Renán notó la sorpresa en el rostro de Madeleine ante lo que declaró, pero fue muy sincero, estaba firmemente decidido a presentarse en el colegio de los pequeños para arreglar lo que consideraba una injusticia; también pensó en trasladar a los niños al colegio de su sobrina, su hermana era de la junta de representantes, tal vez pudiera ayudarlo con eso.
–¿Qué podría hacer usted en el colegio de mis hijos?
–Hablar con todos los que deba, presentarme ante los otros padres que estuvieron allí, porque parece que los únicos niños castigados fueron los nuestros y eso no me parece correcto.
–No sé si eso sea conveniente.
 
Entre las dos prepararon la mesa, antes de llamarlos a comer. Muy obedientes todos se lavaron las manos ante la orden de Maddy y fueron tomando asiento en el comedor.Renán aspiró el rico aroma que desprendía el plato que Deyanira colocó frente a él en la mesa, le gustó el aspecto de la comida, se veían unos suculentos trozos de carne dorados y cubiertos con una sedosa salsa, acompañados de vegetales salteados más puré de papas.Sin lugar a dudas disfrutó de esa cena con una graciosa conversación de los niños que no tuvo nada que ver con lo sucedido en su colegio, al dejar el plato limpio y soltar los cubiertos, sonrió satisfecho antes de dirigirse a Madeleine. –Maddy, esta comida estuvo muy sabrosa, muchas gracias. &ndas
Pasaron a la oficina de la directora, esperaban encontrar también a la coordinadora estudiantil, pero no fue así, apenas cruzaron la puerta fueron recibidos por una mujer madura de aspecto altivo, majestuoso y elegante que les dijo: –Pasen adelante y díganme, ¿en qué puedo servirles? –Ayer se tomó una medida disciplinaria con los trillizos Lawson –dijo Renán tomando la palabra y abordando directamente el punto que los ocupaba–, estamos aquí para aclarar lo sucedido ya que parece que no se consideraron todos los hechos, lo que conllevó a que se cometiera una injusticia. –Me temo que no lo entiendo. –Me refiero al hecho ignorado de que su nieta Barbara, estaba acosando a la niña Liseth Espinel a quien tenían sujeta por sus brazos para que no se alejara y cuando Justin la defendió entre todos lo golpearon. –¿Qué está diciendo?, no puede ser, Barbie es una niña traviesa, pero no creo que llegue a esos extremos. –Quier
Ella solo asintió ya que, en realidad, había actuado impulsivamente al apoyar a Renán con el retiro de los niños, sin embargo, ahora le preocupaba que pudieran atrasarse si no conseguía dónde matricularlos con el año escolar tan avanzado.Abordaron el automóvil, todavía con la mirada de algunos curiosos sobre ellos. Al iniciar el trayecto Renán habló con su hermana, le contó la situación y le solicitó apoyo, el que obtuvo de inmediato. –Mi hermana nos hará una antesala con el director del colegio donde estudia mi sobrina. –Le agradezco mucho.Renán la observaba, ella se mordía el labio inferior lo que le removía algo que trataba de controlar a toda costa, sabía que ella tenía algo por decir, entrecerró los ojos porque en su vida había conocido a una mujer más testaruda que esa, aunque también admiraba su determinación. –Quieres decirme algo, ¿verdad?Ella lo miró, todavía con su labio inferior entre sus dientes, por lo que Renán fijo su vista al fren
Vieron a las mujeres salir del restaurante, pero ya ninguno de los dos tenía humor para comer, Madeleine se sentó, sorbió un poco de la bebida que le habían servido, pero enseguida se levantó de la mesa, diciendo: –Me voy a la oficina. –Espérame, también perdí el apetito.Salieron en silencio, pero afuera estaba su madre, aparentemente esperándolo, se encontraba sola y con una actitud altiva, les bloqueó el paso. –Es tu última oportunidad de darme una cifra que te satisfaga para que te pierdas de la vida de mi hijo. –Mamá, déjala tranquila.&
Al regresar a su oficina, encontró al representante de la fábrica de las turbinas que utilizaban para sus aviones, tenían un serio problema con el suministro de un componente y necesitaba coordinar acciones con Renán para buscar alternativas.Ese asunto le tomó el resto del día, entre llamadas y correos se mantuvieron contactando a varios proveedores hasta que obtuvieron lo que necesitaban. Luego de despedirse sintió una punzada en el estómago y recordó que no había comido ni bebido nada en todo el día, al mismo tiempo se restregó la frente ya que tuvo a Maddy en vilo también, así que ella tampoco había podido consumir ningún alimento.Salió al pasillo y la encontró tecleando afanosamente en la computadora: –Maddy, deja todo por hoy, no has comido nada, mañana continúas. –Le haré caso porque estoy que me desmayo del hambre. –Vamos, te llevaré. –Puedo tomar un taxi. –Yo te llevo mujer, deja la terquedad, solo cierro aquí y sali
Randy observó a su hijo fijamente, mientras este bebía del líquido ámbar que tenía en su vaso, estaba muy orgulloso del hombre que veía ante él y su mayor deseo era que encontrara a alguien que lo respetara y lo apreciara para que alcanzara la felicidad que a él se le escapó.Randy nunca mencionó a una dulce y joven médico que había conocido por casualidad y con quien compartió alguna que otra comida, la consideraba la indicada y, estaba dispuesto a avanzar con ella, cuando en un vuelo a Italia se sintió deslumbrado por una mujer que lo arrolló, lo envolvió y cuando quiso recuperar la cordura, ya estaba traicionando a la encantadora médico. –Papá, te estoy hablando. –Ah, lo siento hijo, pas&eacu
A la mañana siguiente, Madeleine llegó muy temprano a la aerolínea porque sus hijos se levantaron una hora antes debido a la emoción del nuevo colegio y ver a su mejor amiga, así que estuvieron listos mucho antes de lo previsto; se despidió de los niños luego de saludar a Paula Daniela y a su hija, para enseguida emprender camino a su trabajo.Justo cinco minutos antes de la hora acordada, autorizó la entrada de la nueva asistente para Renán, después de las presentaciones de rigor, se pusieron manos a la obra. La mujer tenía experiencia así que captaba todo con rapidez, estaban repasando la agenda y colocando los documentos del día en el escritorio del CEO cuando hizo su entrada sorprendiéndolas y quedando él mismo extrañado al ver una cara desconocida. –Buenos días señor V
La mención del nombre de la madre real de los trillizos no hizo ninguna meya en Renán Viteri, porque definitivamente la había borrado de su mente, al momento solo sentía una gran euforia dentro de sí, porque su única conclusión de toda la exposición de Román era que Madeleine no había tenido pareja.Pasado un rato los amigos se separaron para atender cada uno sus asuntos, Renán se ocupó ya que el problema de las turbinas le había quitado tiempo a otras cosas, además de la cantidad de papeles por revisar y firmar que tenía en su escritorio, atendió correos, hizo algunas llamadas y cuando bajó un poco la carga, apretó el puente de su nariz como muestra de cansancio, poniéndose de pie buscó su saco y decidió salir a comer.Afuera solo estaba Dina, aguardó un poco luego de buscar con la vista a Maddy, suponiendo que estab