3 años y medio atrás....Ya habían pasado 6 meses desde que paso el incidente con aquel hombre, la señora Consuelo la mujer que en tan solo unos meses se convirtió como en mi madre que me brindó techo y ayuda, me aconsejo ir a visitar a aquel hombre al hospital, pero yo no sentía que fuera lo correcto, no era un familiar mío yo era una simple desconocida, así que con el simple hecho de saber que sobrevivió yo me daba por satisfecha, aunque en el fondo no dejaba de pensar si verdaderamente estaba bien.Ya había llegado la hora de salida del trabajo, tomé mis cosas y salí del local con la intención de irme a casa, cuando una voz extraña me llamó a mis espaldas.— Valeria Palacios...– no había dudas que me llamaba a mí, después de todo dijo mi nombre completo.Me giré para ver al extraño, la sorpresa en mi rostro era tan grande al darme cuenta de quién se trataba, era aquel hombre que logré salvar al brindarle primeros auxilios.Un hombre ya un tanto mayor pero lleno de energía y fuerzas
Tiempo actual...Mort y yo estamos sentados en el piso del balcón, hace tanto que no sentía el calor del sol en mi cuerpo, la suave caricia del viento sobre mi piel tenía los ojos cerrados disfrutando del sonido de las hojas de los árboles bailar, las aves cantar al volar y el sonido del agua proveniente de una fuente que estaba en el jardín de abajo; cuando abro los ojos me doy cuenta de que Mort me mira fijamente, parece estar muy entretenido.— ¿Qué pasa? .– le pregunto ya que su mirada perece perdida, y si lo estaba ya que parpadea varias veces y se voltea a otro lado.— Nada... solo que no entiendo porque estamos en el suelo. – risas provenientes de la parte baja desmoronan mi buen humor.— No quiero que me vean... – digo en voz baja— Puedo hacer algo para que sea así— Bueno digamos que un 40% es por eso y un 60% porque no estoy lista para verles la cara a todos ellos aún.— Tienes que agarra valor, no puedes estar encerrada aquí en esta habitación para siempre por miedo.— Los
El silencio empezó a tornarse incómodo, no para mí en absoluto, estoy disfrutando todo esto, pero a juzgar por sus caras nadie en este lugar lo hace como yo.Ninguno ha tocado su plato de comida, mis padres y Cristina se miran unos a otros o agachan simplemente la mirada, Jair esta absorto a mi lado picoteando la comida de su plato, estoy disfrutando este silencio porque estoy segura de que en cuanto cualquiera de ellos abra la boca se empezará a desatar una discusión y francamente lo espero con ansías.— ¿Desde cuándo estas bien? ¿Acaso fingiste estar enferma para preocuparnos?No puedo creer lo que acabo de escuchar, ¿¡Es enserio Jair?! Dejo los cubiertos al lado de mi plato, la comida se había terminado para mí, ahora comienza lo bueno, apoyo mis codos sobre la mesa y entrelazo mis manos para ver directamente a los ojos a Jair.Esta molesto, me mira con desaprobación, ¡Por dios! Como puede ser tan cínico, como puede hacerse el indignado quién debería estar así soy yo, no ninguno d
3 años atrás...Mi abuelo murió 3 meses después de mi reencuentro con Jair, el día que él sabía que tarde o temprano llegaría y el que yo tanto temía nos alcanzó.Llore su pérdida más que nadie, el velorio estaba repleto de extraños, solo Consuelo mi segunda madre y Jair eran mis únicos conocidos en el lugar y Roberto el abogado y mano derecha de mi abuelo, pero no éramos cercanos, nos habíamos saludado un par de veces, pero de eso no pasaba.Me tomé una semana en el trabajo, no tenía ánimos para ir, me dolía tanto haber perdido a ese extraño que se convirtió en familia para mí en cuestión de pocos meses.— Arriba ese ánimo princesa no me gusta verte así...Jair acaricia mi cabeza con ternura, estábamos en sillón de mi casa, tenía mi cabeza sobre sus piernas, desde que nos topamos aquella vez en el ascensor empezó a buscarme, me llevaba detalles como chocolates y flores; era tan atento y tierno que en cuestión de un mes comenzamos a salir.Al salir del trabajo siempre pasaba a mi casa
Tiempo actual...Manejo con total calma, concentrándome en las cosas que tengo planeadas hacer hoy, comprar un auto nuevo, ropa nueva, bolsos, accesorios, me encantaría quemar todo de solo recordar que en este tiempo Cristina estuvo usando mis cosas, pero sería un completo desperdicio así que las donaría a la caridad, con que no estén en manos de Cristina me doy por bien servida.Llego a la parte más elegante y un poco aislada del resto de la ciudad, me adentró entre los hermosos árboles para llegar al frente de un gran edificio de escasos 3 pisos, pero muy elegante, bajo de mi auto y uno de los Valet parking se acerca para tomar mis llaves al verme su rostro de sorpresa no tiene precio.— ¡Señorita Palacios! Que gusto verla, escuché que estaba enferma, me da gusto que esté mejor.— Gracias Damián, y dime Valeria por favor... ¿Se encuentra el director del Club?— Sí, está de suerte, justo acaba de llegar...— Me puedes hacer un favor muy grande... puedes llamarlo para que salga, es qu
2 años atrás...Faltaba poco para que se cumpliera un año desde la muerte de mi abuelo y me da gusto decir que Roberto se lleva mucho mejor conmigo y se la pasa alagando mi habilidad, inteligencia e instinto para los negocios.A lo largo de este tiempo, 3 meses atrás he tenido la presidencia de la empresa por debajo de la mesa, he conseguido buenos contratos y socios importantes que nos han permitido crecer de una manera exponencial colocándonos en los primeros lugares de las mejores empresas constructoras del país.— Sí que el señor Uriel no se equivocó contigo, has llevado la empresa a la gloria, tienes madera para los negociosRoberto está eufórico revisando los reportes de ingresos anuales comparándolos con años anteriores y en definitiva el crecimiento es notorio.— No todo el crédito es mío, has sido un excelente mentor, esto lo hemos conseguido juntos, es gracias a ambos.— Tu siempre tan modesta.Entró una llamada a mi celular, estaba en la oficina principal con Roberto, era J
Tiempo actual...Después de compartir el desayuno con el señor Morgan me dirigí a realizar el resto de las cosas en mi lista de pendientes, pero antes de regresar a casa fui directo a la empresa, tenía muchas ganas de ver a alguien.El lugar estaba tal y como lo recordaba, un edificio alto que casi tocaba las nubes tenía una imagen que trasmitía poder y grandeza, nunca me pareció mi estilo, pero esta vez me siento identificada con él.Entro y me dirijo al ascensor para ir directamente a la oficina principal, al llegar la secretaria me mira con asombro como todos los conocidos que me he llegado a topar.— Hola, buenos días, Isabel ¿Está Roberto en la oficina?.‐ ella me mira con asombro y asiente ligeramente, por un momento hasta pareciera que perdió el color, le sonrió amablemente y continuó. – Gracias.No toqué la puerta, simplemente entré y ahí estaba el atareado con un montón de documentos al frente, su cabello oscuro ya tenía algunas canas visibles, cuando levantó sus ojos grises a
1 año y medio atrás...En tan solo 6 meses pasaron muchas cosas importantes, la primera de ellas fue la reconciliación con mis padres, aquella cena a la que me habían invitado marco el inicio de ello, mamá Consuelo no estaba de acuerdo cuando le dije, aún recuerdo su reacción.— ¿¡Ir a cenar con ellos?! Valeria, ¿es en serio?.– había dolor en su mirada, no entendía el porqué, para mí solo era una cena.— Solo es una cena mamá Consuelo, no me iré de aquí, estaré contigo, son mis padres al final de cuentas...— Eso no es una justificación para tolerar los malos tratos, se escudan de su lazo familiar y tú lo minimizas por llevar su sangre. – estaba irritada, me daba cuenta fácilmente, sin embargo, no tenía nada que decir, ella tenía toda la razón. — Sé que yo no soy tu verdadera madre, pero en verdad te amo como si fueras mi propia hija, me duele y me llena de rabia como quieren venir ahora como si nada pasó a invitarte a cenar, ¿es que no tienen vergüenza?...Puse mi mano sobre la de el