Cap. 40 Serás la esposa del dueño

La ayudó a levantarse y ella reconoció que sentía la espalda entumecida, él la llevó hasta el baño, le subió la bata, la ayudó a bajar las bragas y esperó hasta que estuvo sentada.

            –Necesito estar sola para continuar.

            –De acuerdo, pero estaré en la puerta.

            –No tan cerca, yo te llamo.

Renán rodó los ojos y salió, sin embargo, entendía esa parte así que salió, cerró la puerta y se retiró hasta la ventana, pero atento a cualquier llamado de ella.

            –Estoy lista –escuchó y se apresuró a entrar para ayudarla a llegar hasta la

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo