Ya me preocupé, este Albert se trae algo entre manos y Doug sospecha, mientras el romance de Arios y Freda sigue viento en popa, ahora resulta qué él es el objetivo... Algo anda muy mal.
Y cuando te preguntes por qué estoy a tu lado, solo mírame estoy enamorado. Verona elegía unos vestidos cuando Freda llegó: —Freda, querida, ¿cómo te fue con la cacería? —Estuvo bien, conocí personas interesantes. —¿Algún prospecto? —Ninguno… Había muchas cazadoras del grupo de Juno, estaban allí tras los tipos ricos. Verona se abanicó y entonces le comentó: —Espero que tengan una buena asesora porque el asunto se complica a cada momento —dijo fastidiada—, los hombres no quieren casarse y hablan de convivir con sus novias sin nada concreto… «Muchos andan diciendo que no quieren casarse y prefieren morir solteros, picando aquí y allá…» Freda entonces le comentó: —Me encontré con Arios Hudson en esa reunión. Verona puso toda su atención: —Su tío me amenazó… —Ese sujeto…—se levantó—, parece un dragón tras el chico, no lo deja… —No quiero que Arios tenga problemas por mi causa. Verona recibió una notificación y al revisar vio la foto de Arios y Freda bailando juntos muy acar
«Hoy, cualquiera puede vestir chic a base de prendas baratas. Hay diseños elegantes en cualquier nivel económico. Puedes ser la persona más estilosa del mundo, tan solo con una camiseta y unos vaqueros, el factor diferencial eres tú» Karl Lagerfeld La sorpresa en Freda: —¿Te gusto? —Sí… —respondió mirándola a los ojos— ¿Eso te molesta? No sabía qué decir sobre el asunto, nunca pensó gustarle a alguien como Arios Hudson. —Es que… ¿En serio te gusto? Él sonrió y le respondió: —Eres especial Freda, desde que te cruzaste en mi camino no te has salido de mi mente… —Por favor — avergonzada se cubrió el rostro—, es que es una total locura… Arios la miró tan roja que pensó que tenía una alergia: —¿Te sientes bien? —Arios… ¿Escuchaste lo que dices? —Sí —sonrió—, siempre me escucho. Freda tomó valor para preguntarle: —¿Estás seguro de que te gusto? —Freda, ¿me estás preocupando? Ella entonces mirando a su late le murmuró: —Es que no puedo creerlo… Gustarle a alguien como tú es
«Decide lo que eres y elige el modo de vivirlo» Freda se sentía incómoda con lo que esa tal Lucy le decía. —¿Qué ropa usarás para esa noche? La joven le respondió: —Un vestido… —Sé más específica. —Un vestido de noche. —¿Es de marca? —Sí… —¿Lo compraste? Eso era el colmo: —No lo robe, me lo gané trabajando. —Lo siento, son preguntas de rutina. Freda sacó su móvil y le mostró la foto del vestido, la mujer lo miró y le dijo: —No es adecuado. —¿Cómo dice? —Es de color azul, el candidato Powell usa el color azul, te asociarán con él y lejos de hacerle un bien a Arios, le harás un mal… Bien, podemos solucionarlo, te daremos un vestido nuevo. —Disculpe, ¿me darán un vestido? —Rojo, el color de Arios… Así se posicionará el partido. ¿Era en serio? ¿La utilizarían como una bandera política? Tal parecía que salir con Arios implicaba muchas cosas. Cuando salió se topó con Fred Hudson que la miró con ira contenida: —Te vuelvo a encontrar en mi camino. —Señor Hudson. —Escucha
Algo quieres esconderQue no sé qué esY ya me hace daño Canción Azúcar Amargo de Fey Arios miró sorprendido a Freda y comentó: —Deberé contratarte como mi guardaespaldas eres de miedo. —Solo le dije lo que merecía… Carol entró del brazo de Doug y saludaba aquí y allá, entonces Arios notó a Doug. —Llegó Doug. Fueron a saludarlo y él al ver a Freda se dio la vuelta y vio a Carol saludando a una de sus amigas: —¡Doug! —palmeó su espalda Arios— Es bueno verte. —¡Arios, Freda! —hizo una mueca rara— ¡Qué bueno toparlos! —¿Te pasa algo? —preguntó Arios. —No… Freda hace días que no te veo. Freda no entendía los gestos de Doug hasta que… —Doug, querido, preséntame a tus amigos. Carol miró a Freda con rostro de pocos amigos y entendió esos gestos raros del joven: —Mi querida y hermosa madrastra, Carol Litman. —Mucho gusto, Arios Hudson. —¡El candidato! —Sí, ese mismo. —¿Y esta preciosa señorita? Freda intentó disimular: —Ella es Freda Denis, mi novia. Doug la miró sorprend
Busca en tu pasado y hallarás las huellas del ayer. Fred vio a Freda acercarse a uno de los adornos, las personas se servían de los innumerables dulces que adornaban el lugar y ella tomó uno y lo contempló. —Freda, parece que te diviertes. —Es una hermosa fiesta. —Un deleite para los golosos. Ella mordió el dulce y le comentó: —Sin duda. —Te advierto algo… —vio su atención—, esto no se va a repetir, no te quiero en la vida de Arios. —No entiendo, ¿por qué le caigo mal? —Por todo lo que representas, eres una arribista y Arios se dará cuenta de todo. —Bien, entonces que se dé cuenta… Fred se traía con una descarada: —¿Tiene algo de lo que darse cuenta? —Claro, siempre hay cosas… Fred frunció el ceño y miró molesto a la joven. Arios tenía una charla con sus amigos, hacía tiempo que no se divertía tanto hasta que Nicola mencionó algo que llamó su atención: —Mi madre suele decirme que soy como soy debido a mi interés por los rompecabezas… Simplemente, ellos sacan lo mejor de
Quiero salir con él, seremos una pareja duraUn pequeño juego de azar es divertido cuando estás conmigo (me encanta)La ruleta rusa no es lo mismo sin un armaY cariño, si el amor no es violento, no es divertido, no es divertido Poker Face, Lady Gaga Lily pintaba lo que le salía del corazón, nada más, bebía vino mientras los trazos rojos se marcaban en el lienzo blanco, toda una terapia. —Voy a hacerte un lindo cuadro Cleopatra, de fondo rojo… La empleada fue abrir la puerta y cuando regresó, Arios venía con ella y con un ramo de rosas. —¡Arios! —Tía… Ella lo abrazó con fuerza y le dijo: —Hace tiempo que no vienes. —Esto es para ti —le entregó las flores. —Silvestres como mi espíritu. —Sabía que te encantarían. Miró a la gata pintada en el fondo rojo: —¿Comunista? —La hago de todo… Menos hitleriana —se rio—, ¿a qué se debe la visita? —Quería hablar contigo… ¿Recuerdas ese asunto? Su tía le sirvió una copa de vino: —Claro, lo recuerdo —entonces propuso un brindis—, por
«Todo buen jugador mantiene sus mejores cartas hasta el final» Escuchó su voz interior diciendo: ¡Freda! ¡Qué has hecho! Se entregó a un hombre por amor ni más faltaba. Arios llegó y le dijo al oído: —Me baño y comemos. —Genial. Quedó sola viendo la ancha cama, se tiró y se colocó una camisa de Arios y fue a tomar un vaso de agua, no sabía las consecuencias de todo aquello, solo quería dejarse llevar por su aventura. La puerta sonó, miró a la entrada de la habitación, Arios seguía bañándose y ella tuvo que ir a abrir. Cuando lo hizo no se esperó ver a Fred Hudson frente a ella, este la miró furioso y entonces la increpó: —¡Qué m****a haces aquí! Freda se quedó muda de la impresión viendo el rostro lleno de ira del sujeto. Fred Hudson repitió la pregunta: —¡Qué m****a haces aquí! ¿Por qué usas la ropa de mi sobrino? Freda se sintió incómoda con todo ese interrogatorio. —¿Te acostaste con mi sobrino? La joven solo pudo decirle: —Estoy con Arios. —¡Vagabunda! —la agarró p
¿Y quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca lo abandone? ¿Quién me tapará esta noche si hace frío? ¿Quién me va a curar el corazón partido? ¿Quién llenará de primaveras este enero? ¿Y bajará la luna para que juguemos? Dime si tú te vas cariño mío ¿Quién me va a curar el corazón partido? Corazón partió, Alejandro Sanz Freda llegó donde Verona y cuando la vio tan desmoralizada se extrañó: —¿Qué te pasó? La joven buscó sentarse y ella vio que sostenía algo entres sus manos y se lo quitó y vio lo que era:—¿No me digas que lo hiciste con él? Freda guardó silencio y Verona le recalcó: —Era lo que tanto te decía, ahora hay que ver. —No quiero seguir con esto, quiero mi vida de antes contando centavos y soñando… Verona fue clara: —El problema es que cuando conoces a un hombre que te impacta tu vida ya no vuelve a ser la de antes. —Arios es un buen hombre, su tío nos descubrió. —El tipo está tostado. Dime algo, ¿Arios te hizo a un lado? Freda se p