Matías me dejó en mi casa, puedo decir que la pasamos muy bien, subí corriendo a mi habitación y me coloqué un conjunto deportivo para ir a la casa de mis suegros. —¿para dónde vas a esta hora Valeria? —¡llévame al castillo! Estaba muy molesta, mi nivel de ira estaba por los cielos, menos mal la casa queda al finalizar la cuadra, al llegar me bajé del auto y pasé, todo estaba en silencio, eso quiere decir que la familia no está o están en sus habitaciones. Así que subí corriendo a la habitación de Leandro y la abrí, lo vi observando algo en su celular mientras mis hijas duermen, ¿será que puede salir para que platiquemos un momento? —sí, Valeria vamos a la habitación de al lado, yo sabía por dónde venía ella, así que abrí la puerta y la dejé pasar —le di una bofetada a Leandro, ¡que sea la última vez que te atreves amenazar a Matías!—ya te fue con el chisme, solo quería comprobar hombrecito que era, pero por lo visto le faltan bolas, aunque eso lo noté cuando fui a la empresa hay
Pasé a casa de Valeria a ver a mis hijas, pero como estaban mis suegros decidí irme a hacer mis cosas, ya que no deseo entrar en polémica con el señor Rossi, que no pierde oportunidad para recalcarme que no soy lo suficientemente bueno para estar con su hija.Contacté un agente de bienes raíces para ver varias propiedades que tenían disponible, encontré una hermosa, justo con todo lo que quería, no tengo que hacerle ningún tipo de arreglos y eso me agrada. Solo acondicionar la habitación de mis hijas, así que hice la compra, luego de eso me fui a ver los muebles que quería colocar y en eso pasé algunas horas, chequeé mi reloj y eran las dos de la tarde, así que decidí ir al restaurante más cercano a comer. Estaciono y entro al restaurante y mi mayor sorpresa es encontrar a mi esposa almorzando con Matías,pero decidí ignorarlos, así que me senté en una mesa muy alejada, y pedí mi almuerzo porque no saldría huyendo como un cobarde, eso jamás. Me tomo algunas copas de vino mientras alm
Mi día va de mal en peor, primero Matías me fue a buscar a la empresa para invitarme a almorzar, cosa que me puso de muy mal humor, acepté solo por cortesía, pero me arrepentí al ver entrar a Leandro en el restaurante. Tanto así que no disfrute de la comida, después él dejó paga nuestra cuenta, sé que eso es señal de educación en nuestro país, pero me sentí terrible.Al terminar de almorzar le pedí a Matías que me llevara a casa y estaban mis padres, así que me toco invitar a pasar a Matías, cosa que no quería, aun cuando él insiste en conocer a las niñas, mis padres lo saludaron y yo me sentía incómoda. Porque esto es algo que no platiqué con Leandro, cuando estamos conversando entra mi esposo, Joder… ¿Será que hoy me puede ir peor? Él saludó y actuó como si nada le afectara, pero a mí me miró de manera tan fría e indiferente, quería que la tierra me tragara, subí detrás de él y lo vi recogiendo las cosas de las niñas.Eso me hizo sentir peor, sé que se compró una casa para poner dis
Me di una larga ducha y me puse a pensar en todos los sucesos del día, estoy entre la espada de la pared porque si bien no quiero darle una oportunidad a Leandro todavía. Tampoco quiero perder lo que tenemos… Verlo partir de casa me hizo sentir muy mal, no soporto este silencio, la casa se siente vacía, así que decidí ir con ellos. Solo me coloqué mi pijama y bajé, ¡necesito que me lleven a casa de Leandro! —señora, él me dijo que no la podía llevar a su casa—yo voy a donde me dé la maldita gana, es mi esposo y todo lo que tiene me corresponde, así que llévame de una vez, ¡hoy no estoy de humor! ¿Cómo se le ocurre dar esa orden? Yo voy a donde él esté, las veces que se me dé la gana. Pensé que la casa quedaba en la misma cuadra, pero me sorprende ver que está a dos manzanas de mi casa, ¿cómo se le ocurre mudarse tan lejos? Al llegar observo el lugar, es bastante grande y hermoso, me bajo del auto y entró a la casa, veo a Leandro cruzado de brazos en la sala, pero lo que más llama l
Me acosté, pero no podía dormir, ¿cómo iba a hacerlo cuando tenía a mi mujer en mi cama? La abracé por la espalda y enterré mi cabeza en su cuello, ¡te respeté tanto como pude en tu casa, pero ahora estás en mi espacio y las normas las pongo yo!Comienzo a besar su cuello y ella se estremece, quiero ir lento porque voy a disfrutar cada minuto, este encuentro ¡ya no tiene escapatoria, hoy serás mía! Comienzo a esparcir caricias por todo su cuerpo, ella no se rehúsa así que la beso con todas las ganas que tengo acumuladas, me sorprende cuando me devuelve el beso con la misma fuerza, joder no tienes idea cuantas veces soñé con hacerte mía. —no tienes idea de las veces que he deseado ser tuya, tomo el control y me subo encima de mi esposo mientras él acaricia cada rincón de mi cuerpo, ¡papi, te necesito ahora!—yo también necesito sentirte… Rompo el pijama de mi esposa, luego ella quita mi bóxer, se ubica encima de mí y la penetro fuerte. —ahh — joder mami, me vendré solo con escuchar t
Algo cambio en mí, cuando Leandro dijo esas palabras, el saber que no ha intimado con otra mujer de esta manera me da seguridad, ahora sé que no soy una más de su lista y que si él está conmigo es porque así lo desea. Siempre tuve ese miedo de que él se cansara de tener sexo con una sola mujer y se fuera nuevamente al estilo de vida que estaba acostumbrado. Así que por primera vez en mucho tiempo me siento libre de amar a mi esposo, me siento segura, no perdí el tiempo, hice mi esposo tan mío, ahora sé que no hay otra mujer que pueda interponerse entre nosotros. —mi esposa se puso creativa al volver a la cama y lo hicimos un par de veces más, puedo decir que esa mujer drenó toda mi energía, estaba agotado como nunca lo había estado, mis ojos se cerraban solos. —eran las cuatro de la mañana, cuando mi esposo se quedó rendido, lo arropé con una manta y me dediqué a detallar su rostro, ¡este hombre es hecho por los mismos Dioses! No puedo creer ¿cómo existe tal perfección en un ser hum
Desperté y estaba solo en mi cama, eso me puso alerta, ¿será que ella se arrepintió o solo lo hizo por venganza? ¡Me abandonó como yo lo hice con ella! Mi corazón late a mil por hora, tengo miedo de levantarme y descubrir que ella solo jugó conmigo, anoche, joder… le dije que la amo, observo toda la habitación y veo el desastre que hicimos, pero no hay nada que me indique que ella sigue aquí. Me levanto cabizbajo y voy al baño a darme una ducha, al terminar voy a mi clóset, me coloco un bóxer y un short deportivo, voy a la habitación de mis hijas y no las veo seguro se las llevó. En estos momentos me siento fatal, tengo ganas de destruir todo a mi paso y de llorar hasta que saque todo este maldito amor que siento por esa mujer. Bajo las escaleras y escucho las risitas de mis hijas y eso me extraña, no veo a nadie en la sala, quiere decir que están en el jardín, seguro están con una de las chicas. Abro la puerta y me llevó la sorpresa de mi vida al ver a las mujeres que más amo juntas
Coloco a mis hijas en el piso y cargó a mi esposa, le doy vueltas en el aire, te amo hermosa, debo confesarte que por primera vez en mi vida sentí miedo. Temía tanto perderte, tú también eres la esposa y la mujer perfecta, amo lo que tenemos, amo la hermosa familia que hemos creado y yo solo tendría hijos contigo. Créeme, aprendí la lección y ¡no te quiero para un rato, te quiero de forma definitiva en mi vida! No quiero que pienses que en algún momento las cambiaría porque no es así, yo quiero estar aquí con ustedes, no hay nada en este mundo que me pueda hacer más feliz, tú me has dado una razón de vivir y son esas dos pequeñas niñas que cuido con mi vida. —cariño, sabes que mientras platicaba de tus dotes como padre, me di cuenta de que he sido algo injusta, tú cuidas más a las niñas que yo y creo que eso debería cambiar. También quiero que tú vayas a la empresa y trabajes, sé que has estado enfocado en los negocios que tienes por fuera y me gustaría que le dedicaras más tiempo.