Bryce tomó el teléfono, después de tener claro lo que tenía que hacer, y marcó el número de Alexa.
— ¿Bueno?
—Hola, soy yo.
— ¡Mi amor! Que gusto escucharte—dijo una melodiosa voz del otro lado del teléfono. — ¿desde dónde me llamas? No conozco ese número.
—Es nuevo. Te llamo desde la casa de campo.
—Oh ya veo. ¿Y qué haces allí? Te hacía en Seattle.
—Quise venir por unos días a despejarme un poco y a conseguir un algo de esa creatividad, tan importante para las campañas que vienen.
—Es una buena idea. Aunque es un plan demasiado solitario para mí gusto.
—Por eso te llamo. Quería ver si podías venir y estar conmigo unos días.
— ¡Oh por Dios! ¿En medio del bosque? —dijo casi gritando—No, no. Eso no es para mí, lo sabes—se
Hola chicas!! Otro capitulo mas para ustedes. La actualización es todos los Martes. Saludos y bonito día.
Mitchell agarró tres vestidos absolutamente hermosos y se los dio a tres de sus ayudantes, uno para cada uno, y de esa manera podían verse claramente. El del extremo izquierdo era de un azul intenso, cortado mucho más bajo de lo que normalmente ella se habría atrevido a usar. Era bastante sencillo, pero de corte perfecto y elegante. El siguiente era un color dorado reluciente, que bajaba por los hombros y probablemente llegaba hasta la mitad de la pantorrilla. Era bello, por supuesto, pero no se sentía como algo que ella mataría por usar. Además, podría chocar con el color de mi cabello.Y el último era como lo que usaría una actriz, en la alfombra roja, con dramáticos volantes y colores brillantes. Así que no era para ella, pero quería intentarlo de todos modos.—Todos son hermosos—le dijo mientras sus manos se deslizaban por la tela de uno de los vestidos. Luego mir
Nicole vio la pareja que se acercaba y enseguida se tensó. Sabía que no eran de los amigos pesados de su jefe, pero aun así, ella era la asistente, no la novia de Bryce Powell, y no tendría por qué estar en una reunión donde la invitada era la famosa modelo Alexa Vanderbilt— ¡Bryce! Qué bueno que has venido. —dijo Rebecca y luego miró a Nicole—estás hermosísima.—Muchas gracias—ella no sabía bien que hacer. Jamás había estado en un escenario como ese y menos vistiendo así.—Hermano, es la mejor acompañante que te he visto—dijo Daniel a Bryce sonriendo de forma traviesa. Y saludó a Nicole con un beso en la mejilla—te ves deslumbrante, Nicole. Estoy seguro de que mi amigo será la envidia del evento.Afortunadamente, el banquete estaba comenzando y ellos enseguida fueron a sus mesas. Dan
Después de la fiesta de caridad, el fin de semana pasado, Nicole no se sentía muy bien acerca de cómo sucedieron las cosas ese día. Los amigos de Bryce eran amables, pero sabía que pensaban que había algo más allí, y se sintió avergonzada de caer en el cliché de amante del jefe, cuando no era así. Afortunadamente él había notado su incomodidad y accedió a irse temprano, cuando ya había hecho un buen donativo, y hablado con suficiente gente, como para que notaran su presencia y dijeran que no faltó a la fiesta. Llegaron al hotel y ella se fue enseguida a su habitación para ver a Chloe. La niñera dijo que se había portado muy bien, que era una niña muy tranquila, y se había dormido pronto, después de tomar su biberón.Ellos fueron a dormir y no hablaron más de aquella fiesta, ni de aquel beso. Al día
Le puso el pijama a Chloe y le cantó un rato hasta que se hubo dormido, Nicole salió de puntillas del despacho y se dirigió al cuarto de baño para mirarse. Se dijo que no era coqueteo, simplemente no deseaba verse mal.Cuando llegó al salón, lo vio frente a la chimenea. Él alzó la vita cuando sintió su presencia— ¿ya se ha dormido?Ella asintió—casi no lo hace, pero al fin el sueño la venció—por el gran ventanal podía notarse una llovizna y empezaba a hacer frío. Bryce lo percibió y puso dos leños más en el fuego que ahora crepitaba alegremente. La luz era tenue en el lugar y él la observó un momento.— ¿Quieres pasar?—le sonrió—parece que tuvieras miedo.Ella caminó hacia él—¿debería?— Para nada, ¿Quie
La abstinencia no era lo único que explicaba el intenso deseo de Nicole en ese momento. Lo deseaba a él, no a cualquier otro hombre, sino a él. Bryce se había abierto paso a su corazón de una forma que ella no supo ver hasta ese momento. Él le tomó el rostro entre las manos tratando de dominarse porque sabía que quería hacerla suya, pero también era consciente de que si llegaban más lejos debía ser delicado, no portarse como un animal en celo, pues era su primera vez.Bryce profundizó el beso. Quería hacerla sentir bien, y que ambos obtuvieran lo que tan desesperadamente deseaban. Sabía que había un sofá cerca y pensó que eso sería lo mejor pues no habría tiempo para subir hasta su dormitorio. Se separó un poco para cerciorarse de que era lo que ella quería también.—Nicole…—te de
Nicole muy en su interior quería pensar que eran ciertas las palabras de Bryce, y que ahora la veía distinto, que no le gustaba simplemente como mujer, porque le parecía atractiva y punto. Porque si llegaba a ser cierto que él podía enamorarse de ella, como ella creía estar enamorándose, de él, las cosas serían muy distintas. Sin embargo, un soltero multimillonario, con tantas mujeres detrás, no sufría de esa enfermedad llamada “Amor”. Si la deseaba, lo mejor que podía pasar era que ambos se quitaran las ganas y luego hacer de cuenta que sufrían de amnesia. Esta vez fue ella la que se abalanzó sobre él y lo besó, mandando al diablo, todas sus razones por la que no debería hacerlo, al diablo.Bryce al principio estaba sorprendido, pero luego tomó la delicada nuca de ella, y la acercó más, para profundizar el beso.
Nicole escuchó a través del monitor, los sonidos que emitía su hija. Se desperezó y sonrió cuando recordó la noche que había tenido con Bryce. Se sentía feliz. Al darse la vuelta en la cama, vio que el otro lado estaba vacío. No había nota, ni nada que explicara la ausencia de Bryce. Nicole se dijo que no debía tener expectativas, y que la anoche anterior solo había sido sexo. Las palabras que usó Bryce en aquel momento, solo las dijo para convencerla. Ella no era el tipo de mujer de la que un hombre como ese se enamoraría, y se regañó por si quiera haberlo pensando por un microsegundo. Se dijo que la tristeza era algo que no debía sentir y al final la vida continuaba.Como Chloe estaba entretenida con su osito de peluche, Nicole se vistió deprisa y le preparó el biberón antes de ir a su habitación. Chloe se puso muy contenta al verla. Nicole le cambió el pañal y le puso uno de los bonitos enterizos había encontrado en el armario de su dormitorio. Después se sentó en la mecedora a
Al día siguiente Nicole estaba muy temprano en la casa, haciendo el desayuno para que cuando Alexa se despertara, Bryce y ella se sentaran a comer. Pero ella comió con un pajarito y fue Bryce el que degustó cada cosa que hizo, diciendo que todo estaba delicioso.—Sé que le gustan los pancakes de avena a la señorita Alexa, y a usted, el pastel de banano, así que hice ambos, para que coman bien.—Yo no soy de mucho comer al desayuno—se echó a reír—creo que a ninguna hora o me vería como una vaca—miró a Nicole de pies a cabeza. —No te parece que deberías ponerte a dieta, Nicole? Has ganado bastante peso desde la última vez que te vi.Nicole se sonrojó y miró hacia otro lado avergonzada.—Nicole no está aquí para ser modelo, así que no tiene por qué parecerse a ti, Alexa.—Oh querido, ella jamás será parecida a mí, en nada—se levantó de la mesa y sin decir nada más se marchó.Bryce se quedó allí con las manos cerradas en puños—eso solo traerá problemas.— ¿Qué cosa? ¿Pasa algo malo?—preg