Ella estaba llorando mientras sus lágrimas mojaban su camisa pero él no se movió ni desapareció . Él la abrazó con fuerza contra su pecho. Podía oír los latidos salvajes de su corazón.

Era lo mismo que ella pero tenía miedo. Mucho miedo de que desapareciera y fuera solo un sueño.

—Bebé —dijo con voz áspera y trató de alejarse, pero ella no lo dejó.

Ella lo abrazó con fuerza y él la envolvió de nuevo en su abrazo. Su rostro se sumergió en el hueco de su cuello mientras tomaba una bocanada de su aroma para el contenido de su corazón, pero no importaba cuánto inhalaba su embriagador aroma. Nunca podía tener suficiente de ella.

Sus cálidos labios dejaron caer un beso en su cuello y luego otro un poco más abajo. Ella estaba alerta. Sus uñas se clavaron en la piel de su nuca, pero él no se quejó. Él dejó que ella lo abrazara.

—P por favor —suplicó su voz era un gemido tembloroso. Todo su cuerpo temblaba con emociones crudas.

—Dime que n... no es un sueño —susurró ella oliendo, él trató de