Roberto cuando se despertó, era temprano, así que se puso a escribir.
«Si hubo un hito que marcó el final de la década de los 80 y el principio de los noventa fue la caída del muro de Berlín, que supuso la unificación de Alemania hasta entonces en la República Federal Alemana, que era más occidentalizada y la República Democrática Alemana que era más socialista.
Pero lo último, lo que marcó el paso de mi niñez a la adolescencia, fue los juegos Olímpicos de Barcelona del 92 y la Expo de Sevilla. Ese paso supuso que se despertaran en mi ciertas sensaciones que hasta entonces no conocía, hizo que fuera más receloso de mi intimidad y tuviera interés por mi cuerpo y mi sexualidad. A pesar de que mi adolescencia no fue muy rebelde, sí que me revelaba, pero mi madre, siempre tan paciente, sabía llegarme.
Siempre estaré agradecido por todo lo que hacía por mí, lo cual hace que valore tanto a las mujeres, pues siempre ha sido un ejemplo de madre, de esposa y de trabajado
Después de una mañana muy ajetreada, que no paró en ningún momento, cuando tuvo un momento libre se puso a escribir un poco.«La verdad es que, aunque han cambiado muchas cosas, hay más libertad para hablar de cualquier asunto. Aún, a día de hoy, el tema del sexo sigue siendo tabú en muchas familias, pero mi mujer y yo hemos llegado al acuerdo de que hablaremos del tema con nuestros hijos, cuando llegue el momento adecuado y no nos pase lo que a nosotros que recibimos información muy sesgada e incluso a veces no demasiado buena, lo cual a veces trae muy malas consecuencias.Yo tuve que apañármelas para satisfacer mi curiosidad por el sexo y es algo muy normal en mi generación. Cuando me dieron la primera charla sobre sexualidad, sobre métodos anticonceptivos y sobre la masturbación, la reproducción y el placer. Estaba en el instituto y no precisamente nada más empezar, pero yo antes, a través de revistas y conversaciones con amigos, había recibido información, pero ten
Hoy habían decidido ir a los Ángeles de San Rafael a pasar el día, pues hacía unos días que, por unas cosas o por otras, no iban a ningún lado.Ese día quería que su marido terminara ese capítulo lo antes posible, ya que era el que más ganas tenía de leer hasta ese momento, además, el título que le había puesto “Descubriendo el Amor” le encantaba, así que debía convencerle para que escribiera el máximo tiempo posible.—Amor, he pensado que debido a que no vas a poder escribir mucho, pues vamos a estar casi todo el día fuera, yo llevo el coche y tu aprovechas para escribir.—No me parece del todo justo, pues yo debería traerlo de vuelta, cariño —comentó dándole un beso en la frente.—No me importa traerlo yo también, de verdad te lo digo, quiero que escribas lo m
Después de un día en familia, cuando tuvo un rato se puso a escribir el siguiente capítulo.«Tengo que reconocer que los amores de verano son muy dolorosos, las despedidas son muy tristes, pues piensas que nunca más volverás a saber de esa persona y eso es cierto, pues a nosotros nos pasó, pero el destino de forma mágica se encargó de que recuperásemos el contacto.Todavía conservo aquella carta que me escribió perfumada con su perfume favorito, de vez en cuando la leo y me doy cuenta de lo valiente que es y, encima, lo que me cuenta, viene al pelo con este libro, pues es una muestra de lo difícil que es para una mujer trabajar, pues, aunque las cosas han cambiado, falta mucho por mejorar.He entrado a trabajar en la sección de perfumería de unos grandes almacenes, no es mi trabajo soñado, pero de algo tengo que trabajar, siempre llego puntual, pero hoy se ha estropeado el coche por lo que he tenido que llamar a la grúa, aunque han sido quince minutos solo, he l
Tras desayunar, llevaron a sus hijos al médico y mientras estaban esperando para entrar, aprovechó para escribir un poco, pues los niños estaban tranquilos dibujando y su mujer estaba escribiendo el epílogo del libro.«Tengo que reconocer que aunque parezca que ha sido fácil, me ha costado lo mío conquistar a Clara, pero no veo algo negativo, sino positivo ya que ha hecho que todavía la quiera más y haya aprendido a comprenderla, pues con todo lo que ha pasado, bastante es que me haya dado la oportunidad de demostrar que la quería de verdad, pues hay momentos en que recuerda lo que ha vivido y le entran miedos y dudas e incluso que no se quiera, pero en esos momentos es cuando más necesita que le hagan ver que es maravillosa y se merece todo mi amor.Me sorprende su tesón y su fuerza de voluntad. Pase lo que pase, sigue adelante y no se rinde y, encima, es súper humilde, aunque se da muy poco valor para mí vale el universo entero, por lo que intenté hacerle una boda de
Clara se despertó y miró a Roberto, que aún dormía. Tenía una dulce sonrisa en su boca, parecía un ángel.Se levantó de la cama con cuidado para no despertarle y fue a ver a los niños que también dormían, por lo que se fue a la cocina, para intentar escribir el epílogo del libro Había escrito varios, pero ninguno le convencía, así que tuvo una idea.Cogió un papel en blanco y escribió las cinco cualidades más importantes que tenía su marido y el porqué de ello.• ROMÁNTICO: Era la primera cualidad que le vino a la mente. Si tenía que dar un motivo por lo que considera que es romántico es porque sabe conquistarla día a día de mil formas distintas.• RESPETUOSO: Esta fue la segunda que le vino a la mente. Si tenía que dar un motivo era porque nunca la había ni insultado ni menospreciado, además, de que la aceptaba tal cual era.• DETALLISTA: Eso fue lo siguiente que le vino a la mente cuando pensó en Roberto. Si tenía que decir un motivo, era que ten
Roberto llamó a la directora de la editorial para quedar con ella y cerrar los últimos flecos, pues el libro estaba ya a punto de terminarse y, además, quería hacerle una petición muy particular que sorprendería a Clara.Nada más colgar, salió al jardín para jugar con los niños, que estaban probando unos patines que les habían regalado y dio un abrazo a su mujer por la espalda.—Hola, cariño. ¿Con quién hablabas? —preguntó dándole un beso a su marido.—Hola, mi amor. Estaba hablando con Dolores, para quedar mañana con ella, para ultimar los últimos detalles de la publicación.—Me hace mucha ilusión ya verlo publicado, me está encantando mucho y los últimos capítulos, me llegan al alma, será porque están protagonizados por mí. Bueno, amor, me voy a hacer la comida.El hombre se puso a correr detrás de los niños haciéndoles de rabiar. La mujer entró dentro y, mientras estaba haciendo la comida, apuntó dos cualidades más de su amado:• GENEROSO
Ese día Clara tenía consulta con el ginecólogo, había pedido para ir antes de irse a Denia, para poder irse más tranquila al viaje, pues aunque quedasen los resultados de las pruebas, el primer paso ya estaba hecho.Fueron a la cita, el ginecólogo la revisó y les dijo que no tenían problemas para tener otro hijo por lo que se fueron a comer para celebrarlo.Para la vuelta, fue Clara la que llevó el coche, por lo que su esposo aprovechó para empezar a escribir el capítulo.«A falta del epílogo, este es el último capítulo del libro y en él voy a reflejar los retos que aún quedan por conseguir para alcanzar la igualdad total entre hombres y mujeres.En primer lugar, voy a hablar de una joven que fue repudiada por sus padres por quedarse embarazada, siendo soltera y todo por culpa de un hombre que se aprovechó de ella.Un día me encontré a una chica de unos diecisiete años en un parque, estaba triste y no había nada que la animara.Me contó que
Clara prácticamente no había dormido. Estaba nerviosa, pues tenía que recoger los resultados de las pruebas, aunque, en principio, debía estar todo bien, siempre quedaba la posibilidad de que hubiera algún problema.Se puso a escribir el epílogo del libro, aunque sabía que a Roberto no le importaría copiarlo al dictado, sentía escribirlo ella y luego dárselo a su marido para que se lo corrija.Cuando acabó, se fueron a la consulta del ginecólogo, cuando llegaron este les dijo que todo estaba bien, así que cuando Roberto tuvo un rato leyó el epílogo que había escrito su amada.«No sé cómo empezar, pues escribir no es mi especialidad, pero voy a intentar hacerlo de la mejor forma posible.Soy Clara la esposa de Roberto y sobre la marcha he cambiado de idea sobre lo que iba a escribir, pues al leer este libro, me he dado cuenta de que tengo una suerte tremenda, ya que tengo un trabajo que me gusta, en el que se me valora y respeta y no sol