—Tú estás loca —resopla.Los dos llevamos la cena a los pequeños, a quienes ya les suena el estómago. Jack es el que primero se lanza a comer, casi metiendo el rostro al plato; Juliett toma un poco de agua antes de comenzar a comer, y Alec…, él me mira para que comience a darle. Sabe perfectamente c
AlecHaber arrebatado el celular a la abuela cuando ella viene a preguntar por la salud de Natasha, me parece la mejor idea hasta que Aria me responde con total frialdad. Lo único positivo es que ahora tengo su número y que podré localizarla. Además, pude escuchar su voz. Es ridículo, pero eso me da
AriaDespués de esa llamada y de que mis trillizos se duermen, me enfoco obsesivamente en leer los estados financieros de uno de los restaurantes de Ethan, con el cual hay algunos problemas a causa del aumento de costos. Tratar de mantener buenos precios, a pesar de eso está resultando un poco compl
EthanHoras antes Mi angustia cada vez va más en aumento. Por lo poco que me ha explicado la abuela, Natasha ha tenido un aborto, lo que significa que ella estaba embarazada de Alec o, si era mío, ha sido un parto. Hace más de cinco meses que no la toco, así que es poco probable que sea mío, aunque
Ella no tendría un hijo conmigo, ahora puedo comprobarlo. Seguramente ella sospechaba estar embarazada y quería matarlo. —Siempre sospechaste estar embarazada, ¿verdad? —le pregunto.—Ethan…—No, no me lo expliques —sonrío con rabia, intentando retener las lágrimas—. Como no era un hijo legítimo, c
AriaApenas y puedo creer que todo esto esté pasando, pero de todos modos me dirijo hacia el despacho para hablar con Julia, cosa que veo más que necesaria para poder entender el comportamiento de mi hermano, el cual no quiso desayunar con nosotros cuando lo que más ama es compartir con la familia.
AriaViajar tantas horas por carretera y luego en avión me tiene agotada, pero al mismo tiempo no creo ser capaz de dormir. La idea de volver a ver a mi madre, y en circunstancias lamentables, me tiene con los nervios destrozados y con ideas bastante retorcidas sobre no querer vivir esto. Amo a mi m
—Está bien —respondo—. Ahora vamos.El corazón me late con mucha fuerza mientras recorremos los pasillos del hospital. La cara de las personas es deprimente, desesperanzadora, y me culpo a mí misma por no haber sabido a tiempo todo lo que ocurría y no sacar a mi madre de aquí.Este lugar huele a mue