—Para mí ha sido algo bueno y a su vez muy doloroso —confiesa sin apartar la vista de la carretera—. Creo que vas a poder entender por qué quiero que asumas la vicepresidencia. —Me estás asustando. —Tranquila —me pide—. Yo estaré todo el tiempo a tu lado. Incluso si decides aceptar, Alec nunca s
Aria Mi padre me alcanza y me rodea con sus brazos antes de que yo pueda acercarme o alejarme. Por unos segundos me quedo paralizada, sin poder respirar o hacer algo al respecto, pero entonces la realidad me golpea y reacciono, llorando a lágrima viva y abrazándolo con tanta fuerza que creo que se
—Te lo agradezco, hijo —le dice papá—. Pero según los médicos, ella ya no despertará y está sufriendo, muriendo lentamente. Daría mi vida para que las cosas fueran de otra forma, pero no es así. —No puede ser —sollozo con el rostro entre las manos—. No, no, no, mamá... —Tenemos que intentarlo —d
Alec Me echo a reír ante sus afirmaciones y me giro para darles la espalda. Cuando me vuelvo hacia ellos, me he dejado de reír y los miro con un odio que duele y que va a matarme si no suelto lo que tengo que decirles. —Son tal para cual, malditos cerdos traidores —grito. —Tal y como tú lo eres
Aria—¿Estás bien? —me pregunta Ethan cuando arranca la camioneta.—Por supuesto que no —le digo, rompiendo en llanto otra vez.¿Cómo le digo que me siento tan culpable? No solo me causa culpa el no poder hacer nada por salvar la vida de nuestra madre, sino el haber dejado de pensar por un instante
Alec Se aman. Se aman. ¿Se aman? La poca gente que hay en la calle me mira asustada y se aparta cuando paso entre esta. Seguro que advierten la rabia infinita que llevo en el cuerpo y no desean ser mis víctimas.Ellos advierten que ahora mismo podría matar a alguien y sin ninguna clase de remord
NatashaEl ruido que hace mi celular cuando lo lanzo es de cristales rompiéndose, pero no presto atención a eso. Estoy llena de dolor y estoy volviéndome loca. Ethan no me contesta las llamadas desde la última vez que estuvimos juntos, que fue hace cinco meses. Muy dentro de mí sospecho que esa noch
AriaMis pequeños se muestran mucho más felices que cuando me los encontré en las escaleras, sobre todo Alec, que ha podido dormir plenamente en mis brazos. Julia tuvo que informarme que él no pasó una buena noche, así que después de almorzar todos nos vamos a dormir de corrido hasta casi la hora de