Efectivamente Renán no se equivocaba con respecto a su abuelo, quien en ese momento estaba reprochándole airadamente a su nuera su actitud displicente.
–¿Cómo es posible que te comportes así Bianca?, tú lo estás empujando al matrimonio y ahora te encargas de interferir.
–Porque esa chica no es apropiada. Solo nos hará pasar vergüenza.
–¿Te imaginas que mi difunta esposa y yo hubiéramos tomado esa misma posición contigo?, jamás te hubieras casado con Randy, parece que has olvidado cómo y dónde te conoció mi hijo, se enamoró y decidió hacerte su esposa; por su bienestar lo apoyamos en todo momento, ¿por qué no pue
Renán observaba a Román repitiendo y asimilando en su mente lo que acababa de soltar su amigo. –¿Y el registro de los niños? –Sí fueron registrados por ella como su madre y con su apellido, pero no hay ningún hospital o clínica que tenga información sobre su parto, siendo trillizos es mucho más fácil la búsqueda por no ser un hecho común, sin embargo, no logro encontrar nada, tampoco consigo un ginecobstetra que la haya atendido. –Tiene que haber algo más. –Lo sé, aunque no puedes negarme que todo es muy extraño y sospechoso.&nb
Cuando Renán estuvo en el pasillo se encontró con su amigo que lo esperaba de brazos cruzados. –¿Qué? –Nada, vámonos, ya los demás están listos, te dejé de último para que disfrutaras de un mañanero –expresó Román con una sonrisa de medio lado. –Camina imbécil, no eres para nada gracioso, quédate ejerciendo la abogacía.Cuando regresó a la ciudad pasó por su apartamento a ducharse, de solo ver el traje que usaría para su boda tuvo el primer impulso de prenderle fuego, lo lanzó a la basura y se dispuso a ir a su oficina.A primera hora de la tarde, recibió la incómoda visita de los qu
Una vez ubicados en una mesa lejos de miradas curiosas, la pareja hizo su pedido de entradas y bebidas, mientras esperaban ser servidos escucharon un comentario de una mesa cercana donde un padre le decía a su hijo, de forma airada, que debía estudiar derecho para hacerse cargo algún día de su bufete.Eso dio inicio a una conversación entre ellos que fluyó cuando él de pronto le preguntó: –¿Qué querías ser cuando grande? –Piloto de avión. –¿En serio?, ¿por alguien de tu familia? –No –dijo riendo–, mis padres son médicos, cuando crecí y continué con mi deseo, las cosas se pusieron feas y mi padre manifestó: Que no volviera a casa hasta que quisiera estudiar medicina. –Entonces…, ¿no has vuelto a casa? –Nunca más, porque yo no quiero ser médico. –¿Desde cuando estás fuera de tu casa? –Desde los dieciocho años.Renán pensó que al ser joven e inexperta conoció a alguien, se embarazó y el hombre
Cuando Cassandra salió del edificio, caminó directamente hacia un automóvil estacionado a una cuadra en la acera de enfrente, tenía los vidrios polarizados por lo que era imposible ver hacia el interior del mismo, lo abordó, tomó asiento y fue recibida con preguntas ansiosas: –Bien, ¿cómo te fue?, ¿qué te dijo?, ¿fue amable? –Bianca, ¿podrías explicarme de dónde sacaste que él no era rencoroso?, ninguno de tus consejos fue útil, por poco me manda a sacar de allí con los guardias de seguridad. –¡No puede ser! –Sí puede ser, tuve que mantene
A la hora de la salida se apresuró porque presentía que Maddy podría intentar escaparse, pero se equivocó, cuando estuvo fuera de su oficina, la encontró muy atenta a la computadora ultimando detalles de lo que fue ese día y programando el siguiente. –¿Estás lista para irnos? –¿Irnos juntos? –Voy a cenar en tu casa, ¿lo olvidaste? –A decir verdad, sí, he estado bastante ocupada, pero deme cinco minutos por favor, ya termino aquí. –¿Necesitas ayuda?&nbs
Renán notó la sorpresa en el rostro de Madeleine ante lo que declaró, pero fue muy sincero, estaba firmemente decidido a presentarse en el colegio de los pequeños para arreglar lo que consideraba una injusticia; también pensó en trasladar a los niños al colegio de su sobrina, su hermana era de la junta de representantes, tal vez pudiera ayudarlo con eso. –¿Qué podría hacer usted en el colegio de mis hijos? –Hablar con todos los que deba, presentarme ante los otros padres que estuvieron allí, porque parece que los únicos niños castigados fueron los nuestros y eso no me parece correcto. –No sé si eso sea conveniente. 
Entre las dos prepararon la mesa, antes de llamarlos a comer. Muy obedientes todos se lavaron las manos ante la orden de Maddy y fueron tomando asiento en el comedor.Renán aspiró el rico aroma que desprendía el plato que Deyanira colocó frente a él en la mesa, le gustó el aspecto de la comida, se veían unos suculentos trozos de carne dorados y cubiertos con una sedosa salsa, acompañados de vegetales salteados más puré de papas.Sin lugar a dudas disfrutó de esa cena con una graciosa conversación de los niños que no tuvo nada que ver con lo sucedido en su colegio, al dejar el plato limpio y soltar los cubiertos, sonrió satisfecho antes de dirigirse a Madeleine. –Maddy, esta comida estuvo muy sabrosa, muchas gracias. &ndas
Pasaron a la oficina de la directora, esperaban encontrar también a la coordinadora estudiantil, pero no fue así, apenas cruzaron la puerta fueron recibidos por una mujer madura de aspecto altivo, majestuoso y elegante que les dijo: –Pasen adelante y díganme, ¿en qué puedo servirles? –Ayer se tomó una medida disciplinaria con los trillizos Lawson –dijo Renán tomando la palabra y abordando directamente el punto que los ocupaba–, estamos aquí para aclarar lo sucedido ya que parece que no se consideraron todos los hechos, lo que conllevó a que se cometiera una injusticia. –Me temo que no lo entiendo. –Me refiero al hecho ignorado de que su nieta Barbara, estaba acosando a la niña Liseth Espinel a quien tenían sujeta por sus brazos para que no se alejara y cuando Justin la defendió entre todos lo golpearon. –¿Qué está diciendo?, no puede ser, Barbie es una niña traviesa, pero no creo que llegue a esos extremos. –Quier