*—Charlie:
No había conseguido nada con Jenna.
Aquel primer día en Italia lo pasó con los chicos y a la hora de la cena, se fue a su habitación a tomarla. Quería estar solo. Y durmió de la misma forma. Solo. Pero esto le ayudó a pensar y a refrescar sus pensamientos. Al día después, se reunió con los chicos para desayunar. Esta vez, Jenna no huyo de él cuándo se sentó a su lado.
Charlie la observó. Aquel día llevaba una camisa blanca algo holgada la cual revelaba el valle de sus turgentes pechos. Charlie siguió la pequeña cadena de plata que desaparecía entre sus pechos. Era la primera vez que la veía. ¿Quién diablos se la había regalado? Debía dejar los celos. Quizás la había comprado.
Continuó mirando. Su cara estaba muy fresca, libre de
*—Charlie:No sabía que estaba planeando Jenna, pero debía de ser algo bueno ya que el resto del grupo andaba en muy buenos ánimos y le daban a Charlie miradas extrañas. Estaba muy curioso por saber que era lo que Jenna había planeado para ambos.De todos modos, estaba feliz de que por fin Jenna le había hablado para decirle que hoy hablarían correctamente, en privado y sin prisas. No sabía lo que tenía que decir pero parecía ser que no era nada malo porque Jenna estaba demasiado de buen humor. Incluso Charlie perdió el control cuando fue a buscarlo a su habitación que compartía con Hayden, esta se había mostrado muy a gusto mientras lo tocaba. Estaba deseosa por él, ambos sentían el mismo deseo, pero Jenna se había frenado por algo.Charlie soltó un suspiro y sonrió feliz. Solo tenía que
*—Charlie:Desde el momento que Jenna le preguntó si podría cubrirle los ojos, Charlie se dio cuenta de que en verdad le tenía algo preparado. La conocía demasiado bien. Sonrió mientras era arrastrado por Jenna hacia dentro de su habitación. No se imaginaba que le tenía preparado pero se imaginaba que era algo romántico. Lo sabía.Jenna lo llevo hasta que se detuvo pero no fue a quitarle el antifaz y Charlie se quedó quieto en donde estaba. ¿Qué tenía en mente? Aspiro el aire. Había un aroma dulce y cálido en la habitación. ¿Qué era aquello? Ella soltó su mano y se movió por la habitación. Charlie afinó su oído para escuchar mejor. Luego de unos segundos, escuchó como la puerta de la habitación se cerraba y después el repiqueo de sus tacones sobre la cer
*—Charlie: Después de lo sucedido, habían regresado al cuarto de baño y una vez más, estaban dentro de la bañera pero esta vez, Jenna estaba apoyada de Charlie mientras disfrutaban del baño, del rico aroma y del champagne. A pesar de que Charlie había rechistado con que Jenna tomase de este último, esta le había asegurado de que estaría bien si solo era una pequeña cantidad, así que la había dejado. Charlie sonrió feliz y se quedó mirando la cabeza de Jenna. Se acercó y plantó un beso sobre su cabello oscuro. Escuchó una risita de Jenna y Charlie cerró los ojos. Se sentía tan feliz. En estos momentos pensaba que quizás todo era un sueño ya que dudaba que una persona pudiera estar tan feliz. Sintió como ella se movía sobre él y sonrió. No era un sueño. Era su realidad. Iba a explotar de felicidad pronto. Quería apretar a Jenna entre sus brazos y no dejarla ir nunca más. Quería permanecer pegado a ella siempre. —¿Estás cómodo? —escuchó que Jenn
*—Jenna: Cuando fijo su mirada en aquel hombre alto de pelo castaño despeinado, el corazón de Jenna Bryant retumbó en su pecho y se quedó tan cautivada y tan encismada que estaba sorprendida de que estuviese de esa forma. ¿Qué era eso lo que le pasaba? Jenna movió la cabeza e intento seguir la conversación que mantenían sus primos y sus otros primos de la otra rama de la gran prestigiosa familia Bryant. Jenna estaba en aquel momento en la fiesta de cumpleaños del patriarca de la rama principal que se había separado de la secundaria por unos asuntos que a Jenna le parecían estúpidos, los hombres viejos eran tan ridículos, alejarse de la familia solo porque no seguían los mismos ideales. Lo bueno era que la primera y segunda rama había decidido limar las asperezas de tiempo atrás, volviendo a como habían estado antes, unida y esta había sido una buena oportunidad para hacerlo. Ahora sus primos, los otros primos de la otra rama y ella estaban re
*—Charlie:Quizás estaba tomando de más.Charles Winters, llamado cariñosamente por sus cercanos Charlie, se mordió el labio y se bebió de un trago el contenido de su vaso el cual era whisky, era mejor tomárselo que desperdiciarlo. Dejó el vaso de cristal sobre la mesa de hierro forjado y miró hacia el cielo ennegrecido. Había salido a tomar un poco de aire a fuera del hotel donde se celebraba la fiesta del patriarca de los Bryant.Soltó un suspiro mientras cerraba los ojos y dejaba que la fría brisa le acariciara la cara, refrescándolo un poco. No quería estar en aquel lugar pero tenía que estar allí. Era uno de los mejores amigos del tercer hijo del agraciado señor Bradley Bryant, Christopher. Como cercano de la familia ya que conocía a los ojos hijos del cumpleañero y su familia era cercana a los Br
*—Jenna:¿Qué había hecho?Jenna bajo la cabeza y se acercó a la cama para sentarse ya que si se quedaba de pie, sus piernas cederían y se caería al suelo. Se quedó mirando hacia la nada, rebobinando lo de hace un rato.La había cagado.Levantó las manos y enterró la cara en estas. ¿Qué había estado pensando?Miró hacia el vestido que yacía en un sofá en la habitación. Recordando como Charlie se lo había quitado la noche anterior. Se abrazó a sí misma, recordando más cosas, como el toque tanto de sus manos hábiles como el de sus labios.En verdad la había cagado.Se tiró de espaldas hacia la cama y se cubrió los ojos con un brazo. Nunca la había cagado tan fuerte. ¿Qué había estado pensando? Hab&iac
*—Jenna:En verdad tenía un don de persuasión fascinante. Estaba sorprendida de ella misma.Jenna sonrió feliz mientras veía el número de teléfono escrito en la agenda de su móvil. Guardó el aparato feliz en el bolsillo de su falda de su uniforme escolar mientras caminaba hacia la salida del colegio junto con su prima Kylie.Charlie y ella al fin habían llegado a un acuerdo. Jenna ahora tenía relación con el hombre que tanto le gustaba, aun no se lo podía creer, se había pellizcado varias veces para ver si estaba en la realidad y no en un puto sueño. Era maravilloso que Charlie haya aceptado. Si, sabía que era una locura, su relación por lo que veía solo sería física, nada romántica pero las mentes cambiaban con el tiempo y los corazones por igual, un día podían estar de esa
*—Jenna:Una semana después…¿Por qué esperaba su llamada?Jenna miró su móvil al otro lado de su cama.Estaba esperando pacientemente su llamada desde hace una semana. Así era su obsesión por Charlie. Estaba tan obsesionada que hasta se estaba soñando con él. Estaba loca. No era para nada sano, pero allí estaba ella esperando y deseando que él la llamase cuando sabía que no lo haría. Charlie solo había puesto esas condiciones para asustarla. Si, luego de mucho pensarlo y hablarlo con Kylie, su confidente, había llegado a la conclusión de que le propuso esa relación sexual y esas condiciones mientras le decía duras palabras para que ella se alejase de él.Era duro, pero Jenna no era de las que desistía fácilmente. A pesar de que se sen