AnashiaMamá llevaba días sintiéndose mal, así que la llevé al hospital Alemán para que le hicieran un chequeo médico. Mientras caminaba por el amplio predio del hospital, me dirigí hacia el árbol de nancite.—Wao, está lleno de fruta—dije para mí misma mientras observaba a mi alrededor. Al hacerlo, vi a una pequeña niña a mi lado. Era delgadita y llevaba un gorro en su cabecita. Mi corazón se encogió al ver las ojeras marcadas en sus ojos.—Yo las recojo y se las doy a mi mami para que prepare jugos de nancite y les dé a mis hermanitos—dijo con una voz suave.—Son ricas. Me llevaré unas cuantas para preparar un delicioso jugo—le respondí. La niña sonrió feliz—. ¿Estás enfermita?—Sí, tengo cáncer y prácticamente vivo aquí.Quería llorar al oír eso. De repente, sentí un nudo en la garganta.—Lo siento pequeña.—¿Te doy lástima?—cuestionó ella, colocando sus manitas en mi mejilla. Sin darme cuenta, mis lágrimas se derramaron.—Eres muy pequeña y me da una inmensa tristeza verte así.Ell
《Anashia》Dormir a su lado es una hermosa sensación que no quisiera dejar de sentir. Su calor, su olor y sus fuertes brazos rodeando mi cuerpo es lo que he anhelado cada día. No obstante, sé que es algo que debo esperar y no codiciar. A veces se me olvida que está casado con una mujer a la que no ama, pero con la que tiene lazos inquebrantables.Resignada a que se irá pronto, me levanto de la cama mientras él suspira y sigue durmiendo. Sonrío, embobada de amor. Entro al baño para tomar una rápida ducha. Antes, cepillo mis dientes y peino mi alborotado cabello. Por suerte, el agua está helada, lo cual es un alivio en este calor insoportable. Al finalizar salgo del baño y me pongo un conjunto de ropa interior color rojo vino, luego un short corto y una camisa cómoda. Sin hacer mucho ruido, salgo de la habitación, bajo las escaleras y me dirijo a preparar el desayuno para él y para mi madre. Mientras preparo tortillas de harina y huevos revueltos, pienso en que debo ir al apartamento de
《Anashia》No sabía qué hacer, me quedé en estado de shock. Ella cayó por su cuenta, nadie la empujó.—Anashia, llama al 119 rápido, está sangrando mucho. ¡Natalia, despierta! Maldita sea.Marqué al 119 y pedí una ambulancia. Mis manos temblaban, no sabía cómo manejar la situación. Pobre Alexei, pensé que yo estaba loca, pero tal parece que ella lo está más que yo. Atentar contra su vida y la de su hijo era una locura inconcebible.Luego de varios minutos, la ambulancia llegó para trasladar a Natalia al hospital más cercano. Matías me guió hasta su coche y fuimos juntos al hospital. Al llegar, la ambulancia se detuvo y se llevaron a Natalia a emergencias. Estaba aterrorizada por todo esto. Aún no puedo creerlo, ella se lanzó sin miedo, y en mi cabeza aún ronda esa pregunta: ¿por qué lo hizo, sabiendo que estaba embarazada?Estaba desesperada al ver que los médicos no salían, Matías daba vueltas, sofocado.—Voy a llamar a Alexei —sugirió.Asentí nerviosa, deseando que ambos estuvieran b
AnashiaEstaba desesperada cuando el médico abrió el sobre quedando en silencio sin decirme absolutamente nada. Mis nervios estaban a flor de piel cuando empezó a leer en voz alta.—Lamento darle esta noticia, señorita. Desgraciadamente, su madre tiene cáncer de Gástrico y está en la fase 1, en etapa inicial.Quedo estupefacta al escuchar lo que me notifica el médico.—Como, doctor me puede explicar, que es eso— Pregunto sintiendo miles de cosas. El doctor asintió para luego Explicarme.—El cáncer de estómago también se conoce como cáncer gástrico. Es una enfermedad en la cual células malignas (cancerosas) se forman en el revestimiento del estómago. Este tipo de cáncer puede desarrollarse en cualquier parte del estómago y puede propagarse a otros órganos, especialmente el esófago, el hígado, los pulmones y los ganglios linfáticos.¿Qué era eso que estaba escuchando? Mis manos empezaron a sudar y mis pies a picotear. ¿Cómo era eso posible?—No, esto es una maldita broma.—Señorita, su
AlexeiNunca pensé que mi vida podría llegar a este punto, pero aquí estoy, sosteniendo la mano de Natalia mientras salimos del hospital. No amo a esta mujer, pero no puedo ignorar la culpa que me carcome por dentro. A mi lado, ella apenas es una sombra de la persona que alguna vez conocí, sus ojos llenos de rencor y su corazón endurecido por el odio. Odio hacia Anashia, el amor de mi vida, y hacia mí, aunque nunca lo admitiría en voz alta.Las semanas desde la pérdida del bebé han sido un torbellino de emociones y silencios incómodos. Natalia insiste en que Anashia la empujó deliberadamente, provocando el aborto, y ahora quiere demandarla. No sé cómo enfrentar esto, pero sé que debo proteger a Anashia, aunque eso signifique desafiar a Natalia y todo lo que conlleva.Finalmente llegamos a la mansión, un lugar que alguna vez fue un refugio, pero que ahora solo parece una prisión. Abro la puerta y Luna, nuestra pequeña, corre hacia su madre con los brazos extendidos, buscando consuelo y
《Anashia》La semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Llevé a mi madre al hospital para que empezara su tratamiento. Había muchas personas y el médico me pidió que esperara unas semanas para que me llamara.—Doctor, pero mi madre no puede seguir esperando. Necesita comenzar su tratamiento ahora mismo — mencioné, al borde de la desesperación. ¿Cómo podían dejar atrás a mi madre? Era injusto.—Entiendo su preocupación, señorita, pero no puedo hacer nada más. Podría considerar llevarla a un hospital privado si desea agilizar el proceso y la intervención quirúrgica.Traté de respirar tranquilamente y buscar una solución. Sentía cómo los días pasaban y mi madre seguía debilitándose.—Debo obtener una orden médica; la llevaré a otro hospital —digo decidida.—Espero que comprenda. Tenemos muchos pacientes con casos similares que han estado esperando semanas, incluso meses, para ser tratados.Asentí, observando a mi alrededor. El médico tenía razón. No era culpa suya. Me entregó unos
《Alexei》Leo detenidamente los papeles del divorcio unilateral con Natalia. Sé que ella no se divorciará por su cuenta, así que tomé la decisión de hacerlo de esta manera para acelerar el proceso. Cuando sea el momento, le llegará la notificación. Además, he solicitado la custodia de Luna; no permitiré que mi hija crezca bajo el cuidado de una mujer con problemas emocionales. Natalia necesita ayuda profesional, terapia psicológica, porque últimamente no está bien. También hice todo lo posible para retirar la demanda que Natalia presentó contra Anashia.Mientras tanto, trato de darle espacio a mi pequitas, sabiendo que la enfermedad de su madre la tiene afectada. Haré lo posible para financiar los tratamientos de su madre, quizás con la ayuda de Dylan, debo planear un metodo en la que sea beneficiada. La amo tanto, y aunque nos alejemos, siempre velaré por ella y su madre. Debo entenderla, darle el tiempo que me pide asegurarme de que esté bien, no quisiera que siga sufriendo por mi c
Anashia. Me alejé rápidamente del doctor, sintiéndome apenada por lo que hice por impulso. No tenía otra opción; Alexei tenía que alejarse de mí sea como sea, y más ahora que esa mujer me ha amenazado con dañar a Luna. Esa m*****a loca no ama a su hija. Pobre mi Alexei, estar aferrado a Natalia es lamentable.—Anashia, eso fue... —Sebastián me miró, baje la cabeza con vergüenza.—Lo lamento, no tenía otra opción. El hombre que amo y del cual no puedo estar cerca, estaba ahí de pie. Quería que nos viera; quizás de esa manera piense lo peor de mí y se aleje —explicó tratando de justificar mis acciones... me duele el pecho por esa locura que hice. No tenía de otra.—No es la manera, Anashia. Creo que deberías hablar con él —sugirió Sebastián, quien ahora se había convertido en un buen consejero. Me ha apoyado mucho con lo de mi madre, incluso pago una parte del tratamiento, me negué pero el insistió en que lo hizo como un donativo.—No tienes idea de cuántas veces lo he intentado. Lo nue