《Alexei 》Logré el divorcio con Natalia; ahora soy un hombre libre. Por ahora, solo debo esperar la custodia de mi hija y que Natalia se marche del país si así lo desea. He comprendido que ya nada me importa más que mi hija. Anashia era la mujer que deseaba para toda la vida, pero lamentablemente no se dio. Sé que aún me ama y quizá se está aferrando a otra persona para alejarse de mí, y creo que lo logró. Nunca más volveré a ella. Me duele el corazón, pero no hay marcha atrás; se acabó. Sin embargo, no dejaré de apoyar a su madre. Dylan ya ha hecho las gestiones y todo lo referente a los donativos que haremos para aquellos con esa enfermedad. Mi madre se tuvo que ir del país cuando le diagnosticaron leucemia, ya que en ese tiempo no habia buenos factores para tratar la leucemia, de igual manera en en extragero no soporto muchos años. Hice todo lo que ella me pidió por verla bien, pero ya mamá no está; murió hace mucho y ahora ya no puedo seguir estando infeliz al lado de una mujer q
《Anashia》Estaba en mi casa, limpiando y preparándole la cena a mi madre. Sabía que después tendría que ir al hospital. Mientras estaba en la cocina, escuché un auto estacionarse frente a nuestro portón. Al mirar por la ventana, vi que era Alexis. No quería salir, pero no tuve otra opción cuando lo vi de pie esperando.Con un suspiro, abrí la puerta y me acerqué a él. —¿Qué quieres, Alexei? ¿Qué estás buscando aquí?— le pregunté, intentando mantener la calma.Él me miró con una expresión seria. —Solo quería despedirme de ti, Anashia— respondió con un tono que mostraba su tristeza.Lo invité a pasar a la casa, aunque con cierta reticencia. Nos sentamos en la sala y comenzamos a hablar. —Me he divorciado— Comento de repente, rompiendo el silencio incómodo. —Fue un divorcio unilateral, pero ahora estoy peleando la custodia de Luna. No sé qué pasará después.—Sentí una mezcla de sorpresa y compasión. Antes de que pudiera responder, él me miró a los ojos y preguntó: —¿Tienes una relación a
《Alexei》Después de despedirme de Anashia con un momento apasionado único de recordar, y con el corazón roto, decidí regresar a la mansión, no tengo idea qué hacer, he perdido al amor de mi vida, pero no tengo planeado perder a mi hija, eso si jamás. Al llegar, encontré a mi pequeña hija entre lágrimas, con uno de sus bracitos lastimado. Mi corazón se detuvo y, sin saber qué había pasado, me acerqué a Karla quien la tenía en sus brazos. Mire a Natalia para obtener respuestas, pero ella solo me miraba sin ninguna pizca de lástima.—¿Qué ha pasado aquí? —les pregunté, desesperado.Karla evitó mi mirada mientras Natalia intentaba calmar a la niña diciéndole que se callara.—Se cayó de las escaleras respondió Natalia, con voz aburrida—. Fue un accidente y yo no tuve nada que ver. —Comento como si nada.—Ella cayó de las escaleras fue en la cuarta escalera.No podía creer lo que estaba escuchando. Rápidamente, llevé a mi hija al hospital. Después de algunas radiografías, el médico nos expli
《Anashia 》Era feliz, tener a mi pequeño Angel era lo quizás siempre anhele para completar mi vacía vida. El correteaba por toda la residencia, era feliz a mi lado y al lado de su abue como el decía al ver a mi madre. —Es nuestro tesero más grande—Comento mamá atrapando a su nieto. —Sí, lo amo él y tu son lo que más amo en la vida. —Y donde me dejas a mi— Comento Sebas, acercándose y dejando un beso en mi mejilla. El niño se le acercó alegre y lo abrazo. —Papi ya ha regresado, como estas.— Le empezó a hablar y yo sonreí suspirando. Mi mamá se notaba más alegre desde que nació mi pequeño, el vino a alegrar nuestros días. Recuerdo cuando le comente que estaba embarazada, mamá sonrió alegremente y no me reprochó nada, ella era la que pasaba todo el día junto a mi hijo, estos dos años han sido los mejores, desde que supe que el venía creciendo en mi vientre fui la mujer más feliz de la vida. Por lo que decide alejarme de todo incluso de la escuela. Así que decidí comprar este pequeño
Anashia —Anashia; que sorpresa— Susurro una voz conocida a mis espaldas, giré y lo miré nerviosa pero sin mostrárselo. Matías estaba sonriendo al verme, sin prestarle atención entré en la librería, esperando encontrar algo de paz entre los estantes. Pero al girar una esquina, me encontré de nuevo con él cara a cara. No podía creerlo, me estaba siguiendo, lo ignore pero al parecer no ld importo que lo haya ignorando, esta vez él me miró con una sonrisa irónica y menciona.—Cuánto tiempo, me da gusto verte. Pareces otra persona.Elevé las cejas, nerviosa, y tratando de mantener la calma, le respondí:—Vaya, y eso a ti, ¿qué te importa cómo me encuentro? Después de todo, eres una persona a la que nunca deseé volver a ver.— agregó con molestia.—Con razón estás en esta comarca, lejos de la ciudad. Pero el mundo es tan pequeño y redondo que, donde sea que vayas, siempre te encuentras con personas del pasado, ¿no te parece? Anashia.—En fin, buenas tardes. ¿Qué deseas?— inquiri soltando un
Alexei Una sola cosa ocupaba mi mente: borrar la imagen de Anshia y su nueva familia lo más rápido posible. Ella ya se había olvidado de mí, y no la culpaba. ¿Cómo podría seguir amando a un hombre con tantos problemas y prejuicios? Decidí seguir adelante y tratar de olvidarla, como había resuelto hace una semana.Terminé mi trabajo rutinario y llegué a casa. No encontré a nadie más que a mi hija en el salón, bailando ballet. Al verme, apagó la música y se acercó para darme un beso.—Hola, papi. Ya has regresado.—Sí, cariño. ¿Cómo has estado?—Pronto vamos a tener una presentación en el Liceo. ¿Vendrás a verme, papi? Tendrás que buscar tiempo para mí.Sonriendo, la abracé y le di varios besos en la mejilla.—¿Cómo podría perderme una presentación tuya, mi niña? Eso jamás, ¿ok? Así que tranquila y pon mucho empeño en tus prácticas para que sea una de las mejores, como el año pasado.Mi hija asintió sonriendo y luego me hizo una seña para que saliera del salón de prácticas. Cuando iba
Alexei Llegué al apartamento de mi hermano y toqué la puerta. Al instante, él abrió y me sonrió. —Pasa. ¿Cómo estás? —pregunto sonriendo. —Estoy bien, hermano. —Mira, preparé una cena deliciosa para que tomemos un poco y platiquemos. Entré y vi todo lo que había preparado mi hermano. Últimamente estaba más centrado en lo que hacía. Desde que falleció papá, ha estado más enfocado en la empresa y se ha desvivido por recuperar esas acciones que por poco perdimos. En la mesa había de todo tipo de comida. —Por cierto, hermano —dijo—, creo que en la caja fuerte de papá hay unos documentos que necesitamos. Es sobre el fraude que había cometido. No sé exactamente si están ahí, pero tampoco sé la clave. —¿En serio? —Sí, recuerdo que papá decía que en esa caja fuerte dejaba todos sus secretos guardados. Tú sabes que papá me amaba mucho y confiaba en mí. —Sí, lo sé, fuiste su consentido. —Necesitamos esos papeles, necesitamos destruirlos mientras estamos recuperando nuestras acciones pa
Anashia El día había pasado rápidamente dejé varios trabajos para los niños ya que era el último día escolar y entrarán después de dos semanas, tendrán largas las vacaciones de julio. Nos despedimos celebrando una piñatita junto con pasteles y helados de sabores, al salir de la escuela me dirigí a mi trabajo de medio tiempo salude a mi jefe y a su esposa. Cuando entre limpié la recepción y luego guarde los libros que regresaron, mientras estuve ahí apuntando a los clientes que iban alquilar los libros una persona desagradable para mí entró y sonriéndome se sentó en uno de los escritorios, incapaz de soportar la mirada inquisitiva de Matías. Él se acercó, burlón, y me dijo:—Quieras o no, tendrás que aguantarme ahora que estoy aquí. Tu amado prometido cree que somos buenos amigos. ¿Qué pensará cuando sepa que trabajaste conmigo y casi mataste a la esposa de Alexis junto a su hijo?— Se nota lo venenoso que es. Sonreí y le respondí:—Eres un loco. No tienes idea de lo que dices. Sebasti