Fred. siempre tan cruel, Freda se va a meter en problemas.
«Me voy de cacería porque la noche está fría y la presa está dispuesta para esta que esta chica haga lo que mejor sabe hacer: cazar» Carol disparó entonces: —Doug te trae mujeres aquí y si te descubro Albert te desplumo. Salía molesta y se topaba en la entrada con Doug. —Carol, ¿qué haces aquí? —Vine a ver a tu padre y te advierto que si sigues con esas cosas te voy a dar la zurra que no te di de niño. Freda llegaba en esos momentos y cuando Doug la vio, supo que estaban en problemas, cogió a Carol, le dio la vuelta y la abrazó: —¡Mamita! La mujer gritó y Freda al ver a Doug hacerle señas se escondió. —¡Idiota! —lo golpeó ella. Subió al auto y se fue, Doug vio salir a Freda y entonces ella preguntó: —¿Quién era ella? —La esposa de mi padre… De la que te salvaste… —respiraba agitado. Freda entró a visitar al anciano y él le explicó: —Mi esposa no entiende lo que deseo hacer… —Lo lamento. Doug estaba afuera cuando vio el auto de Carol volver a frenar frente al sitio y se
Y si te topo hasta en la sopa y mi corazón se aloca Arios meditaba en lo pasado, miraba el rompecabezas con atención cuando su móvil sonó y era su tía: —Querido, ¿cómo va todo? —Genial, estoy listo para lo que viene, el discurso en el evento de los Jóvenes Visionarios. —Al menos sé que eres un joven visionario y que podrás inspirar a muchos jóvenes como tú. —Gracias, tía… —entonces se animó a preguntar—, tía… sabes que te quiero ¿verdad? Lily entonces le dijo a su sobrino: —Suéltalo Arios. —Es que… Somos una familia muy tradicional y generacional y yo… Bueno, quería saber si había algún antepasado que tuviera mala fama. Hubo silencio de parte de su tía y de repente la escuchó reaccionar: —¿Por qué preguntas eso, Arios? —No sé… Algún secreto familiar que pueda… No sé, ser usado en mi contra. —Arios me estás preocupando. —Tía, solo es una simple pregunta. —Hijo, es que no es tan simple… —¿Entonces hay algo? Se inquietó ante este hecho. —Querido tenemos que hablar, verás
«El día que no coincidamos en esta vida sabré que no eras para mí» Arios Hudson Ya todo estaba dicho, era todo o nada, Freda no sabía lo que esperar y tampoco lo que iba a decir o la forma en cómo actuar, era como decían: las cosas improvisadas salen mejores, esperaba que eso se diera en este caso. Sus manos sudaban y se notaba que estaba nerviosa y Doug le indicó: —Contrólate, solo es un hombre al que debes clavarle el diente. —Oye, no soy vampira… —Mi padre espera mucho de ti, no entiendo por qué, pero si me paga está bien. Freda le dijo fastidiada: —Solo te mueves por dinero… Doug la miró de reojo y le dijo con ironía: —¿Es en serio? —Escucha si no le debiera tanto a tu padre, mandaría al carajo todo esto, no es lo mío… Es más, no quiero casarme todavía y solo deseo poner mi negocio. —Lo siento… Cuando vieron el prestigioso club ante ellos comenzó a ponerse más nerviosa. Brithany estaba lista, antes de entrar a paso seguro tenía claro su objetivo: Arios Hudson, él esta
«Sé lo que hiciste el verano pasado…» Brithany no era boba, sabía que a ese sujeto no le gustó saber de Treeman, entonces le dijo: —Qué pena que no se haya dado cuenta, pero en Treeman hay gente de bien y con buen futuro. —No lo dudo… —Parece que no solo lo duda, sino que no le parece, eso sería muy desencantador para las votantes de Treeman. Fred se las daba con una loba astuta y sonrió: —Nosotros amamos al pueblo. —Entonces no le parecerá malo que el pueblo se acerque al candidato, ¿verdad? —Solo si ese pueblo exclusivamente desee darle una mano o tomarse una foto con él. Ella rio y le dijo al sujeto: —Claro, ni más faltaba. Freda intentaba mezclarse, pero se daba cuenta de que desde que Arios llegó no podía pensar en otra cosa y de repente… —Freda… Arios estaba junto a ella: —¡Qué horror! Siento que mi vida se volvió muy agitada, estrecho más manos de gente y paso en reuniones que no siento que sea mi vida. Freda sonrió y entonces le dijo: —Fue un discurso motivante.
«Y si eres el indicado, eres el objetivo, cómo puedo dudarlo si quiero estar contigo» Brithany tenía que hacer algo para llamar la atención de Arios y se acercó a él: —Alcalde… Arios entonces le dijo apenado a la joven: —Todavía no me eligen, pero gracias por decirlo. —Sé que será el alcalde de esta ciudad, sus propuestas son excelentes y me gusta mucho… —se acercó a él seductoramente—, la política… Arios se sintió incómodo y entonces le dijo: —Interesante viniendo de una dama tan hermosa… —Las mujeres podemos ser de gran ayuda para hombres como tú —se pegaba a él—las mujeres movemos voluntades. Él sonrió apenado por el acoso de la chica y le dijo: —Lo tendré en cuenta. Brithany le colocó la tarjeta de ella en su bolsillo: —Llámame cuando desees practicar la celebración de triunfo—le guiñó el ojo. Arios se quedó cortado, lo cierto es que muchas mujeres se acercaban por su aspecto y nada más, era bastante incómodo para él. Cuando terminó el evento, su tío palmeó su espalda
Y cuando te preguntes por qué estoy a tu lado, solo mírame estoy enamorado. Verona elegía unos vestidos cuando Freda llegó: —Freda, querida, ¿cómo te fue con la cacería? —Estuvo bien, conocí personas interesantes. —¿Algún prospecto? —Ninguno… Había muchas cazadoras del grupo de Juno, estaban allí tras los tipos ricos. Verona se abanicó y entonces le comentó: —Espero que tengan una buena asesora porque el asunto se complica a cada momento —dijo fastidiada—, los hombres no quieren casarse y hablan de convivir con sus novias sin nada concreto… «Muchos andan diciendo que no quieren casarse y prefieren morir solteros, picando aquí y allá…» Freda entonces le comentó: —Me encontré con Arios Hudson en esa reunión. Verona puso toda su atención: —Su tío me amenazó… —Ese sujeto…—se levantó—, parece un dragón tras el chico, no lo deja… —No quiero que Arios tenga problemas por mi causa. Verona recibió una notificación y al revisar vio la foto de Arios y Freda bailando juntos muy acar
«Hoy, cualquiera puede vestir chic a base de prendas baratas. Hay diseños elegantes en cualquier nivel económico. Puedes ser la persona más estilosa del mundo, tan solo con una camiseta y unos vaqueros, el factor diferencial eres tú» Karl Lagerfeld La sorpresa en Freda: —¿Te gusto? —Sí… —respondió mirándola a los ojos— ¿Eso te molesta? No sabía qué decir sobre el asunto, nunca pensó gustarle a alguien como Arios Hudson. —Es que… ¿En serio te gusto? Él sonrió y le respondió: —Eres especial Freda, desde que te cruzaste en mi camino no te has salido de mi mente… —Por favor — avergonzada se cubrió el rostro—, es que es una total locura… Arios la miró tan roja que pensó que tenía una alergia: —¿Te sientes bien? —Arios… ¿Escuchaste lo que dices? —Sí —sonrió—, siempre me escucho. Freda tomó valor para preguntarle: —¿Estás seguro de que te gusto? —Freda, ¿me estás preocupando? Ella entonces mirando a su late le murmuró: —Es que no puedo creerlo… Gustarle a alguien como tú es
«Decide lo que eres y elige el modo de vivirlo» Freda se sentía incómoda con lo que esa tal Lucy le decía. —¿Qué ropa usarás para esa noche? La joven le respondió: —Un vestido… —Sé más específica. —Un vestido de noche. —¿Es de marca? —Sí… —¿Lo compraste? Eso era el colmo: —No lo robe, me lo gané trabajando. —Lo siento, son preguntas de rutina. Freda sacó su móvil y le mostró la foto del vestido, la mujer lo miró y le dijo: —No es adecuado. —¿Cómo dice? —Es de color azul, el candidato Powell usa el color azul, te asociarán con él y lejos de hacerle un bien a Arios, le harás un mal… Bien, podemos solucionarlo, te daremos un vestido nuevo. —Disculpe, ¿me darán un vestido? —Rojo, el color de Arios… Así se posicionará el partido. ¿Era en serio? ¿La utilizarían como una bandera política? Tal parecía que salir con Arios implicaba muchas cosas. Cuando salió se topó con Fred Hudson que la miró con ira contenida: —Te vuelvo a encontrar en mi camino. —Señor Hudson. —Escucha