Juliet estaba tan furiosa, que, sin previo aviso, abrió la puerta del despacho de Xander con tal fuerza que el sonido resonó en toda la estancia, y Xander que estaba sentado detrás de su escritorio, levantó la vista con expresión amenazante, pero ella no se sintió intimidada, al contrario, su furia
Uno de los hombres, con rostro inexpresivo, respondió de manera amenazante: —Lobo bujarrón, deja tu escándalo— le dijo él de forma prejuiciosa para discriminar a Maik por su sexualidad y los demás se echaron a reír, celebrando el chiste antes de que el mismo continuara amenazando. — No busques que
Xander estaba tan enojado que no era capaz de darse cuenta de que Isa estaba realmente confundida. —¿Han matado a Lily? —averiguó Isa y esa pregunta pareció enojar aún más a Xander, quien la empujó con fuerza. —¿Piensas verme la cara? ¿Me preguntas para mofarte? —, le gritó fuera de sí y aunque Or
—¿Estás seguro de que vives aquí? —le preguntó y su tono era mitad incredulidad, mitad broma. Billy, que estaba abrazándolo por detrás, se rió y asintió con un movimiento de cabeza. —Tú también vivirás aquí conmigo —le aseguró y Maik se estremeció. Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho
—Gracias a la diosa, el alfa se arrepintió de realizarle esa tortura a nuestra luna. Bañarla en plata hirviendo sería muy cruel—. Escuchó como una le dijo a la otra. Y la cual se colocó una mano sobre el pecho y arrugó el rostro como gesto de grima. — Sí, tienes razón. Sin contar que, al arrepentir
En la manada rival. Ranor daba zancadas largas y agitadas por la sala de estar, con sus fuertes mandíbulas apretadas y las prominentes venas en su frente alteradas. Cada paso resonaba a través de la habitación, como un eco de la tormenta que rugía en su interior. —Alfa, podríamos obligar a Xander
Lily tenía los ojos tan abiertos que el hombre podía ver a través de ellos. —La señora bruja dijo que mi mamá me quiere muerta y tengo miedo, pero extraño mucho a mi papá y a mis abuelos. Ellos nunca me harían daño. Tampoco creo que mi mamá lo haga. Tal vez solo fui una niña mala y la hice enojar m
—Hijo a dónde vas— le preguntó Susan cuando lo vio avanzar varios pasos, pero Xander no respondió una sola palabra, sino que caminó por los pasillos hasta llegar a la puerta del estudio de Juliet. Al abrirla, la encontró caminando de un lado a otro, usando unos tacones altos; parecía luchar para m