Espero que sea una niña, de esa forma podremos consentirla más…
–Buenas noticias –Le contó Lían a través de la videollamada.– Ayer Nicolleta Parissi vino hasta aquí para solicitar la construcción de un museo del vino en un terreno que acaba de comprar en las afueras de la ciudad. Aparentemente se quedó con las ganas de tener un espacio de venta dedicado a sus marcas gracias a la payasada que hizo Henry con ese terreno falso para el centro comercial.–Eso es bueno, al fin un contrato luego de tantas cancelaciones. –La sonrisa de Drew fue amplia, le alegraba saber que con aquel proyecto la empresa tendría una oportunidad de reivindicarse y demostrar que estaban resurgiendo pese a las falsas acusaciones de Henry.– Nicolleta es una gran persona.–Eso parece. Me ha sugerido hacer una reunión privada para celebrar que se haya aceptad
–¿Dónde estabas? –Le preguntó Emily cuando lo encontró fuera de la tienda de ropa de la que salía. Drew la miró dándole un muy convincente mentira––Fui a buscar un baño. ¿Puedes creer que los servicios más cercanos están casi del otro lado de este lugar? La fila es enorme, tuve que esperar un largo rato. ¿Compraste el vestido que querías?Emily asintió, incluso sabía cómo cambiar de tema y alejar la conversación del punto inicial.–Compré un vestido rojo que seguro te encantará, también me tomé la libertad de pasar por la tienda de lencería, creo que hay algunas prendas que te van a dejar con la boca abierta…<
Drew todavía estaba inseguro de aquel plan.Ya no había espacio para arrepentimientos pero no podía evitar pensar en todas las posibilidades de que aquello terminara mal. Emily estaba sentada a su lado, vestida con un provocativo vestido rojo de tiras muy al estilo suyo.Se miraba en el espejo retrovisor de su lado, retocándose el labial mientras él conducía a lo que parecía ser su perdición. Se estacionó fuera de la pequeña propiedad construida en un enorme terreno y se dijo a sí mismo que no la dejaría sola ni un momento.–¡Vaya! ¡Qué bonito lugar! ¿Qué planes tienen para construir aquí?–Emily –La llam&oa
Drew no podía borrar el rostro de aquel mesero de su mente, luego de haberle proporcionado esa copa de vino a Emily todo se había ido por el caño. Se orilló a reprimirse en una esquina de la sala de espera lejos de los demás, con los ojos secos por tantas lágrimas y los pensamientos hechos un lío.Su propio juego con los medios de comunicación les había dado una mala pasada, ya que los mismos fotógrafos que tenían el trabajo de captar la alegría de la fiesta ahora difundían las imágenes de su chica siendo atendida por los paramédicos en la cabaña de Nicolleta Parissi.–¡¿Qué demonios sucedió con mi nieta?! –Preguntó la abuela Maria Fernanda, anunciando su llegada, empujada en la silla de ruedas por K
Capítulo 128: Amor–Imposible –Les dijo el doctor. – No hay ninguna ambulancia disponible en estos momentos, todas están en uso.–Qué maldito hospital de mierda. ¡Incompetentes! –Gruñó Lían, sacando a relucir el mal humor que tanto había contenido.––Lían. Cálmate, no digas malas palabras. –Le ordenó Sofía mirándolo con desaprobación.––Me la voy a llevar con o sin una maldita ambulancia. –Intervino Drew más decidido que nunca.– La loca de su madre está cerca y solo hay tres hombres de Richard con nosotros, el resto se quedó en casa de Nicolleta buscando a ese fals
Cuando Drew abrió los ojos pudo divisar a través del espejo retrovisor frente a él que Kevin se había desmayado sobre el airbag que rodeaba su asiento de conductor.Giró de inmediato y vió a Emily mal recostada en la puerta de su lado. Tenía un golpe en la ceja que sangraba y todavía estaba inconsciente.Trató de auxiliarla, pero apenas hasta ese momento se dio cuenta de que él también tenía sangre en la frente y el brazo le dolía demasiado como para moverlo. Cuando se logró incorporar trató de gatear hasta ella.La puerta se abrió por la parte exterior repentinamente, dejándola caer a la autopista como peso muerto.Tard&oac
–¿Qué demonios pasó? –Preguntó Lían bajando del auto de uno de los hombres de Richard. Habían sido auxiliados en medio de la carretera por una fila de vehículos que llegaban a su resguardo. –Lían observó a Elianne y luego toda la escena. No hizo falta que le explicara, un mal presentimiento dentro de él se lo confirmó.–Tu madre chocó el auto y luego roció gasolina en Emily para tratar de incendiarla.La pupilas de Lían se dilataron mientras miraba con ojos acusadores a su madre. Elianne bajó la mirada evitando la suya, Liam bajó del otro auto que apenas se había estacionado allí, sin siquiera esperar a que se detuviera.Último capítulo