~Isabella~Mi nombre es Isabella. Soy una loba huérfana de 25 años; sí, a mis padres los asesinaron cuando yo tenía 5. Lo peor de todo fue que estuve presente, y eso es algo que jamás se olvida.[Recuerdos.]Atravesábamos el bosque nacional de Tongass, en el sureste de Alaska, huyendo de unos cazadores. Mi madre me ocultaba en su pecho, mientras papá iba detrás de nosotros dándonos ventaja. Pero no sirvió de mucho; en la copa de un árbol cercano se había trepado un cazador que apuntaba a la cabeza de mamá con una flecha de su ballesta. Con los ojos desorbitados, papá observó la flecha, que mi madre logró por poco esquivar.–Grrr–gruñó furioso. Se giró hacia nuestros atacantes, dispuesto a sacar a su lobo para matarlos a todos y así poder huir. Pero, en cuestión de segundos, todo cambió: ese mismo cazador atravesó el pecho de mi padre con una flecha. Este cayó de rodillas. Me asusté cuando comenzó a salir sangre de su boca; entonces le dije:–¡Papá, levántate! No puedes dejarme; me pro
~Isabella~Los días pasan y aún no aparece. Temo que cuando lo haga sea demasiado tarde. En vista de la demora, hemos decidido hacer lo posible para que esa chica y sus hijas estén sanas y salvas.He ido a casa de Nana y me ha dado la peor noticia que podían darme en estos momentos: dice que Alessandra se ha negado a comer y que ha decidido morir por su bien y el de las niñas. Dylan fue a verla para anunciarle su nuevo destino, que él injustamente le ha impuesto.La Nana pidió a una de las mucamas cambiar de turno, y esta mañana ha sido ella quien ha servido el desayuno a Alessandra. Justo cuando Dylan entró, la oyó decir lo siguiente, asustando a Alessandra:—Has de prepararte con el vestido blanco que te obsequié anoche. Mis brujos están terminando de preparar el hechizo que les pedí; con él suplantaré tus recuerdos, eliminando a Matías. Yo ocuparé su lugar en ellos —dijo Dylan, indiferente.—No puedes hacer algo así, es mezquino. Además, hagas lo que hagas, ni tras mil vida
Me llamo Matías Weston Ivanov y voy a cumplir 18 años. Resido en Camden, Maine, donde vivo con mi padre y mi hermano pequeño de 8 años. Perdimos a mi madre, Alisa, cuando nació Eloy; él sobrevivió, pero a ella no pudieron salvarla a tiempo. Papá no logró adaptarse a su ausencia; todo le recordaba a ella. Ocho años después, mi hermano pequeño, la manada, papá y yo nos mudamos para buscar un nuevo comienzo. Soy un hombre lobo, un alfa, y mi manada se llama Luz de Luna. La familia Weston ha liderado la manada por generaciones. Mi padre, Scott Weston, sigue siendo el alfa porque todavía me falta un mes para cumplir la mayoría de edad y relevarlo. Me siento ansioso porque llegue ese día; siempre quise ser como él y será todo un honor ocupar su lugar. Nos gusta disfrutar de la naturaleza y, en caso de perder el control, el bosque nos ayuda a no exponernos ante los humanos. Por eso hemos construido una aldea en la zona norte del bosque de Camden. Hoy ha comenzado el nuevo año escolar, al
~Matías~ Llegamos a la primera clase justo a tiempo. Look empezó a sentirse ansioso y la vi con otras tres chicas que entraban en el aula, abrazadas a sus libros y conversando animadamente. Pensando en sentarme al lado de Connor, me di cuenta de que los chicos ya se habían ubicado cada uno en un lugar, y no había espacio para mí. –Adelante, alfa. Da el siguiente paso –dijo Connor por link. De alguna manera tenía que ser, ¿no? Me puse de pie a su derecha y, cuando me decidí a hablarle por primera vez, comencé a tartamudear nervioso. Iba a volver a hablar, esta vez con más claridad, cuando justamente entró el profesor al aula, con Ethan detrás de él. Al cruzar nuestras miradas de soslayo, Ethan se dio cuenta de que ella estaba sentada a mi izquierda. Una sonrisa malévola iluminó su semblante, reconociendo lo que sería, de ahora en adelante, mi debilidad. Tras una larga bocanada de aire para calmar mi nerviosismo, me giré de nuevo hacia ella y le pregunté: –Hola, ¿puedo sentarme aqu
~Matías~ Esa noche, Alessandra me contó más sobre ella y su niñez. Ahora sé que su madre es enfermera y que contrajo matrimonio muy joven con su padre, Henry. Cuando Alessandra tenía seis años, él comenzó a ausentarse, llegando a casa borracho a altas horas de la madrugada. Un día, simplemente no regresó más, hasta once años después, que fue el motivo por el que salieron huyendo. Cuando su mamá, Anna, se negó a que él se metiera en sus vidas, Henry intentó convencerla de que había cambiado. Se atrevió a ir a ver a Alessandra a su anterior instituto, pero los profesores, a petición de Anna, no lo dejaron llevarse a su hija, obligándolos a llamar incluso a la policía. Eso fue la gota que colmó el vaso para Henry. Días más tarde, Anna no regresó a casa al salir del trabajo; fue encontrada inconsciente por uno de los guardias de vigilancia del hospital donde trabajaba. Tras ese escándalo público y el acoso de Henry, pasando noches en la puerta de la casa, las chicas se mudaron desde R
~Matías~ Este es uno de mis peores días. Debería haber sido capaz de predecir que este acontecimiento se daría; si me hubiera adelantado al ver la confianza de Ethan en sus palabras, Eloy y Alessandra estarían aquí ahora mismo. Con cierta pesadumbre, me puse un outfit básico deportivo y agradecí no encontrar a nadie en mi dormitorio al despertar. Sin decir nada a nadie, Look y yo salimos hacia el bosque. Él tiene unas frenéticas ganas de correr, y yo que no estoy para echar cohetes ahora mismo; necesito respirar el aire fresco, porque siento que este dolor me está ahogando. ~Alessandra~ Al despertar, desorientada y con un dolor agudo de cabeza, examiné todo lo que me rodeaba; fue entonces cuando me di cuenta de que me habían encerrado en una fría y enmohecida habitación. No sé quiénes eran cuando entraron en mi casa como completos animales buscándome. Corrí al pasillo cuando escuché a mi madre gritar que huyera; pero ya era tarde, uno de ellos me había alcanzado y, con un fuerte g
~Matías~ Me han dejado solo en lo que parece ser un sombrío sótano, colgado de mis muñecas, sujeto a unas cadenas de plata. Creo que llevo días encerrado, no estoy seguro porque paso más tiempo inconsciente que despierto. Creo que Ethan está aprovechando su oportunidad para desahogarse. No me han dado de comer, me ha golpeado, apuñalado; pero, sobre todo, me mantienen drogado con algo que les ha dado esa bruja que tienen. Ethan se regodea en mi dolor y mi mal estado físico, pero resulta que la vida da muchas vueltas, así que tal vez mañana podríamos cambiar las tornas; él estar en mi lugar y yo en el suyo, y créanme cuando digo que lo disfrutaré. –¿Y te llaman alfa? Solo mírate –dijo Ethan, entrando en el sótano, cachondeándose. Aún me duelen las heridas que me causó con sus dagas hace un par de horas, pero respondí con una sonrisa ladeada. –Acércate y te mostraré qué tipo de alfa soy –respondí. No dijo nada, solo sonrió con malicia y tensó su quijada mientras en su mano derecha so
~Kendra~ Mi nombre es Kendra y sí, soy la loba de Alessandra. Como ya debéis saber, me temo que tomaron una decisión por nosotras no muy acertada. Tampoco me dieron la oportunidad de experimentar nuestra primera transformación y primera caza; nos arrebataron ese derecho. Tuvieran las intenciones que tuvieran sus padres, no debieron hacerlo. Hoy he despertado con el deseo incontenible de correr y sentirme libre, respirar el aire puro. A pesar de saber que otro lobo me sigue, me detuve a devorar un ciervo que pasaba cerca. Lo que él no sabe es que soy algo quisquillosa y no me gusta nada que se entrometan en lo que hago. Sé que ha intentado comunicarse con Alessandra; también he averiguado que se trata de su padre, el único culpable de mi encierro. Así que he querido hacerlo sufrir un poco: encerré a su hija en mi mente y tomé el control absoluto. He salido de Camden, continuando mi camino y disfrutando de la comida. En este momento, encontré una granja con gran variedad de animales,