BUENA :Han pasado una dos semanas y no queda nada de la chica que todos servían y se veía bien las veinticuatro horas. Ahora soy yo las que les sirvo y ni hablar de mi apariencia refinada. —Vamo esclava, mueve esas manos no tenemos todo el día. Dice uno de los guardias qué me sigue y vigila todos los días. Enjuago la montaña de ropa un poco más rápido aunque mis pobres manos no dan para tanto. Cuándo el sol se oculta el guardia me lleva a mi celda, pero no sin antes darme un plato de cena. —Comer eso para que tenga más energía mañana. Dice dándose la vuelta para que yo entre en la celda. Sólo asiento y al entrar me encuentro a Mariana dentro… Esta chica ha sido como mi luz en medio de esta oscuridad. —Hola buena, tengo excelentes noticias para ti. Dice emocionada mientras se coloca de pies. Con un suspiro me siento sobre la vieja cama y empiezo a devorar la comida que está muy buena. —Lo siento, pero me dices ahora tengo mucha hambre. Hablo con la boca llena. —Está bien
MALON :—¿Le entregaste el frasco? Escucho una dulce voz a mis espaldas. —Así es… Pero ¿Qué haces aquí? Podrían darse cuenta, es peligroso. —Tranquilo, tengo todo controlado. Dice acariciando mi rostro y besa mis labios con pasión. —Cuándo el estúpido del alfa esté muerto… Seremos los reyes de ambos reinos. Me susurra sobre los labios y sonrío. —No veo la hora que ese día llegue. —Pronto llegará… ¿Podemos confiar en tu noviecita? —Por supuesto, es una tonta sin remedio. Sonrío mientras beso su cuello. —Se está haciendo amiga de la hermana del alfa… Hay que cuidarse de ella. —No te preocupes cariño trataré de que odie a todos. —Así me gusta, ven aquí. Dice ella quitando toda mi ropa para unir nuestros cuerpos. BUENA:Un día nuevo, con obligaciones demasiadas forzadas y sin poder dormir durante la noche. Miro el pequeño frasco qué me dió Malon y lo guardo debajo debajo del colchón… No, no haré algo como eso… He pensado en una mejor idea. Salgo de la pequeña celda, lavo
ALFA LUCÍAN :Mi nana se retira dejándome el té relajante qué es lo que más necesito en estos momentos… ¿En qué mierda estaba pensando? Me pregunto mientras me tomo el té de golpe. —Eros, ¿Por qué la esclava tiene un débil olor tan delicioso? Le pregunto a mi lobo a través del Link. —Estoy igual de confundido qué tú Lucían… Pero esa humana es nuestra. Dice suspirando y yo frunzo el ceño. ¿—Acaso estás loco? Romina es nuestra única mate. Digo mientras golpeo la mesa sintiéndome frustrado. —A Veces hay segundas oportunidades humano estúpido… —Es imposible, la madre luna jamás haría algo tan cruel como eso. —Alfa. Interrumpe Gerson la conversación con mi lobo. —¿Por qué trajiste ante mí a la esclava sin mi autorización? ¿Acaso quieres morir? Hablo con el ceño fruncido y mi beta Gerson inclina la cabeza en sumisión. —Mis disculpas alfa… La chica se miraba muy desesperada. Dice y suspiro mirando el techo. —Eso ya no importa… Dime Gerson ¿Estarías de acuerdo que permita ir a
ALFA LUCIAN :A primera hora en mi despacho se encontraban el rey y la reina del pueblo humano. La verdad que no queda nada de lo que ellos eran antes, se miraban demacrados y cansados. —Saludos alfa. Hablan inclinando la cabeza con respecto. —Tomen asiento. Digo de manera seria y ellos obedecen de inmediato. Observo a ambos pensando si es lo correcto lo que voy hacer. —He decidido dejarlos ir. Hablo directo sin rodeos. —¿Habla en serio alfa? Me pregunta el señor un poco incrédulo. —Por supuesto, pero antes haremos un contrato qué anula toda amistad con ambos pueblos, si uno de ustedes cruza la frontera del territorio de los lobos será eliminado de la peor manera, al igual que mi gente, nunca más pisaran sus tierras. Ambos reyes se miran entre sí por unos segundos y luego asienten. —Estoy de acuerdo alfa, sería lo mejor para ambos pueblos. Dice el señor con un suspiro. —¿Qué va a pasar con mi hija? ¿Se irá junto a nosotros? Pregunta la mujer y mi lobo gruñe tratando de
BUENA :Al día siguiente muy temprano me despierto con mucha energía y ánimos. Me doy un relajante baño con el agua fría del lago y sonrío como boba al mirar mis dedos. Luego de lavar mis viejos vestidos me dirijo a mi celda para empezar mi día. —Él alfa quiere verla. Dice el guardia frente a la puerta de la celda. ¿—Ahora? Pregunto y este asiente con su cara seria como siempre. Dejo las cosas en la celda y sigo al guardia por las interminables escaleras qué se me hacen eternas como siempre. —Él alfa la espera dentro. Dice el guardia y se retira. Con un suspiro abro la enorme puerta de su oficina y entro. —Saludo al alfa de los alfas. Digo mientras bajo la cabeza y hago una leve inclinación. —Siéntate. Escucho su fuerte y potente voz que envía corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Tomo asiento en uno de los muebles frente a su escritorio. —Alfa… Quiero agradecerle por… —No te he permito hablar. Me corta mientras continúa llenando y revisando una montaña de papeles.
BUENA:A primera hora de la mañana empiezo mi día pensando en lo largo que será. Mientras camino una chica de cabello castaño y ojos negros se detiene frente a mí. —¿Eres la esclava asesina de mi hermana? Me pregunta mirándome con desagrado. Muerdo mis labios pensando que mi día irá peor de lo que esperaba. —Ya qué no contestas al parecer sí. Habla mientras me entrega un pequeño frasco casi igual al que me entregó Malon. —Escuché que te encargaras de la comida y bebida del alfa… Sólo debes de vaciar tres gotas en cada bebida… Es para que no sufra mucho por mi hermana… Dice fingiendo algo de tristeza, pero no le creo nada a esta chica. —Está bien. Digo tomando el pequeño frasco y me marcho… Si no estoy equivocada Malon y ella están juntos en alguna conspiración para acabar con el alfa… Los frascos son iguales y no creo que sea coincidencia. Con un suspiro miro el pequeño frasco y lo guardo en mi vestido… El alfa no puede morir ahora… Primero debe de ser mío. Pienso con algo
BUENA :El alfa me mira con desconfianza, odio y algo más… Pero lo único que quiero es sus grandes manos ahí abajo y no voy a perder el tiempo.Así que me coloco en puntitas, pongo una de mis manos en su mejillas y beso sus labios qué saben a gloria. Al principio se queda quieto, pero luego me agarra de la cintura y profundiza el beso con desesperación y anhelo. Consejo número uno de Mariana: Si te besó una vez no se resistirá a un segundo beso. Sus grandes manos recorren mi cuerpo y cada toque quema mi piel haciendo qué me aferre más a él colocando mis manos detrás de su cuello. Me pega más a la pared mientras gruñe mordiendo mis labios y eso me encanta. El alfa hace que envuelva mis piernas alrededor de su cintura sin dejar de besar mis labios y así lo hago muy gustosamente. De pronto siento algo muy duro en mi parte íntima y abro los ojos separándome de sus labios. —¿Acaso eso es…? —Ssshh, no hables. Me calla con sus labios, mientras su cintura se mueve llevando descargas
BUENA:Ya es de noche y estoy recostada en mi celda mirando hacía el techo, la luz de la luna ilumina la pequeña celda a través de la pequeña ventana, junto a una mini bola de cristal qué me regaló Mariana. Observo la luna y pienso cómo la vida de una persona puede cambiar tan solo en unos segundos. Me envuelvo más en la vieja tela que me cubro, porque está empezando a hacer mucho frío. Escucho como la puerta de mi celda es abierta. —Pero pensé que hoy no vendrías Mariana… Me quedo muda cuando me giro y veo al alfa mirándome con los brazos cruzados. —Alfa lo siento no pensé que era usted… ¿Se le ofrece algo? Hablo colocándome de pies de inmediato. El alfa mira alrededor de mí celda y camina observando el lugar.—Buena…Dice dirigiendo su vista hacía mí y me observa de arriba abajo. Me doy cuenta que estoy en un fino camisón viejo y siento mi cara arder… Pero de todas maneras ya miró cosas ocultas de mí… ¿Por qué la vergüenza? Pienso mientras muerdo mis labios. —Esta noche h