—Por favor Juliet, ve a dormir. No estoy de humor para aguantar tus parloteos. Isa no podía creer lo que estaba escuchando. Siempre había pensado que Xander y Juliet compartían la cama y no habían dejado de intimar a pesar de su aparición en la vida de ambos, ya que él andaba pregonando su amor a l
—Mi esposo dio la orden de castigarte—. Juliet hizo énfasis en la palabra esposo, y se mostraba soberbia y viendo a Isa por encima del hombro. —Un esposo que no te toca —, se mofó Isa. Juliet trató de disimular su irritación, pero Isa vio cómo su rostro se desencajaba. —¿Eso te dijo? —le pregu
Después de unos momentos de silencio, Viktor finalmente encontró su voz, aunque su tono estaba mezclado con incredulidad y un toque de enfado. —No puedo creer lo que acabo de escuchar, tú, una omega menospreciando a un alfa —le dijo con tono hiriente, clavando a la vez sus ojos en Miranda. — Nunca
De modo que empujó la puerta y entró, siguiendo el sonido de la risa. Encontró a una pequeña jugando en un rincón con muñecos de madera tallados por Rael. —Néstor puedo explicarlo. Solo prométeme que no le dirás nada a tu padre—, le pidió angustiado tanto por su vida como por la vida de la pequeña
—¿Qué dijiste? —, la retó Juliet al levantarse con postura amenazante.—Esta sorda, pobre loba. La ambición de ser luna acabará con tus sentidos lobunos, ¿Sabías que los lobos se sumen tanto en la tristeza que abandonan a su parte humana? —, le contó maliciosa y Rodolfo disimuló, la gracia que le ca
Sin edición.Isa no estaba dispuesta a ceder ante las manipulaciones de Xander.El aire estaba cargado con la tensión sexual y el conflicto emocional que los envolvía. Ambos se encontraban en un juego peligroso de poder y atracción, donde ninguno estaba dispuesto a ceder terreno fácilmente. Sabían q
—¡Qué troglodita es este tipo!Cuando Xander dio media vuelta y se dispuso a irse. Billy, con gestos desesperados, le suplicó a Maik que no siguiera provocando al alfa, ya que últimamente se mostraba muy sensible y estaba siendo cruel con sus castigos.………Hope arrugó la nariz en cuanto ingresó a la
—Veo que ustedes no tienen por qué escapar. Las únicas que escaparemos somos las dos lobas repudiadas — bromeó con una pizca de ironía, refiriéndose a su condición. Miranda se mordió el labio al escuchar las palabras de Isa, desviando la mirada mientras sentía remordimiento.—Lo siento, señorita, p