Anashia El día había pasado rápidamente dejé varios trabajos para los niños ya que era el último día escolar y entrarán después de dos semanas, tendrán largas las vacaciones de julio. Nos despedimos celebrando una piñatita junto con pasteles y helados de sabores, al salir de la escuela me dirigí a mi trabajo de medio tiempo salude a mi jefe y a su esposa. Cuando entre limpié la recepción y luego guarde los libros que regresaron, mientras estuve ahí apuntando a los clientes que iban alquilar los libros una persona desagradable para mí entró y sonriéndome se sentó en uno de los escritorios, incapaz de soportar la mirada inquisitiva de Matías. Él se acercó, burlón, y me dijo:—Quieras o no, tendrás que aguantarme ahora que estoy aquí. Tu amado prometido cree que somos buenos amigos. ¿Qué pensará cuando sepa que trabajaste conmigo y casi mataste a la esposa de Alexis junto a su hijo?— Se nota lo venenoso que es. Sonreí y le respondí:—Eres un loco. No tienes idea de lo que dices. Sebasti
《Alexei》Una semana después, ya estaba preparando mi viaje a Nicaragua para revisar los asuntos de la empresa. Estaba especialmente interesado en discutir las nuevas estrategias de venta para nuestra marca de jugos y bebidas. Le pregunté a mi hombre de confianza, Michael, si había encontrado a la persona adecuada para abrir la caja fuerte.Michael me confirmó que sí, que el individuo estaba en otro estado ocupado con otros trabajos. Entonces contacté a mi hermano y planeamos ocuparnos de la caja fuerte en los próximos días.Más tarde, me reuní con Clara, mi ahora socia y amiga. Aunque ella insinuaba cierto interés, yo no estaba preparado para avanzar, pues aún no había olvidado a alguien especial en mi corazón. Acepté su invitación, pero le dejaría claro que por ahora no deseo nada serio con ella.—Me alegra que hayas venido —me saludó, dejando un beso en la comisura de mis labios.—No es nada. Bien, empecemos a ver las fichas y el logotipo para crear el producto lácteo.—Relájate un p
《Narra Natalia》Estaba a punto de comerme las uñas cuando me di cuenta de que Alexis había descubierto casi todas mis infidelidades con William y su amigo Miguel… esos recuerdos de años atrás comenzaron a abrumarme. Suspiré profundamente, mirando el diario en mis manos, un diario que contenía todas mis fechorías. Decidí romper página por página y quemarlas. Tenía miedo de ser descubierta, de que Alexei supiera que Luna era hija de su padre, y en otras palabras, su hermana menor.Por eso, chantajeé al padre de Alexei en aquel entonces. ¿Cómo olvidar aquellos días cuando iba de visita a su casa, tratando de conquistar a Alexei? Hacía de todo, incluso me hice amiga de la madre de Alexei. Pero su padre era tan morboso. Lo primero que me dijo fue:—Si tanto deseas a mi hijo, primero tienes que pasar por mí. Hablé con Minerva para que te cases con él. Ella está dispuesta, pero debes hacer lo posible por engatusar a mi hijo, para que caiga en tus manos. Alexei no es cualquier hombre. Vino de
Parte 1《Narra Matias.》M*****a sea, Anashia, haré que seas mía a la fuerza. Desde el momento en que te vi, me di cuenta de que no permitiría que fueras feliz con nadie más. Mi obsesión por ti es tan intensa que no puedo soportar la idea de que estés con otro hombre. Todas las mujeres están dispuestas a estar conmigo, pero tú, Anashia, eres la única que se resiste. No me importa lo que tenga que hacer; no permitiré que te acerques a ningún otro hombre, al igual que hice con Alexei.Sigo yendo a la librería donde ella trabaja. La observo mientras hace su trabajo, y me irrita verla sonreírle a los clientes. La veo allí, y no puedo evitar acercarme. —¿Qué tal, Anashia? —la salude con una sonrisa que no refleja mi verdadero sentir.—Hola, Matías —responde con un tono que parece educado pero distante—. Mi prometido ya sabe quién eres. Le he comentado todo sobre ti.—Pero, Anashia, ¿qué te sucede? Solo vengo en son de paz. Tú eres la que no me ha querido cerca. No tengo la culpa de que esté
Parte 2 《Narrado por Matias》No tenía la menor idea de qué hacer. Daba vueltas sin rumbo, el caos reinaba en mi mente. Finalmente, agarré el cuerpo inerte de Rosali la bailarina, y lo envolví en una sábana. Recogí sus ropas y las metí también en la sábana, tratando de dejar todo en orden. Antes de cerrar el paquete, coloqué en mis manos un par de guante; no podía dejar ninguna pista que me comprometiera. Me lastimaba las manos y me mordía las uñas, completamente descolocado por la locura que había cometido, por una m*****a obsesión por esa mujer.Ella debía ser la única muerta, nadie más que ella. Pero esto no iba a quedarse así, no podía permitirlo si Anashia no iba ser mia tampoco seria de otro...Rápidamente, llamé a mi hombre de confianza para preguntar cómo estaban las cosas en la capital. No sabía cómo abordarlo, pero confiaba en que él haría todo lo que yo necesitaba.—John, ¿cómo está todo por ahí? —pregunté nervioso.—Mi señor William, todo está en orden. Los paquetes fueron e
Narra Sebastián.Sentía el cansancio y el abatimiento apoderarse de mí cada día más. Esa tarde decidí que era el momento de ir a la capital, a la clínica de mi hermana. Los días pasaban rápido, y aunque estaba feliz por casarme con Anashia, una sombra oscura de inquietud me seguía a todas partes. Sentía que esa felicidad podría desvanecerse en cualquier momento, y aunque no quería admitirlo, sabía que algo no estaba bien. He atendido a suficientes pacientes para reconocer ciertos síntomas. Dolor de cabeza intenso y persistente, fatiga... Todo me indicaba que debía hacer algo antes de que fuera demasiado tarde. Así que, con esa preocupación en mente, me dirigí al hospital de mi hermana.Le dije a Anashia que me quedaría unos días con mi madre por una reunión familiar, pero en realidad, iba a descubrir qué me estaba pasando. Necesitaba respuestas.Cuando llegué a la capital y entré en la clínica, mi hermana, Valentina, me recibió con una cálida sonrisa.—¡Sebastián! ¡Qué sorpresa verte
《Alexei》 Miraba los boletos de avión para viajar a Nicaragua por asuntos de trabajo. Últimamente me sentía agotado y nada bien, pasando los días entre tragos. No podía dejar mi trabajo de lado, así que suspiré mientras empacaba mis cosas. Luego, entré en la habitación de mi hija donde estaba karla leyendo libros. Le pedí a karla que cuidara bien de ella y que me llamara por cualquier cosa, sin importar la hora. Le dije que solo estaría fuera un par de días.—No se preocupes, señor Alexei, todo estará bien. Le comunicaré cualquier cosa.—Gracias Karla.Me acerqué a mi hija, que ya dormía, y le di un beso en la frente. La observé detenidamente. Tenía el cabello rubio y los ojos igual que los míos, sus fracciones eran igual, me sentía esperanzado de que fuera mi hija, por lo que hice la prueba de paternidad y salio negativo, Luna era mi pequeña hermana, este pensamiento me torturaba. La vida y las personas eran horribles. Pensé que mi padre había sido un buen hombre, y que Natalia era i
《Anashia》Sonreía al ver a mi bebé crecer día tras día. Sin embargo, el pequeño tenía un parecido asombroso a su padre: sus ojos, su piel, incluso su cabello y sus gestos. Trataba de olvidar cada detalle de ese hombre que tanto amaba y aún no he podido. Día y noche, mi mente está puesta en aquel hombre de ojos verdes, en mi amado Alexie. Me autorecrimino diciendo que ahora soy la mujer de Sebastián, que mi corazón le pertenece a Sebastián, es algo que ni yo me explicó, quizás me enamorado de él y lo de Alexei solo es un bonito recuerdo que jamás podré olvidar.Por eso, decidí que era hora de dejar atrás ese amor que fue bonito, pero también doloroso. Ya no había marcha atrás, pronto me casaría. Dejé todo lo que estaba haciendo y entré a la habitación en la casa de Sebastián. Sebastián me había llamado para pasar una semana en casa de sus padres, ya que había una cena para dar la fecha de la boda, cosa que me hacía sentir alegre, al igual que a él —Me siento completo y más ahora que p