C124- PODEROSO.Lucien mostró en la pantalla el contenido de uno de los correos. Era directo y comprometedor: alguien estaba compartiendo información confidencial de Olympus con la competencia, incluyendo datos estratégicos y detalles de negociaciones. El remitente era anónimo, pero el lenguaje del mensaje dejaba claro que quien lo escribió despreciaba a Lucien y Grace, y estaba vendiendo los secretos de la empresa por dinero.Los murmullos comenzaron en la sala. Los ejecutivos intercambiaban miradas de incredulidad, mientras Demerius, que hasta ese momento había estado tranquilo, ahora parecía incómodo.Lucien señaló la pantalla.—Este correo fue enviado desde una dirección interna de Olympus. Y logré rastrear su origen.Demerius intentó interrumpir.—Esto no tiene sentido. No pueden pensar que...Lucien lo cortó, sin alzar la voz.—Los datos no mienten. Y todo apunta a una oficina en particular.Lucien mostró el rastro digital en la pantalla. Los correos estaban vinculados directame
C125- AMARLO MÁS.Lucien ajustaba suavemente la venda que cubría los ojos de Grace. Ella no podía evitar sentirse ansiosa y curiosa, pero también divertida por la situación.—¿Falta mucho? —preguntó con una sonrisa juguetona, intentando no tropezar mientras él la guiaba.Lucien se inclinó hacia su oído, su aliento cálido rozando su piel como una caricia invisible.—Ya casi llegamos —susurró.Grace rió entre dientes, intentando adivinar qué era lo que él había planeado, pero no podía imaginarlo. Finalmente, él detuvo sus pasos y colocó sus manos con suavidad sobre los hombros de ella, como si fuera la cosa más preciosa que hubiera tocado jamás.—¿Lista?Grace asintió, mordiendo su labio inferior con una mezcla de nervios y emoción. Lucien retiró la venda con cuidado, permitiéndole abrir los ojos. Y lo que vio la dejó sin palabras.—Dios... es... es hermoso, Lucien —murmuró.Frente a ella había un invernadero lleno de vida. Las paredes de cristal reflejaban la luz de las pequeñas guirna
C126- CAJA DE SORPRESAS.La cena transcurrió entre risas, miradas cargadas de una tensión que ninguno se atrevía a romper del todo, y conversaciones que fluían con una naturalidad casi mágica. Lucien llenó las copas de vino una última vez antes de levantarse de la mesa y extenderle la mano a Grace.—Ven, quiero mostrarte algo más.Grace tomó su mano, sintiendo el calor de sus dedos envolver los suyos. Él la guió con paso lento por el invernadero, y ella no pudo evitar detenerse a admirar las flores que la rodeaban. Sus dedos rozaron suavemente los pétalos de una orquídea blanca.—Es increíble… ¿Cómo lograste organizar todo esto? —preguntó, su mirada llena de asombro mientras giraba.Lucien ladeó la cabeza, con esa mezcla de diversión y arrogancia que parecía tan natural en él. —Tengo amigos en Grecia. Les gusta deberme favores. —La forma en que lo dijo, con un tono casual pero cargado de misterio, hizo que Grace soltara una pequeña risa.—Eres una caja de sorpresas, Lucien.Él se de
C127- PLACER Y DESEO.―¡Ah! ¡Me haces sentir tan bien! ―gritaba Grace, sus ojos cerrados y su rostro una máscara de éxtasis.Lucien, sintiendo su propio orgasmo acercándose, aumentó la velocidad de sus embestidas. Su respiración se volvió entrecortada, y sus músculos se tensaron al límite.―¡Abre los ojos, mi amor! ¡Quiero que lleguemos juntos! ― exclamó el, con voz rasposa y llena de deseo.Grace, sintiendo la inminencia de su propio clímax, se aferró a él, sus piernas envolviendo su cintura, impulsándolo aún más profundo dentro de ella.―¡Sí, sí, ahora, estoy cerca Lucien! ―gritó, su cuerpo temblando al borde del abismo.En ese momento, ambos se dejaron llevar por una ola de placer. Lucien se vació dentro de ella, llenándola con su esencia, mientras Grace se contraía a su alrededor, abrazando su miembro con su coño palpitante. Sus cuerpos se sacudieron en una danza de éxtasis, gimiendo y gritando en una armonía perfecta.Después de lo que pareció una eternidad, sus cuerpos aún estab
C128- ANILLO DE COMPROMISO.Al día siguiente, Lucien y Grace decidieron quedarse un día más en Grecia. Había algo en el ambiente cálido de aquel país que los invitaba a relajarse, a olvidar por un momento sus responsabilidades en Londres. Así que pasearon por la Acrópolis, admiraron la majestuosidad del Partenón, se perdieron entre las calles pintorescas de Plaka y disfrutaron del atardecer en Cabo Sunión, donde el templo de Poseidón se alzaba imponente sobre el mar Egeo.Por la tarde, se reunieron con el presidente de Olympus en un restaurante frente al puerto de El Pireo. Fue una conversación breve, pero necesaria, para ultimar detalles antes de regresar a Londres. Mientras discutían, Lucien revisaba las notificaciones de su teléfono. Había recibido varias videollamadas de los trillizos durante el día. Emma, Olivia y James no dejaban de repetir cuánto los extrañaban, y sus caritas alegres se asomaban en la pantalla diciendo: “¡Papi, vuelve pronto!Grace sonrió al ver los mensajes;
C129- YO PUEDO EXPLICARLO.La pequeña cafetería estaba tranquila, Lucien y Adeline estaban sentados frente a frente, cada uno con una taza humeante entre las manos. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que se habían visto, pero, sorprendentemente, la conversación fluía con naturalidad, como si los años no hubieran erosionado la conexión que alguna vez compartieron.—¿Y cómo está Zoe? Siempre me acuerdo de ella. —preguntó Lucien dándole un sorbo al café.Adeline sonrió cálidamente, sus dedos acariciando la taza.—Zoe está bien, creciendo demasiado rápido. Y aunque no lo creas, siempre habla de ti. Para ella, sigues siendo "su papi Lucien".Él levantó una ceja, sorprendido y conmovido.—¿De verdad? —Su voz sonó más suave—. No sabía que aún me recordaba así.Adeline asintió, con una sonrisa nostálgica.—¿Cómo no iba a hacerlo? Tú fuiste como un padre para ella, Lucien. Todavía guarda algunos de los cuentos que inventabas para dormirla. A veces, cuando tiene miedo, me dice: "Luci
C130-NO VOLVERÉ A PERDERTE.—Grace… puedo explicarlo… Solo… por favor, escucha lo que tengo que decir antes de sacar conclusiones.Grace cruzó los brazos, intentando mantener la calma mientras su corazón latía con fuerza.—Estoy escuchando, Lucien —respondió, su voz más fría de lo que había planeado—. ¿Con quién estabas?Él respiró hondo, como quien se prepara para saltar al vacío. Sabía que no había forma de suavizar lo que estaba a punto de decir, así que optó por la verdad.—Estaba con Adeline.El nombre cayó como una piedra entre ellos.Grace sintió que el aire abandonaba sus pulmones por un instante, y su rostro se tensó. Sus manos, relajadas hasta entonces, se cerraron en puños a los costados.Adeline.No necesitaba preguntar quién era; sabía perfectamente que era la mujer con la que Lucien había estado comprometido antes de que ella apareciera en su vida. La mujer que él había amado tanto como para criar a su hija como si fuera suya.Un torbellino de emociones la atravesó: sorp
C131- TÁMESIS.Los trillizos estaban en la sala, sentados en el enorme sofá con sus piernas balanceándose sobre el borde. —Mamá, ¿podemos ir contigo a comprar el regalo del abuelo? —preguntó Emma, juntando las manos como si estuviera suplicando.—Sí, por favor, mamá. ¡Prometemos portarnos bien! —añadió Olivia.James, más directo, cruzó los brazos y agregó con su voz decidida: —Yo puedo cargar las bolsas. Ya soy fuerte.Grace sonrió y caminó hacia ellos, agachándose para quedar a su altura. Les dio un beso en la frente a cada uno, deteniéndose un poco más en James, quien fingió estar molesto pero terminó sonriendo de lado.—Mis pequeños ayudantes, saben que me encantaría llevarlos, pero tienen sus lecciones. Y si no las hacen, el abuelo se va a enterar… y ustedes saben cómo se pone.Los tres hicieron un puchero sincronizado que habría derretido a cualquiera, pero Grace sabía mantenerse firme cuando era necesario. Justo en ese momento, la nana apareció en la puerta, con su característic