«Todo va a estar bien, ellos ya no te pueden hacer daño»
Me repito una y otra vez hasta que consigo controlar mis pensamientos y hacer que el aire entre mejor.
A mi mente viene una Valeria de nueve años siendo intimidada por los niños del colegio, una adolescente risueña, una chica que quería tanto. Estuve ahí cuando sus padres se separaron, esa chica que estuvo ahí en mis momentos más difícil, quien conocía mis fortalezas y debilidades. Ella siempre estuvo, incluso cuando quise abandonar la carrera, era mi mejor amiga, esa chica que era incondicional. ¿En qué momento todo eso cambió? ¿Por qué hizo eso?
Pero de Matías lamentándolo mucho no fueron buenos momentos en seis años. No puedo evitar pensar en la primera marca que dejó en mis brazos, en todos los gritos de su parte, en esas veces que halaba mi cabello
Decisiones, eso siempre es lo crucial en la vida, como le he dicho a los chicos, desde que llegué aquí me he preguntado si de verdad tomé la decisión correcta, y luego de esta noche yo creo que sí.Lo de Valeria me afecta bastante, tanto por el hecho de que posiblemente ella este pasando por un infierno. Pero ¿y si no? ¿y si con ella es diferente? ¿Qué pudo hacer ella que yo no para estar a su lado sin maltratos? Muchas preguntas vienen a mi mente y siento que estoy tocando aún más fondo a pesar de que pensé ya estaba nadando a la superficie.—¿Estás bien? —me pregunta una voz suave.A mi alrededor ya no hay nadie, solo está el y siento que me ha sacado de un trance.—Sí—susurro—Me duele un poco la cabeza, pero supongo que es por todo esto—sonrío con tristeza. Él no dice nada, simplemente s
Esa noche la cena se convirtió en una pequeña reunión que terminó en juegos de mesas y todos los chicos durmiendo en diferentes habitaciones y sofá de la casa de mis abuelos, cuando mamá y papá llegaron se rieron mucho por las camas improvisadas que tenían, fue una noche realmente increíble.Por otra parte, he tratado de no pensar mucho, le he comentado a la doctora todo lo que paso por mi mente esa noche y me ha ayudado a darme cuenta que lo que ellos hagan o dejen de hacer ya no es mi asunto.Mi familia sigue en casa de mis abuelos, pero yo aún tengo varios días de clases antes de las vacaciones de acción de gracias, así que debo quedarme en la residencia mientras tanto, he decidido decirles todo cuando ya esté definitivamente de vacaciones.Alan y yo hablamos mucho esta semana, ha estado muy atento y llama cada noche para hablar conmigo, aunque ambos estemo
Estoy muy cansada, esta última semana ha sido demasiado agotadora.Todos los profesores se pusieron de acuerdo para ponernos de todo, sin contar que ya tenemos que estar buscando nuestras prácticas profesionales. América las hará en un periódico local, prácticas que las consiguió su padre, ofreció ayudarme, pero me negué, tampoco quiero pedirle ayuda a mi padre a pesar de que me ha preguntado varias veces, quiero hacer las cosas por mi propia cuenta, quiero de verdad convencerme a mí misma de qué puedo hacer un esfuerzo sin ayuda del dinero e influencias de mi padre para lograr algo que quiero.Estoy en la cafetería del parque terminando algunos apuntes, ya hoy salimos de vacaciones de acción de gracias, pero lamentablemente las vacaciones no duran para siempre y los profesores pusieron tanta tarea como para que uno no disfrute de ellas.Tomo mis cosas y me ded
Alan me presta un jabón líquido y una toalla. Tomo al cachorrito y me siento en el piso, lo meto en la bañera con agua tibia, empiezo a frotarle todo, se ve tan tierno todo cubierto de jabón, le saco algunas garrapatas, me sorprende que no tenga tantas teniendo en cuenta que vivía en la calle.—Luego de que te bañe vas a quedar tan guapo, Tay—le hablo al perrito—La próxima semana te llevaré a una peluquería, a visitar al veterinario y te compraré un lindo collar, para que seas más guapo—sigo hablándole mientras lo froto todo.—Tú de verdad no eres normal—Alan ríe muy alto. Está sentado en su sanitario mirando la escena que estoy haciendo. —¿Crees que él te entiende?—Los animales son más inteligentes de lo que crees.—Te ves ridícula—saca su
A veces creo que soy lo suficientemente tonta cuando tomo decisiones sin pensar.A ver Bella «¿Por qué irás a la pelea?»«No sé» Perfecto.Estoy caminando a mí auto, tomo mi celular y me coloco los audífonos, me quedo un rato ahí, sin prender el motor, sin hacer nada.Marco un número, y espero que conteste. Al tercer tono escucho su voz.—¿Bella? —pregunta suave.—¿Crees que estoy haciendo bien? —ella ríe.—Alan me dijo que lo acompañarías, y yo opino que sí está bien. Ten en cuenta que él a veces ve obligado a ir hasta ese lugar, solo que...—Necesita dinero—término de hablar—Lo sé—susurro más para mí—¿Pero para que, Elena?—No es fácil llegar a ser un boxeador p
Miro a mi alrededor y hay varios casilleros, una camilla color celeste, un estante con muchos artículos de primeros auxilios, el lugar no es tan desagradable como por afuera, aquí se ve un poco más limpio y ordenado, miro a una puerta que al parecer es el baño. Mi vista topa con el torso desnudo de Alan, su vista esta fija en su mano izquierda dónde se coloca unas vendas.Lo detallo. Alan es realmente bonito, tiene un perfil muy atractivo, no es un fortachón, pero es un chico delgado con sus músculos muy definidos, se nota por encima que entrena, brazos, abdomen, su estatura también ayuda mucho para que se vea todo un chico intimidante e imponente, sin embargo, cuando le ves el rostro solo observas un chico joven que aun lucha por sus metas, ese chico de veintitrés años que aún le falta tanto camino por recorrer. Y eso me agrada.Aunque pensando bien las cosas, muchas cosas de Alan me agradan.
Me abro paso entre la gente con la respiración entrecortada y me pierdo por un momento. Miro a mi alrededor y solo veo muchas personas celebrando el triunfo del pelinegro, me siento muy aturdida hasta que logro ver una puerta color bronce a lo lejos, no sé si esa es la salida, pero camino hasta ella.Gracias al cielo estoy en lo correcto, salgo y el aire fresco pega en mi rostro, no estaba consciente del calor que tenía ahí dentro hasta que la soledad y frío de la noche llega a mí. Me quedo de pies respirando profundo, odio sentirme de esta forma en la calle.Miro a mi alrededor, no hay nadie, supongo que al momento de empezar la palea todos entraron.—Hola, hermosa—veo una sombra a mí lado, pero no logro distinguir al chico que me habla. Mi sistema nervioso se llena de nuevo de temor para seguir caminado—¿Acaso eres dura? —camina detrás de mí. No debería de esta
—Pero nos dijiste la semana pasada que si venías ¿Por qué no estás aquí? Exijo que estés aquí ¡Ya! —me dice América a través de la pantalla de mi celular.—Solo quiero pasar tiempo con mi familia. —le contesto con calma.Estoy en el sillón de la casa de mis abuelos recostada con Tay en mis piernas durmiendo.—Mentira—habla ahora Aria. Sonrío y bajo mi vista al cachorro.—En serio, quise quedarme con ellos—miro a Ben quien está también recostado frente a mí con su móvil.—Pero vas en diciembre con ellos—América me hace carita de perrito.—Pero paso más tiempo con ustedes—les comento obvia.—Fue por Alan—afirma Aria.Alzo mi vista para asegurarme si Ben escucho, y sí lo ha hecho ya que me mira con la ca