Uy, sé vienen cosas muy intensas… ¡Muchas gracias por leer la historia! Si te está gustando no te olvides de comentar, votar y dejar tu reseña.
Alec Mientras conduzco, las palabras de ese infeliz se imprimen en mi mente como una marca a fuego. Afortunadamente, no se trata de un caso de acoso sexual hacia mi pequeña, pero eso no evitará que siga a ese malnacido. Ethan ya logró identificarlo y me dio una descripción física, ya que este tambi
Aria Al ver la cara llena de rabia de Alec, sé que debo hacer caso a lo que me dice. Volteo hacia la sala y entiendo el motivo de su conflicto: Juliett está sentada en las piernas del doctor Harris. Para mí, eso no tiene nada de malo porque es su pediatra, y nunca ha sucedido así estando sola. Sin
Aria Alec intenta que hablemos, pero estoy en una negación total y consigo irme en un taxi. Durante el camino, no puedo dejar de llorar, pero trato de calmarme para que mis hijos no me vean así, especialmente Juliett. A pesar de que ahora mismo odio a Alec con todas mis fuerzas, no pienso envenenar
Alec Aunque tengo un deseo enorme de buscar a Aria, no lo hago. Ella me miró con tanto odio que sé que, si me acerco ahora, huirá y todo se irá al infierno. Posiblemente, las cosas ya se hayan ido al abismo, pero debo aferrarme a una última esperanza. Y mi última esperanza es la abuela.Mientras l
—Hablas como si tuvieras experiencia —murmuro. —Es que la tengo. —Le da una ligera palmada al dorso de mi mano—. No voy a entrar en detalles, ya que eres mi nieto y esto es muy desagradable, pero no quiero que te suceda lo mismo que a mí. —¿Amaste a alguien que…? —Sí, hijo —responde, con los ojos
Aria Mis padres y mi hermano ya no intentan convencerme de que tome otra decisión, pero la desaprobación se les nota en la cara. Por eso, no dejo que nadie me ayude a empacar las cosas de mis pequeños, que están en su cuarto.—¿Qué estás haciendo, mami? —me pregunta Alec al entrar en la habitación.
Alisson sale a toda prisa de aquella casa, con la rabia recorriendo sus venas. No está dispuesta a dejar pasar todas las humillaciones recibidas, mucho menos cuando se trata, desde su perspectiva, de una mujer tan insignificante como Aria Mills.Pero no solo es la rabia lo que la impulsa a marcharse
AriaEl camino hacia el pueblo es bastante deprimente, aún más que cuando vine por primera vez. El cielo está lleno de nubes negras que parecen no abandonarnos hasta que estalle una buena tormenta que nos deje sin energía eléctrica. No me preocupa que mis hijos se asusten por eso, ya que no lo hacen