Transcurrieron un poco más de tres horas en ese Restaurante lujoso donde Henry llevó a almorzar a su ahora empleada consentida.
Cada minuto que Tera pasaba compartiendo con Henry, más crecía el interés de ella por él. Y él, en secreto la deseaba más y mas.Lo malo era que cuando Henry se sentía atraído por una mujer se convertía en su obsesión. Esa obsesión no era conveniente para Tera.-Tera, Hablame un poco más de tus padres. Claro, Si quieres...
-Bueno, puedo decirte que eran los padres más consentidores, complacientes y comprensivos que jamás te pudieras imaginar. Eran perfectos, él único error que ellos tuvieron fue ser opositores a un gobierno que no tuvo piedad en asesinarlos-Dijo Tera con los ojos llorosos y la voz entrecortada... no pudo contener sus lágrimas.
Henry se quedó un rato pensativo, mientras cortaba y metía en su boca un trozo de carne. Masticaba la comida con gran prepotencia.
-Lo siento realmente Tera-dijo en un tono un tanto seco y parecía realmente no importarle en lo más mínimo ese asunto.
Tera sintió algo que era real, él lo preguntaba pues sólo buscaba un tema de conversación, sentía que el jugaba a querer conocerla.-No te preocupes Henry, debo aprender a vivir con este dolor de no tenerlos.
-Cambiemos de tema. No quiero que te entristescas, yo sólo quería saber con detalles lo sucedido a tus padres. Hablaremos de eso cuando te sientas preparada, si lo deseas.
-Disculpame un momento por favor-
En ese justo momento Henry atendió una llamada que al parecer no podía esperar. Pues tenía el teléfono silenciado y sin embargo se levantó, dirigiendose a la terraza del restaurante, en un sitio donde nadie podía escucharlo y tres minutos después se regresó muy molesto.Tera se quedó sorprendida pues nunca lo había visto que se pusiera de esa manera. Aunque ya le habían advertido de su carácter, su actitud no dejó de sorprenderla.
Al parecer le dieron una mala noticia, algo lo hizo salir de sus casillas. Esta vez ni la miró al dirigirse a ella y le dijo en tono muy molesto -Debemos irnos, tengo unos asuntos muy importantes los cuales debo atender a la brevedad.-Si necesitas que te ayude en algo estoy a tus órdenes- Dijo entre dudosa y nerviosa.
-Gracias Tera, pero este asunto debo atenderlo yo personalmente.
A Tera le pareció todo confuso y extraño, no entendía nada. Respiró profundo y trató de que su jefe no la contagiara con su humor.
En la casa de modas, Tera no perdía tiempo, ya comenzaba a conocer poco a poco al personal de "La Dame Rose" y era frecuente verla salir de su oficina y socializar con los demás empleados.
-Te recomiendo que como asistente personal del Sr. Henry te mantengas en tu puesto de trabajo y por seguridad de todos no hagas amistadas en este lugar-dijo Emma con una voz tajante y seria.
Acostumbraba a aparecer de la nada, supervisando cada espacio de la casa de modas.
-Ok Srta. Emma muchas gracias, disculpe usted, así lo haré -dijo Tera un poco asombrada pues era extraño que no se le permitieran hablar con el resto del personal.
"Será este el precio que debo pagar por tantos lujos y comodidad hacia mi persona"- pensó Tera muy triste pues ella quería conocer nuevas amistades pero también pensó que Emma tenía razón, ese no era un sitio para conocer personas.
Ese día fue a la universidad un poco más tarde que de costumbre pues se había quedado atendiendo unos asuntos que le encargó Henry. Se cambió la ropa, se puso cómoda y estando en la universidad se veía más distraída que otras veces, tratando de entender su trabajo.
-Hoy estuviste muy distraída Tera...dime qué te sucede, te conozco y sabes que puedes contar conmigo para lo que necesite, incluso para desahogarte- dijo la profesora Melissa en tono muy amigable.
-Gracias profesora Melissa, por estar allí para escucharme.
-Adelante, cuéntame...
-Este empleo me tiene muy confundida, no sé aún exactamente mis funciones. Me han prohibido hasta socializar y tener comunicación con el resto del personal.
-Hay lugares que se rigen por esas normas Tera, no debes sentirte mal por eso, es solo tu trabajo y te pagan por hacerlo. Entonces ve y sólo has lo que se te pide, si es un trabajo decente y estas cómoda sólo has lo que debes hacer.
-Me parece un gran consejo Melissa, tienes toda la razón. No me pagaran por socializar sino por hacer mi trabajo.
Tera lo dijo y parecía en eso momento que estaba convencida, tanto Emma como Melissa tenían razón.
Al día siguiente se presentó a la hora prevista en su lugar de trabajo y ya a las 8 a.m. estaba perfectamente arreglada para la ocasión. Se dirigió a su oficina y no se había percatado de que su jefe había llegado desde mucho más temprano que ella.
-¡Buenos días Henry!-dijo con un tono muy alegre y con una gran sonrisa.
-Buenos días Tera- contestó Henry secamente, cortándole la sonrisa-Toma asiento por favor.Tera se quedó paralizada pensando en lo que pasaría esta vez. Se preocupó mucho porque él se dirigió a ella en un tono en el que nunca antes le había hablado, es que ni sonrió al verla.
"Esto debe ser Cuestión de acostumbrarme, sólo tomará unos días adaptarme". Pensó Tera.
Se sentó frente a ese hombre que era su jefe y a quien tenía que aprender a conocer. Ella deseaba conocerlo muy bien.-Necesito que aprendas a escuchar las órdenes que se te dan y hagas exactamente lo que se te pide. Te pedí que los asuntos, TODOS, los atendieras desde tu oficina, ese es tu lugar, ese es tu sitio. Es todo, puedes retirarte.
-Ok Henry, permiso-dijo muy apenada y sintiéndose como una indefensa niña.
Mientras se disponía a dirigirse a la oficina. Henry la llamó y ella enseguida se detuvo para saber lo que quería. Giró y le preguntó con mucho respeto.-Digame, Henry.
-Tera, tú.... ¿sabes bailar?.
-Si, por supuesto desde pequeña pertenecí a las mejores academias de bailes de mi país y en mi adolescencia practiqué Pole Dance hasta hace poco.
Henry no pudo disimular lo feliz que lo hacía saber que su asistente aparte de hermosa sabía bailar en el "tubo". Esa dama era un sueño. Deseo en ese mismo instante verla bailar.
Se la imagino en ropa muy sexy. Tal vez unas mallas negras, en tacones..."Evitaré imaginarme estás cosas de momento" Pensó Henry.
Él no podía esperar verla hacer eso. Desde ese instante se volvió más obsesivo con ella.
Tera no entendía nada, ni el por qué de su pregunta.
-Cuando salga de unos asuntos en los que he estado ocupado te voy a dar algunas órdenes para que las cumplas a cabalidad, si de verdad deseas mantener tu trabajo. Si aceptas hacerlo y mejoras cada día, se te doblará el sueldo.
El sueldo de Tera ya era realmente exorbitante, unos €15.000 mensuales ella no podía imaginar que haciendo lo que él le pidiera ganaría muchísimo más.
En el fondo de su corazón Tera deseaba que no fuese una propuesta indecorosa lo que le pediría su jefe, pues no estaba segura de aceptarlo.
Ella se dirigió a su oficina y se sentó en su puesto pensando en lo que acababan de conversar.Mientras pensaba, viendo hacia la nada, nuevamente la comía la curiosidad de saber lo que había detrás de cada una de esas puertas y disimuladamente busco por toda la oficina las llaves para matar su curiosidad pues vivía muy nerviosa por el misterio que desprendían ambas puertas y lo raro de la respuesta de Henry cuando ella le preguntó lo que había detrás de ellas. Seguía los días buscando disimuladamente la manera de abrir esas puertas y saber la verdad porque tenía una corazonada o un mal presentimiento."De alguna manera debo abrir esas puertas, yo no puedo esperar que Henry las abra y me las muestre. Si es algo malo lo que está allí atrás no estaré un día más aquí" pensó Tera.De pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por su jefe tocando la puerta dos veces seguidas y abriendo la puerta sin esperar que ella le respondiera.
Casi pega del techo del susto que le dió Henry, al abrir la puerta de un sopetón."Supongo que él puede hacer lo que quiera, hasta el punto de no tener educación, pues es su oficina". Pensó Tera mordiéndose la lengua para no reclamarle.
Se dió cuenta que debía ser muy cautelosa.
-Te he traído un postre y un café como te gusta para que te relajes un rato. No compartiré contigo pues tengo algunos asuntos que resolver en este momento. Tú relajate y disfruta del postre.
-Muchas gracias Henry de verdad eres un encanto.
-Tranquila, lo hago con el mayor de los aprecios hacia ti.
- Nos vemos más tarde.
-Cualquier cosa que necesite no dude en llamarme.
-Asi será bella, no lo pongas en duda. Salió de la oficina guiñendole un ojo.
Henry se dirigió a su oficina y abrió su Macbook, la cual tenía de un lado de su escritorio...la encendió.
Al cabo de unos minutos Henry, observaba a Tera mientras comía el postre que él acababa de llevarle...hizo zoom y en su obsesión miraba detalladamente como metía en su boca cada pedazo de dulce.
Tera no imaginó nunca que era espiada a través del ojo de una cámara, desde el primer día que entró a trabajar en "La Dame Rose" y menos que quien había empezado a espiarla era su propio jefe. La cámara estaba justo al frente de ella. Ese inocente reloj que marcaba la hora tenía una cámara que grababa todo lo que Tera hacía.Por tanto ya su jefe estaba enterado de que ella tenía varios días tratando de saber lo que había detrás de esas dos puertas.Muy lejos de la preocupación de Tera por saber qué había realmente detrás de esas puertas, ya ella empezaba a encariñarse con su trabajo y por supuesto con su jefe.-Tera, ¿tienes mucha curiosidad por saber lo que hay detrás de esas puertas? ¿verdad?... Te comenté que cuando fuese el momento justo, lo sabrías.Tera se quedó pensativa "Cómo él podía saber que ella estaba tratando de abrir desde hace varios días esas puertas". Era una mujer muy inteligente así que no tardó mucho en darse cuenta que su jefe la espiaba."Debe haber una cámara
Entraron a la oficina de Tera y allí, Henry sacó un juego de llaves de una caja fuerte que estaba colocada en la oficina y a la cual sólo él tenía acceso.Del mismo lugar sacó unas vendas.-Date la vuelta para colocarte esto en los ojos, para que la sorpresa sea más especial.Ella nerviosa accedió a la petición, y concluyó que él acostumbraba a hacer eso y que era una especie de ritual para él pues lo notaba serio y hasta tenso. Tera imaginó que allí había llevado a todas las asistentes que había tenido en su vida."Quien sabe cuántas habrán sido, qué habrá en ese lugar y ¡qué les hacía!". Pensó Tera muy nerviosa y rogándole a su madre que la protegiera.Bajaron unas escaleras y Henry la ayudaba a bajar cada escalón, alrededor de 15 escalones bastante inclinados.Tenía su minifalda y tacones dificultándole bajar las escaleras. Tera sentía a Henry sudado y caliente. Ella estaba asustada pero ansiosa. Lo bueno de todo era que ella estaba segura que Henry era incapaz de hacerle daño.Al
Emma apareció en medio de la conversación de ambos, en el momento cumbre; interrumpiendo a través del intercomunicador. Las puertas se abrieron para darle entrada.-Adelante Emma, cuéntame que deseas-dijo Henry con un toque de repugnancia por haber interrumpido aquella conversación.Emma lo miró con un algo de pena y a la vez curiosidad, quería saber por qué había tanta tensión en el ambiente.Pero debía ir al grano.-En el Hall de entrada se encuentra el Sr. Ponds, dice que desea hablar con usted urgentemente- Dijo entre nerviosa y presurosa.-¿El Sr. Ponds? Que extraño tenerlo por acá y que inoportuno, la última vez que vino puedo recordar aún el lío legal en el que estábamos metidos- Se dió cuenta que no debió decir eso y cambio de tema enseguida- Pero dile que estaré allí en unos minutos, por favor. Estoy tratando un asunto bastante importante con Tera.-Seguro, Sr. Henry. Enseguida le hago saber.-Ofrécele algo para beber y distráelo para que no se vaya, ya conoces lo impaciente
Henry llegó a la oficina una hora antes de lo que acostumbraba y con un rico desayuno especial para Tera que incluía un enorme café, tal cual a ella le gustaba, recién preparado en el Café favorito de Henry... "Café Procope". Ese era su refugio estuvo allí pensando en Tera leyendo el periódico desde muy temprano hasta que por fin decidió irse a la oficina.Bajó las escaleras y abrió la puerta de la habitación donde tenía cautiva a Tera. La abrió con sumo cuidado y precaución pues no sabía cómo estaba Tera y su reacción al verlo.Ella estaba aún dormida y con el ruido de la cerradura, despertó.Él colocó el desayuno en una mesita especial para ella justo al lado de la cama.Lejos de lo que pensaba Henry, Tera lo abrazó muy fuerte como una niña asustadiza e indefensa.Henry la veía tan delicada que le provocaba hacerle una que otra maldad. Trató de dominar sus pensamientos pues hasta a él mismo le parecía una perversidad...de vez en cuando él debía dominar sus pensamientos pues sabía
Sonó el teléfono y Tera se levantó de un brinco. Sentía que su corazón explotaría; estaba profundamente dormida, luego de haber pasado tres días seguidos en una crisis de llanto, pues se enteró que sus padres habían sido asesinados.Tera no podía creerlo y no salía de su estado de shock.Dijo:-Aló, ¿quién habla?- con una voz ronca y de ultratumba.-Tera soy yo, la profesora Melissa, quería saber cómo sigues y además decirte que hasta está semana tienes chance de entregar los informes pendientes para ser evaluada. Siento mucho lo de tus padres de verdad pero ya sabes cómo son en la Universidad, y sus estrictas reglas y normas, al parecer las creó alguien inhumano.-Asi parece profesora, a estas alturas de la vida nadie se conduele del dolor ajeno. Pero ahora sé que así es la vida de dura y cruel.-Tera, imagino cómo debes estar, por favor disculpame si te atormento con todo esto pero aprovechando que ya estás culminando la carrera, no quiero que te desanimes.-No lo haré, por más que
Hubo una breve pausa. Tera respondió a la pregunta de su jefe. -Puedo decirte que...aunque no tengo experiencia en esta área, pues apenas estoy terminando mi carrera de Gerencia, tengo muchas ganas y deseos de aprender. El CEO la miraba de lejos fijamente, como esperando más de ella.Veía sus hermosos ojos fijos en ella y su boca jugosa, le provocaba tirarlo de la corbata y besarlo. Su mirada penetrante le causaba un huracán de nervios. Tera hizo una pausa y le dijo sin pensarlo mucho:-Ademas me parece usted muy guapo, inteligente y carismático. Pienso que haríamos usa excelente dupla pues yo soy una persona muy creativa, innovadora y me considero muy inteligente.Trabajar a su lado sería un sueño, me haría realmente feliz Sr. Gonet. En ese momento Henry soltó una carcajada de agrado lleno de mucha picardía. - Por favor Tera, llámame sólo Henry. -Intentare llamarlo así... Hen Henn Henry, solo porque usted me lo pide pero tenga en cuenta que para mí no es muy cómodo. -Por favor,
Entraron a la oficina y Henry quedó impactado con la belleza de Tera. Realmente estaba hermosa.Emma se retiró apenas dejó a Tera en la oficina con su padre.-¡Estas realmente hermosa Tera!, Toma asiento por favor- Dijo Henry, aún sin salir de su asombro.Henry empezaba a sentirse muy atraído por su empleada. Su cara angelical, su cuerpo perfecto digno de una miss, sus curvas pronunciadas. Todo en su puesto. Él no dejaba de verla y desearla como una golosina.-Gracias Henry, por el cumplido y por todo lo que hoy, ustedes, la compañía hicieron por mi. No tengo como agradecerles.-Ya llegará el momento de que nos retribuyas con tu excelente trabajo porque sé que así será.-Asi será se lo prometo, estoy dispuesta a aprender y a cumplir sus órdenes completamente.Esa expresión le encantó a Henry. Le agradaba mucho la idea de que Tera estuviera completamente a sus servicios.-Tenemos una parte de la entrevista pendiente, pero antes quisiera mostrarte lo que será tu oficina. Y donde estará