¡¡¡Al fin verá a sus hermosos pequeños!!! ¡Muchas gracias por leer la historia! Si te está gustando no te olvides de comentar, votar y dejar tu reseña.
Aria Las puertas de la UCIN finalmente se abren y puedo entrar. El corazón me late más rápido que nunca y siento que me explotará dentro del pecho. No estoy nada lista para lo que me voy a encontrar, siento mucho miedo y por un segundo quiero irme por temor a hacerles daño, a mover algo que no deb
AriaDos años antes Hoy es el día, pero la noticia me llega de golpe y sin previo aviso, causándome miedos e incertidumbre. Llevo tres meses cuidando de mis pequeños, recibiendo toda la ayuda posible, acostumbrada a una rutina que ya tengo aprendida de memoria, al igual que Julia y Ethan, quienes s
—No está, mami —solloza Juliett. —Perdón —dice Jack—. Perdón, perdón, Jul. —No, no perdón —grita mi hija, quien se me sube a los brazos y me moja la ropa. —Tranquilos, chicos, no tienen que pelear —les digo—. Ahora tendrán que darse un baño, se metieron con la ropa. —Burbujas —protesta Jack. —M
Alec —¿Nunca vas a dejar de pensar en mí? —me pregunta ella cuando nos hemos calmado. Esta vez me ha permitido hacerle el amor y, aunque sé que solo es un delirio, me alegro. Esta vez ella es más nítida y puedo sentir su piel, olerla. A pesar de que han pasado dos años, todavía la recuerdo a la p
La música poco a poco logra hacer que me duerma. Esta vez no he necesitado leer el libro, pero lo aprieto contra mi pecho como si fuera ella, mi Aria. El calor de la manta me hace sentir como si ella estuviera conmigo, dándome su calidez. La amo y siempre voy a amarla, aunque la odie de manera infin
AriaDespedirme de mis trillizos adictos a mamá no es tarea fácil. Si bien Jack y Juliett comprenden a pesar de su tristeza, el que llora para que no me vaya es Alec. No grita ni hace escándalos, pero derrama lágrimas mientras me abraza, lo cual me provoca llorar también. El vínculo que sentimos es
Aria Me es imposible dormir en toda la noche pensando en lo que me dijo mi hermano, pero sobre todo me cuesta porque no tengo a mis hijos a mi lado. Muchas veces la gente me ha aconsejado que debería dejarlos dormir en sus propias habitaciones, pero me niego rotundamente a hacerlo. Si algo disfruto
—Para mí ha sido algo bueno y a su vez muy doloroso —confiesa sin apartar la vista de la carretera—. Creo que vas a poder entender por qué quiero que asumas la vicepresidencia. —Me estás asustando. —Tranquila —me pide—. Yo estaré todo el tiempo a tu lado. Incluso si decides aceptar, Alec nunca s