Su cabeza dolía de una manera fuerte, suspiro por quinta vez meneando esta con suavidad, metió sus dedos entre las hebras de su cabello para acariciar su cuero cabelludo, dio un suspiro cargado de pesadez y fastidio, alzo su vista hacia el televisor, estiro su mano hacia el control remoto y presiono el pequeño botón rojo apagando este.
Reposo su espalda del colchón y miro el techo por unos segundos, su vista se nublaba debido a querer llorar, Isobel no sabía por qué quería hacerlo, sentía esa necesidad, se sentía ansiosa, estaba estresada, jadeo suavemente de dolor al intentar sentarse, se acostó nuevamente cerrando sus ojos. No entendía nada, sus emociones estaban a flor de piel, sus manos picaban y su labio tembló un poco, respiro hondo intentado calmar esas ganas inmensas de llorar, estiro su mano hacia una almohada y tapo su cara con la misma, dio un pequeño grito y sin poder
—¿Estás seguro de lo que estás diciendo?.—Preguntó Henrry cruzando sus brazos mirando al contrario el cual se encontraba enseñándoles un mapa no muy confiable antes los ojos ajenos, este asintió dándole una mirada rápida a Scott pasando saliva, cosa que provocó una sonrisa en él.—Totalmente seguro... Solo deben de tener cuidado a la hora de atravesar esa barrera—Colocó su dedo en un gran círculo que rodeaba gran parte de una montaña, los miro a ambos alzando un poco sus hombros.—¿Qué tiene ese sitio de especial?— Le preguntó Scott al hombre de traje blanco achinando sus ojos para mirar con atención los gestos que haría el contrario, este sacó un viejo libro, lo colocó encima de l
—¿Dónde está? —Pregunto una Lisa realmente enojada al ver bajar a Scott del auto junto a su padre, se acercó a este con Bonnie siguiéndole el paso, este la miró de arriba abajo, estaban un poco sucias. —Tú la tienes en contra de su voluntad ¿¡Cierto!? — Dio un empujón con fuerza a lo que él iba alzar su mano para colocar aquel hilo, pero su padre sostuvo su mano, tenso su mandíbula.—Calma, Lisa— Dijo Henry con dureza en su mirar, miro el estado en el que ambas estaban, Bonnie sostuvo el brazo de Lisa jalandola hacia ella, la tranquilizó un poco, esta giró su cabeza para mirarlos.—Sabemos que algo malo le paso, Beni tampoco está y estamos muy preocupadas, todos lo estamos—Habló esta vez Bonnie con calma un tanto asustada, paso saliva temblando del frío que hacía en aqu
Su sueño era pesado, cosa que provocó que una leve conexión entre Scott y ella se pudiese ser efectiva, un suspiro se escapó de los labios del contrario al mirarla parada delante de una hermosa laguna, es otra de sus tantas habilidades, dio pasos ligeros sin apartar su vista de Isobel, sus manos picaron un poco, tomó aire al haberse acercado lo suficiente.—Sé que en cualquier momento, podré tenerte nuevamente conmigo, Isobel.—Susurró para ella con esperanza en sus palabras, esta lo miro de reojo girándose un poco, soltó una risa sarcástica negando, chasqueo su lengua y volvió su vista hacia el agua cristalina mirando su reflejo.—Deja de buscar algo que no podrás encontrar, Scott—
—¿Qué sucede?—Pregunto Henry frunciendo su ceño mirando a las chicas, especialmente a Bonnie, se colocó a un lado de Scott el cual tenía su mirada fija en la joven, ladeó su cabeza mirándola sin expresión alguna, el silencio volvió a reinar en el lugar, ambas chicas miraban a Scott con expresión neutral, el hombre bufó y chasqueo sus dedos para tratar de obtener la atención.—Iré a mi habitación, padre.—Quieto.Le dijo Bonnie alzando su mano deteniendo su caminar, este miró su mano e hizo una mueca, la joven miró de reojo a Lisa la cual solo miraba todo con atención estando su guardia arriba, Henry no entendía nada, cosa
—Cada vez más, me llenas de orgullo, sobrina—Hablo Fariád con una gran sonrisa al escuchar lo que esta le había contado segundos atrás, la contraria tan solo asintió sonriendo un poco manteniendo sus manos atrás de su espalda mirando hacia las montañas, estas eran cubiertas por una capa gruesa de nieve, el viento alborotó su lindo cabello castaño colocándolo de lado, suspiro ante el frío viento.—¿Puedo ir hasta aquella aldea? —Señaló hacia un pequeño punto de varios colores los cuales eran luces, el hombre asintió alzando su vista hacia la chica.—Puedes, pero ya sabes con quien iras…—Ay, ¿Cómo se me ocurre querer ir hasta allá, a estas hora
Conforme la joven movía sus manos y susurraba versos, el vínculo de Scott y ella crecía cada vez más logrando así que se viera a ella misma a su lado en un lugar un tanto tétrico, giro su vista hacia la derecha y miro al contrario, formó una pequeña sonrisa ladina.—Pensé que estarías con Henry—Hablo sin quitarle la vista de encima, ladeando severamente su cabeza, este al oír su voz se detuvo y miró hacia los lados, Isobel ante aquello soltó una risa y estiró su mano hacia su hombro para así dejarse ver ante él.—¿Podrías avisarme por lo menos? —Preguntó girándose hacia ella, suspiro rascando su cuello dejando más marcas rojas sobre su piel, ladeo
—Supongamos que están fuera del país—Dijo Henry entrelazando ambas de sus manos caminando por las esquinas de la amplia oficina, Leinád suspiro con pesadez rascando su sien ladeando su cabeza manteniendo sus brazos cruzados prestando atención. —¿En qué país estarían?, ¿Francia? —Pregunto al aire mirando a cada uno de los presentes, las dos jóvenes lo miraban de vez en cuando, Bonnie miraba la hoja la cual contenía aquellas letras que Isobel le había dicho a Leinád, cada uno tenían hojas iguales con el fin de descifrar su significado.—No lo creo, deben de estar más lejos—Hablo Lisa mirando la hoja con una leve mueca entrelazando cada palabra sin llegar a nada realmente, suspiro dando un golpecito en el papel con frustración cerrando sus ojos, Bonnie dio palmadi
—No debes hacer eso otra vez, Lisa—habló Bonnie mirándola desde la cama negando en desaprobación, la contraria caminaba de un lado a otro rascando sus manos, negó cerrando sus ojos, se sentía muy ansiosa.—Es un imbécil—Bufó alto llevando ambas manos a su cabeza y despeinar su hermosa cabellera—¿Es necesario que la busque también?.—¿Por qué lo odias tanto? —Le pregunto cansada de sus quejas hacia él contrario, se acostó mirando el techo tratando de entender su actitud, aunque una posibilidad llegó a sus pensamientos, arrugó su entrecejo.—No lo sé…—Lisa, el… ¿Te gusta? —Se sent&o