Cuándo bajamos a la piscina pudimos notar que Joan y Leandro hablaban, estoy 100% segura que estaban platicando sobre la experiencia que habían tenido en el club. Nosotras nos reunimos con el resto de las mujeres de la familia y comenzamos a platicar y beber, mientras escuchábamos música y jugábamos con los niños, la estábamos pasando demasiado bien.

—hijos, me encanta tenerlos reunidos y ver lo feliz que son, todavía faltan cuatro por casarse, espero que no se tarden mucho, ya quiero ver la casa llena de nietos.

—viejo, ¿no te bastan los tres que tienes? A mí no me apures, a mí no me pasará como Leandro, ninguna mujer me escogerá, seré yo quien escoja la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida, no quisiera que me toque una mujer como Valeria, ¡ella es el mismísimo demonio!

—ja, ja, ja no te dejes engañar por la carita de ángel que tiene mi esposa Melanie es de armas tomar Solo que aún no la han visto molesta por fuera es un amor, pero por dentro es el propio demonio me h