Luego de esa última declaración, Renán le entregó el sobre con el convenio a su amigo, socio y abogado Román Molina.
Edison solicitó encarecidamente que le avisara con tiempo la fecha de la boda para organizar la despedida de soltero prometiendo que sería épica, porque al fin su amigo formaría parte de los hombres monogámicos –lo que hizo que todos rieran a carcajadas.
Luego cada uno habló de su relación y de lo bien que estaban sintiéndose hasta que el turno volvió a Renán, en este punto fue Edison quien intervino:
–Amigo, siempre he respetado tu actitud con respecto a las relaciones, sin embargo, te confieso que me mata la curiosidad por saber qué te hizo convertirte en el hombre frío y sin corazón que aparentas ser.
–Renán suspiró
Al estar justo en la puerta, el arregló su corbata, pasó la mano por su bien peinado cabello y mirándola sonriente, le preguntó: –¿Lista? –No –respondió ella, pero a él le agradó lo que vio en sus ojos, a pesar de decir que no estaba lista, la determinación y firmeza de su mirada lo llenaron de confianza; se dijo que había hecho la elección correcta, con esa mujer fuerte, valiente, protestona y decidida, sería una digna contrincante de su madre.Tocó a la puerta y en pocos segundos la misma se abrió dando paso a un señor de traje que inclinó su cabeza apenas vio a Renán. –Joven Viteri, buenas noches y bienvenido.
Maddy le siguió el paso a Renán para salir de la casa, pero estaba que se devolvía para decirle unas cuantas cosas a su futura suegra, a ella podía decirle lo que se le ocurriera, lo que no permitiría nunca era que se refiriera a sus hijos tan despectivamente, de pronto se soltó de su agarre para cuestionarlo. –¿Por qué no me dejó responderle? –Porque no vale la pena. –Dijo que protegería a mis hijos y, ¿así es cómo lo va a hacer?, ¿huyendo cuando hablen mal de ellos? De todos modos, supongo que con esa reacción de su madre ya todo queda cancelado. –De ninguna
Altamente intrigada por la solicitud de Bianca Viteri, Lucía Carolina caminó con ella hasta la oficina de Johana Banegas, solicitaron a Madeleine y les pidieron esperar un momento mientras la buscaban. –Maddy, te busca Lucía Carolina, está con una señora muy elegante que no baja la nariz –le dijo en un susurro su supervisora. –Es extraño, iré enseguida, gracias señora Johana.Maddy caminó hasta la sala de espera y se sorprendió al encontrar allí de pie a la madre de Renán, se sintió extremadamente incómoda porque estaba acompañada de Lucía Carolina, aspiró aire y se acercó a las mujeres: –Buenos días, &i
El rostro del director de Recursos Humanos se llenó de sorpresa, pero encontró que la posición de la señora Viteri era firme y decidida, entonces llamó a su secretaria y le pidió redactar una carta de despido para Madeleine Lawson.A partir de ese momento la satisfacción de Bianca Viteri solo fue creciendo, cuando la carta estuvo lista se fue con el director en busca de Madeleine, quiso la mala suerte que Lucía Carolina los viera caminando por el pasillo porque de inmediato se pegó a ellos, al llegar al área de asistentes de vuelo, fue Bianca quien pidió la presencia de Madeleine. –¿Qué quiere ahora señora Viteri? –Ya vas a bajar ese tono, dígale usted director –ordenó petulante.&nbs
Renán dejó al hombre con la boca abierta, la secretaria temblaba cuando él salió y le lanzó una mirada nada complaciente. Román iba a su lado como mudo testigo de sus acciones, pero respaldando con su presencia cada una de ellas.El CEO se encaminó hacia su oficina donde fue recibido por una sonriente secretaria quien no podía disimular su felicidad al verlo: –Buenas tardes Renán, no creí que vinieras hoy. –Debiste saber que al enterarme de lo que hizo mi madre, seguramente con tu ayuda, vendría de inmediato para saber qué pasó aquí. –No Renán, un momento, yo no supe nada hasta que estuvimos en la oficina de las asistentes.
Efectivamente Renán no se equivocaba con respecto a su abuelo, quien en ese momento estaba reprochándole airadamente a su nuera su actitud displicente. –¿Cómo es posible que te comportes así Bianca?, tú lo estás empujando al matrimonio y ahora te encargas de interferir. –Porque esa chica no es apropiada. Solo nos hará pasar vergüenza. –¿Te imaginas que mi difunta esposa y yo hubiéramos tomado esa misma posición contigo?, jamás te hubieras casado con Randy, parece que has olvidado cómo y dónde te conoció mi hijo, se enamoró y decidió hacerte su esposa; por su bienestar lo apoyamos en todo momento, ¿por qué no pue
Madeleine (Maddy) Lawson, corría usando todas sus fuerzas y con la angustia inundando su cuerpo, había recibido la llamada de una vecina a quien le pidió cuidar de su amiga Diane, ya que no se había sentido muy bien y estaba en el último trimestre de su embarazo; lamentaba haber perdido el autobús y no tenía dinero suficiente para un taxi, así que tomó la opción más viable.La acogió en su diminuto apartamento para estar más cerca del hospital; subió los escalones sin detenerse a tomar aliento, llegó jadeando al tercer piso y abrió la puerta bruscamente, encontró a su amiga tendida en el sofá con la vecina colocándole compresas frías en la frente. –Está ardiendo de fiebre –señaló la amable señora. –Llamaré a una ambulancia –anunció Maddy.Los paramédicos le tomaron la temperatura y la presión arterial, antes de colocarla en la camilla para trasladarla al hospital, seguidamente notificaron que llevaban una paciente con 40 grados de temperatura corporal, presión
A continuación, tuvo que encargarse del funeral. Diane nunca mencionó a algún familiar ni siquiera lejano, siempre fue muy hermética en ese aspecto, así que hizo todo sola y al terminar con la funeraria fue a la casa de su amiga para revisar la habitación que había dispuesto para los que creía serían gemelos.Estaban las dos cunitas, de inmediato pensó en que mientras resolvía lo del dinero para los niños, los pondría a dormir de a dos en una de las cunas; sabía que su amiga había contactado a un abogado, pero siempre evitaba esa conversación, ahora lo lamentaba, tendría que revisar sus cosas para ver qué encontraba.Había pasado por alto un sobre que estaba en el piso detrás de la puerta, lo vio justo antes de salir, al revisarlo encontró una notificación del abogado, agradeció mentalmente por eso y tomó nota para ir al siguiente día a su oficina.***Dos meses después, se encontraba Maddy Lawson, una chica de 19 años, frente a los trillizos que tendría a su cargo ya que su mejor ami