NARRADORAA Vincent no le gustaba el contacto con nadie, eso era lo normal, solo cierta loba pelirroja podía babosearlo como quisiera.— Respondiendo a tu pregunta, supongo que la prueba de fuego sería estar cerca de tu compañera y si puedes absorber sus llamas sin dañarla, entonces eres el dueño de la flor devoradora – Isabella se levantó estirando la falda de su vestido. — Creo que fue menos dramático de lo que pensamos.— Probaremos entonces luego, solo puedo decir gracias – Vincent se inclinó ante ellos – No importa si funcionó o no, agradezco su ayuda.— Para eso somos familia, descansa Vincent, creo que ya la pesadilla pasó – Aidan le dijo llevándolo a la puerta.Vincent se veía agotado física y mentalmente, dio su espalda y ya estaba cerca de la puerta.Sus ojos oscuros miraban el picaporte y de repente una sonrisa astuta se dibujó en la comisura de su boca.Había valido la pena esperar, este era solo el comienzo, escaparía y se escondería para regenerar su poder.Estos idiota
NARRADORAUna hermosa rosa negra en el medio de la habitación, nada que ver con la imagen horrible que siempre había mostrado.Este, era el hechizo original, no contaminado con la maldición de Silvana, ni con magia negra.Parecía una victoria, los ataques cesaron y la puerta se cerró con fuerza detrás de su espalda, sin embargo, un último obstáculo lo detenía.Miró el agujero gigante frente a sus botas, que abarcaba casi todo el suelo de la habitación.Solo había un pequeño quicio que era donde estaba parado y luego, un precipicio negro, una caída infinita y en el medio de esa trampa mortal, flotaba el poder del cual, el Beta quería ser el dueño.— No puedo tenerlo fácil, ¿verdad? Alguien me debe odiar con muchas fuerzas – suspiró con sarcasmo.Se guardó las dagas en los laterales de las botas de cuero y calculó la distancia.Era mucha y parecía casi imposible.— Tú serás mía, maldit4 flor, porque voy a tener a mi mate en mis brazos y nadie más me impedirá mi felicidad.Declaró entre
AIDANTenía razón, Isabella y Lisa descubrieron que una de las invitadas fue a medianoche a seducir al herrero del Obsidar para pedirle que forjara un artilugio para ella.— Mi hermana debe estar echando chispas – me pellizqué el puente de la nariz, pensando en que papá me mataría por no cuidar bien de ella, en toda esta loca aventura.— No importa, la recuperaré, después de mucho tiempo, al fin regresaré a casa y esta vez, nada ni nadie me separará de mi hembra – Vincent nos dijo con voz decidida.Volví con él, llevando a mi Isabella para que la conocieran mis padres.Luego, lo habíamos decidido, seguiríamos explorando el mundo con nuestro Drakmor, que ahora nos esperaba en su guarida.Subiríamos nuestros niveles de magia y nos amaríamos en libertad y sin presiones, hasta que las obligaciones nos llamaran de regreso a casa.*****NARRADORA— Amber, te enviaré a la manada de High Mountain para que asistas a la toma del puesto del nuevo Alfa, en representación de la familia real – Cedr
VINCENTVeo que Scarlett me está olfateando y buscando entre los árboles.Muy cerca escucho los pasos de Amber que nos persigue y las he ido guiando hasta donde quiero llevarlas.Sonrío mientras me escondo más y jugueteo con mi amada mate.Nunca había sido tan feliz, tal libre, sin preocupaciones en mi mente, sin el miedo de hacerle daño al desatar mis verdaderos deseos.Cuando menos se lo imagina me abalanzo sobre ella saliendo de atrás de un árbol.Se asusta e intenta alejarse, sé que a pesar de su enojo, Scarlett no quiere hacerme daño, pero yo sí deseo quemarme a fuego lento con sus llamas.La atrapo con fuerza y la temperatura alta escuece mi piel, pero pongo a prueba de una vez y por todas, este maldit0 poder que tanto me ha costado obtener.La estrecho contra mi pecho, mirando a sus ojos azules asombrados y en llamas, como todo su cuerpo, que tiene la forma de una enorme loba azul envuelta en fuego.La escucho gimotear y luchar para alejarse.— No lobita, ya eres mía y no te de
VINCENTAcerca su frente y la pega a la mía.— Quiero hacerte el amor Amber Walker, hoy serás mi mujer y llevarás mi marca para siempre. Entrégame lo que me pertenece, lo que es mío y la Diosa creó solo para mí.Sus labios acarician los míos mientras me tienta y me derrito contra él.— ¿Y si soy yo ahora la que no quiero que me toques?— Entonces deberías disimularlo mejor, porque el dulce olor que desprende tu sexo, me está diciendo que esa crema está lista para ser comida por mi boca – lame mi boca y la chupa, mordisqueando con afilados caninos.Gimo desesperada por ser devorada, porque penetre su lengua y me bese profundo, pero él se detiene y me quedo esperando su beso.Abro los ojos en una rendija y lo veo observándome de cerca, con burla en sus ojos oscuros.— ¡Vincent! – le reclamo palmeando su pecho, avergonzada por haber sido pillada de pervertida.¿Cómo disimular lo mucho que me encanta este pelinegro? Eso es imposible para mí.— Ven, muéstrame ese sexy cuerpo que hoy llevar
AMBERNuestros cuerpos desnudos se deben ver increíbles nadando por las profundidades de la poceta, que se interna en las entrañas de la enorme montaña, a través de una cueva sumergida.Los rayos de luna se filtran por el agua creando un efecto visual hermoso y etéreo. La mano de Vincent nunca soltó la mía, mientras nadábamos hasta salir al otro lado, al interior oscuro y húmedo de una caverna subterránea.— Ven, te cargo para que no te vayas a herir los pies – me propone una vez que estamos afuera.Hay solo oscuridad a nuestro alrededor, pero podemos ver los detalles con nuestros ojos de lobos.— No, puedo ir caminando, estar tan cerca de ti, ahora mismo es muy peligroso— respondo sonriendo y volviendo a tomar su mano.— ¿Qué?, ¿tienes miedo de que te salte encima como un lobo feroz? – me pregunta y me asombro porque nunca lo había visto tan juguetón, tan relajado y sin fruncir el ceño como de costumbre.— No, mi amado Beta, tengo miedo de saltarte arriba yo a ti y violarte como una
VINCENTDejamos de besarnos profundamente y se separa para girarse.— ¿Así?— me pregunta con esa voz para pollas que sabe que me enloquece.— Pega tus piernas princesita – ordeno ronco en su oído mientras hundo mi nariz en su cabello rojo húmedo y olfateo profundamente su dulce olor.Mis caninos salen sin control a la vez que mordisqueo su hombro, la lamo y beso el lateral de su cuello.Mi mano va delante a toquetear y apretar sus grandes senos que me encantan, a pellizcar uno de sus rozados pezones que muero por meterme en la boca y chupar.Gime y empina las duras nalgas estimulando mi miembro.Esta hermosa mujer está hecha para pecar por cada centímetro de su lujurioso cuerpo.Agarro mi polla que late furiosa con venas a punto de reventar y la cuelo entre la suave piel de sus muslos pegados.— Mmm… joder qué rico… sshhh…Me recibe la resbalosa humedad de su tierno coño que destila todo su deseo y facilita la fricción entre nuestros genitales.No puedo evitar menear mis caderas en un
AMBERClavo las uñas en su fuerte espalda y lo abrazo.— Vincent… Mmm – gimo descontroladamente mientras la necesidad crece en mi interior.— Amber, no aguanto más nena, abre bien las piernas, te juro que dolerá solo un momento, mírame, mírame mi vida – susurra contra mis labios y siento su enorme polla palpitar en mi entrada.De repente tengo algo de miedo al dolor y me tenso, es tan grande, ¿siquiera cabrá eso dentro de mí?— Relájate pequeña, serás mía mi Alfa, al fin serás completa… mente … Sshhh aahhh… mía, joder nena, me matas Mmm Amber – gime tenso y excitado, a la vez que siento la invasión de su caliente eje, perforando, avanzando poco a poco.Las caderas de Vincent se mueven con suavidad, suda a raudales y aprieta los dientes, gruñendo contra mi cuello.Se nota cuando se está conteniendo.— Mmm – gimo de incomodidad, abro más las piernas para acomodarlo, siento como todo se expande en mi interior para recibir la virilidad de mi Beta.— Amber te amo … Mmm… te amo mi hembra… m