*—Jenna:
Cuando fijo su mirada en aquel hombre alto de pelo castaño despeinado, el corazón de Jenna Bryant retumbó en su pecho y se quedó tan cautivada y tan encismada que estaba sorprendida de que estuviese de esa forma. ¿Qué era eso lo que le pasaba? Jenna movió la cabeza e intento seguir la conversación que mantenían sus primos y sus otros primos de la otra rama de la gran prestigiosa familia Bryant.
Jenna estaba en aquel momento en la fiesta de cumpleaños del patriarca de la rama principal que se había separado de la secundaria por unos asuntos que a Jenna le parecían estúpidos, los hombres viejos eran tan ridículos, alejarse de la familia solo porque no seguían los mismos ideales. Lo bueno era que la primera y segunda rama había decidido limar las asperezas de tiempo atrás, volviendo a como habían estado antes, unida y esta había sido una buena oportunidad para hacerlo.
Ahora sus primos, los otros primos de la otra rama y ella estaban reunidos hablando en un gran grupo. Sus tres primos de la otra rama se vean fantásticamente bien. No hacía daño que ella mirase, tenía permitido admirar la vista y dos de ellos estaban frente a ella, además de los amigos de estos y había uno de ellos que había captado completamente la atención de Jenna. La chica sonrió mientras veía a uno de los amigos de sus primos. Este parecía ser soltero, ya que el otro amigo que era un rubio muy guapo tenía a una despampanante chica de cabello negro a su lado.
Volvió a mirar al tipo en un traje oscuro y de cabello castaño. ¿Qué edad tendría? Parecía un poco mayor y ella tenía mucha debilidad por los hombres de esa manera. Jenna solo tenía 17 pero muy pronto pasaría la mayoría de edad y estaba deseando este momento para ligarse con algún hombre mayor, ya que, le desangraban los chicos de su edad. Estos eran tontos y bruscos, no sabían cómo tratar a una mujer y era por eso que ella seguía guardando su tarjeta V sin dársela a nadie pero… Batió las pestañas cuando el tipo que había escuchado que se llamaba Charlie, el cual suponía que era diminutivo de Charles, miró hacia ella. Todo nombre de hombre mayor. Jenna no tendría problema de compartir su tarjeta con aquel hombre.
Jenna sonrió y coqueteó con él pero el tipo rápidamente miró hacia Robert. ¿Qué? ¡Vamos! Ella era guapa y cualquier hombre desearía mirarla. Tenía un ceñido vestido azul eléctrico que llegaba hasta sus rodillas y que hacia juego con sus ojos del mismo color. Había optado por teñirse el pelo de rubio desde hace un tiempo, ocultando su azabache tono ya que prefería el rubio al negro, lo que la hacía verse mucho mejor y más madura. Ella era un bombón andante. No entendía porque Charlie no seguía mirándola.
Jenna se cruzó de brazos y siguió mirando a Charlie, pero se dio cuenta de que Charlie no estaba mirando a Robert. Estaba mirando a… Arqueó una ceja. ¿Acaso estaba mirando a la prometida de Robert? ¿A Brianna? Se quedó mirando fijamente, sin discreción alguna. Si, era a ella que la estaba mirando pero no entendía por qué… ¿Acaso…? ¡Oh por Dios! ¡No podía ser! A Charlie le gustaba Brianna.
¿Por qué?
Jenna le dio una mirada a la prometida de su primo. Ella era bonita pero si Jenna fuese hombre preferiría a la otra gemela, esta se veía picante y se veía que no era nada tímida ya que desde que se habían acercado estaba coqueteando con el hermano mayor de Jenna, Jonathan. Brianna se veía demasiado tranquila y sosa, ella no podía llamar la atención más que Jenna. Refunfuñó completamente molesta porque el hombre donde había puesto su mirada estaba interesado en otra chica.
Maldición. No era justo.
En ese momento, la pareja sacada de Hollywood se despidió de todos y Charlie también lo hizo para después marcharse junto a la pareja, dejando a Jenna enfadada pero luego una sonrisa se dibujó en sus labios. Ese hombre iba a ser suyo o no se llamaba Jenna Bryant. Tenía la sangre de los calientes y prestigiosos Bryant. Él no iba a escapársele.
*—Charlie:Quizás estaba tomando de más.Charles Winters, llamado cariñosamente por sus cercanos Charlie, se mordió el labio y se bebió de un trago el contenido de su vaso el cual era whisky, era mejor tomárselo que desperdiciarlo. Dejó el vaso de cristal sobre la mesa de hierro forjado y miró hacia el cielo ennegrecido. Había salido a tomar un poco de aire a fuera del hotel donde se celebraba la fiesta del patriarca de los Bryant.Soltó un suspiro mientras cerraba los ojos y dejaba que la fría brisa le acariciara la cara, refrescándolo un poco. No quería estar en aquel lugar pero tenía que estar allí. Era uno de los mejores amigos del tercer hijo del agraciado señor Bradley Bryant, Christopher. Como cercano de la familia ya que conocía a los ojos hijos del cumpleañero y su familia era cercana a los Br
*—Jenna:¿Qué había hecho?Jenna bajo la cabeza y se acercó a la cama para sentarse ya que si se quedaba de pie, sus piernas cederían y se caería al suelo. Se quedó mirando hacia la nada, rebobinando lo de hace un rato.La había cagado.Levantó las manos y enterró la cara en estas. ¿Qué había estado pensando?Miró hacia el vestido que yacía en un sofá en la habitación. Recordando como Charlie se lo había quitado la noche anterior. Se abrazó a sí misma, recordando más cosas, como el toque tanto de sus manos hábiles como el de sus labios.En verdad la había cagado.Se tiró de espaldas hacia la cama y se cubrió los ojos con un brazo. Nunca la había cagado tan fuerte. ¿Qué había estado pensando? Hab&iac
*—Jenna:En verdad tenía un don de persuasión fascinante. Estaba sorprendida de ella misma.Jenna sonrió feliz mientras veía el número de teléfono escrito en la agenda de su móvil. Guardó el aparato feliz en el bolsillo de su falda de su uniforme escolar mientras caminaba hacia la salida del colegio junto con su prima Kylie.Charlie y ella al fin habían llegado a un acuerdo. Jenna ahora tenía relación con el hombre que tanto le gustaba, aun no se lo podía creer, se había pellizcado varias veces para ver si estaba en la realidad y no en un puto sueño. Era maravilloso que Charlie haya aceptado. Si, sabía que era una locura, su relación por lo que veía solo sería física, nada romántica pero las mentes cambiaban con el tiempo y los corazones por igual, un día podían estar de esa
*—Jenna:Una semana después…¿Por qué esperaba su llamada?Jenna miró su móvil al otro lado de su cama.Estaba esperando pacientemente su llamada desde hace una semana. Así era su obsesión por Charlie. Estaba tan obsesionada que hasta se estaba soñando con él. Estaba loca. No era para nada sano, pero allí estaba ella esperando y deseando que él la llamase cuando sabía que no lo haría. Charlie solo había puesto esas condiciones para asustarla. Si, luego de mucho pensarlo y hablarlo con Kylie, su confidente, había llegado a la conclusión de que le propuso esa relación sexual y esas condiciones mientras le decía duras palabras para que ella se alejase de él.Era duro, pero Jenna no era de las que desistía fácilmente. A pesar de que se sen
*—Jenna:Soltó un suspiro y lanzó su móvil hacia un lado.Era fin de semana y estaba holgazaneando en el piso que Kylie y su novio compartían, si, otra vez, pero era que le gustaba estar en aquel lugar, interrumpiendo un poco a la pareja que el poco tiempo que tenían para verse juntos, era después de clases y los fines de semanas. Aunque aquel día, la pareja andaba en una cita, así que Jenna tenía el lugar para ella sola.Miró hacia su móvil.Después de decidir ser ella misma e intentarlo, Jenna no estaba muy a gusto. Sin maquillaje era demasiada pálida y aunque no había vuelto su cabello negro otra vez, no tenía que hacerlo para saber que con este parecería la chica del aro. Así que había descartado al final quitar su maquillaje y teñirse el pelo de nuevo. Con respecto a la ropa, hab&iac
*—Charlie:Había pasado una semana desde la última vez que vio a Jenna Bryant. No debería importarle ya que debería estar feliz porque esta no estaba por allí y que parecía que ella se había rendido al fin, pero por alguna razón, no podía dejar de pensar en ella y a Charlie no le gustaba esto.No podía concentrarse mucho por esta misma razón. Tenía que admitir que Jenna Bryant tenía algo que a Charlie le llamaba mucho la atención a pesar de que este decía que ella no era su tipo de chica.Se puso de pie y dejo el trabajo para después, como quiera no había mucho que hacer, el trabajo últimamente se estaba achicando, nadie lo buscaba para que sea su abogado y esto le estaba molestando. Se acercó a los ventanales de su oficina y observó la rica vista. Se había vuelto así desde
*—Jenna: Al fin se había decidido ir a ver a Charlie después que forjó su plan para conquistarlo. Había ido con esa meta en mente, conseguir una cita con Charlie y no se iría de aquel lugar hasta conseguirla. Vio como el amigo de Charlie salía rápidamente de la oficina, era mejor, así estaba solos. Jenna sonrió y se volvió hacia Charlie. —Tengo un pedido para ti—dijo Jenna y vio como Charlie se sorprendía. Quizás estaba pensando que era algo loco o algo así. Bueno, quizás Charlie no lo viera muy bien, aunque era tan solo una inocente cita. Lo que tenía planeado no era algo del otro mundo y quizás Charlie lo vería algo infantil pero solo quería que se divirtiese un poco ya que parecía que tenía mucho tiempo que no lo hacía. Charlie se cruzó de brazos y apoyó su espalda sobre el ventanal. Aquello le dio una imagen bastante sensual con aquel traje hecho a la medida y su expresión de aburrido. Cada día más, Jenna iba enamorándose
*—Charlie:Esto era de tontos.Charlie se cruzó de brazos y bufo molesto.Jenna le había mandado un mensaje hace dos días diciéndole en este los detalles de la “cita”. Cuando Charlie los vio, se había quedado un poco confundido al principio y había replicado sobre ello, pero Jenna había dicho que sería divertido.Charlie miró por el lugar.Tenía que esperar a Jenna en la plaza comercial en donde estaba el cine donde ella quería ver una película con él. La cosa era que era vergonzoso. Charlie estaba apoyado sobre una columna de la entrada de la plaza y cada persona que entraba se lo quedaba viendo. Esto era tedioso. ¿Acaso era por cómo estaba vestido? Normalmente llevaba siempre un traje o una camisa con un pantalón de tela, se vestía formalmente siempre, pero hoy había decidid