Cap. 62: CAPTURA La enfermera de Mara entra en la habitación, estaba consultando con el médico sobre el tratamiento… Se acerca a ella.—¡Mara! ¿Cómo te sientes? Mira, estás despertando, el doctor dice… —Mara le abre los ojos y vuelve la mirada a su hija que esta cabizbaja con los ojos cerrados, la enfermera entiende su mirada —… Que hay que mantenerte dormida, porque tienes que descansar mucho para recuperarte.Ella le aprieta la mano a la enfermera y entonces la misma asiente.Sale y vuelve sus ojos a Eneida que sigue como dormida… La enfermera sale, pero deja la puerta abierta… Se queda en el pasillo observando adentro y ve como lanzan la puerta y se cierra totalmente.Enseguida se acerca y al tomar la manilla está cerrada con seguro, la toca con fuerzas e insistentemente.Eneida le abre.—¿Qué sucede? —le dice pestañando con insistencia, como si despertara en ese momento.—Disculpe, creo que la brisa me cerró la puerta y me preocupé, es que ella no puede estar sola.—No está so
Cap. 63: INGREDIENTESEn la mansión, previo a la captura.Ricardo iba al segundo piso cuando la fisioterapeuta se le cruzó y lo detuvo:—Mire, señor Ricardo, me voy a la clínica. El doctor me llamó para que continúe con las terapias allá para que la paciente siga en progreso como va.—Está bien…—siguió por el pasillo, pero le oyó el crujir de galletas al masticarlas y se inquietó llamándola de inmediato—. Señorita, por favor…—¡Sí! —al volverse tenía la galleta en la mano.—¿Usted trae galletas a la terapia? —Clara respondió de inmediato:—¡No! ¡¿Cómo cree?! Esas me las acaba de dar Blanca, en la cocina…—¡Ah! Ojo, porque yo se los advertí, Mara no puede verte comiendo esas galletas porque son su debilidad y te convencerá y terminarás dándole aunque sea un pellizco y eso es un veneno para ella.—No hace falta que me lo diga, eso lo sé muy bien… Y sería incapaz de mostrarme ante ella comiéndolas, no se preocupe.—Ricardo se devolvió a la cocina.—Blanca, hace tiempo le prohibí hacer
Cap. 64: RAMO... Don Marcos subió a su auto, Eneida estaba pálida y ni hablaba, sólo sollozaba al lado de su padre. Don Marcos tenía un profundo dolor en su corazón.Recordó cuando decidió adoptar a Eneida, su padre era jefe de obras en la Constructora Del Hoyo y viajaba junto a ella y su esposa a revisar una obra en Barcelona, una tormenta caí profusamente y los frenos del auto no le respondieron yéndose contra una defensa alta en la vía, la única que sobrevivió fue ella porque estaba en la parte trasera del auto. Tenía 12 años y don Marcos se sintió culpable porque fue él quien envió a su papá a revisar esa obra a pesar del mal tiempo.Llegaron a la casa y don Marcos aún no le dijo nada, su boca apretada en horizontal.Al bajarse del auto, caminó cabizbajo.—Mire, preparé su equipaje que mañana temprano partimos a Londres… Yo mismo la llevaré.Eneida corrió, poniéndosele al frente de rodillas:—¡No papá! ¡NO, POR FAVOR! No me quiero ir a Londres y a ese internado menos… No me hagas
Cap. 65: SONRISASYa es entrada la noche, don Marcos regresa del hospital y se encierra en su despacho.« Algo está sucediendo y es mucho más grave de lo que me imaginé, algo me ocultan Mara y Ricardo, y por supuesto Eneida »Tomó los papeles que estaban sobre su escritorio y los releyó.« ¿En qué ha gastado Eneida tanto dinero? » Don Marcos pasó hoja tras hojas de los papeles y cayó en cuenta de que…—¡Aquí me faltan los de las llamadas telefónicas!…« Esto quiere decir que ella ya sabe que estoy caminando encima de sus pisadas… Y hay algo con las llamadas, porque fue lo único que se llevó… Lo revisaré todo, pero en la oficina, aquí ella entra cada vez que quiere… Debo andar con cuidado y dejar las cosas como que no he notado nada… »Puso todos los documentos en la gaveta y cuando se levantaba para salir, oyó a Eneida por el pasillo…—¡Eneida! —La llamó, aunque ya sabía que iba para allá—. Ven un momento.Ella apresuró sus pasos.—Papá, dime… ¿Lo has pensado mejor? —Don Marcos la m
Cap. 66: REGRESOSIsabel ve venir a su amiga Brizna en su auto, la aúpa para que suba rápido y al entrar están sus padres en la sala de la casita de Isabel, que le sonríe al recibirla.—Les estaba diciendo a tus padres… —Brizna se adelantó y abrazó a su madre… Llorando en su hombro.Su padre bajó la cara…—Ya sabía que te pondrías así… —le dijo Carlota—. Ya estoy aquí mi niña…—Espero Que estés arrepentida de corazón para que te permita regresar a casa… —le dijo su padre.Brizna se separó del abrazo a su madre, entonces se volvió a su papá.—Mire, don Arruti —le dijo con voz agria—. Con usted quiero hablar. Primero ¿Ya le quitó la denuncia a Guzmán?—Ya te dije que eso lo haré cuando regreses a casa.—Mira, papá. A Guzmán lo golpearon horrible en esa prisión, esta todo amoratado, tomando medicamentos y sus brazos y cara quedarán marcados gracias a ti… Eso no lo olvidaré jamás.—Pues si no regresas a casa él regresara a la prisión por tiempo indefinido.—Está humillando al futuro pad
Cap. 67: PREGUNTASTodos se trasladaron a la casa de Sofía, la policía los acompañó. Los detectives la interrogaron.—Desde el principio… ¿Dónde estaba usted cuando la secuestraron?Sofía respiró profundo y luego de pensar un poco respondió.—En el Centro Comercial. Ellos me abordaron por atrás cuando esperaba el ascensor. Me Rociaron algo en la cara y al inhalarlo me desmayé… Cuando desperté estaba atada, amordazada y con una capucha encima.—¿Cómo logró escapar de los captores?—A decir verdad, uno de ellos me dejó libre esta madrugada. Después de darme un vaso con agua, nos sentamos a conversar y entonces me prometió que me ayudaría… El por qué no lo sé.—Esos deben ser novatos y les remordió la conciencia con una muchacha tan joven y bonita —argumentó el detective.Sofía bajó la mirada. No veía a nadie en particular sólo respondía al detective.—Luego esperó a que el otro que estaba con él saliera a comprar cigarrillos, entonces me desató y me guió hasta la salida de ese lugar
Cap. 68: ¡PERDÓN!Isabel miró a Alberto directamente a los ojos… Y sin siquiera pestañar le dijo:—Mi hijo nacerá. Como todos estará aquí conmigo.Alberto tragó saliva y sin quitarle los ojos de encima afirmó.—Entonces tendremos un hijo o una hija… Será cómo tú quieras.Isabel volvió a sentarse con tranquilidad.—Vamos a casarnos en 20 días, será una boda sencilla, sólo en la jefatura civil. Sin embargo quiero que mis hijos y mis padres estén conmigo…—Isabel, es la boda del alcalde de A Guarda, porque lo seré para entonces, ese acontecimiento no puede pasar desapercibido, además, mi madre también quiere que sea algo notorio.—Haremos un pequeño agasajo, sólo para los más allegados. Alberto no es necesario tanto revuelo.—Bueno, pero al menos la gente del partido y el diario de la región… Yo soy un personaje público. Vamos ahora mismo con un diseñador de tarjetas de invitación en redes sociales. Yo quiero que sea de esa forma, es lo más new en la era digital.Isabel sonrió… —: Esta
Cap. 69: ISABEL Eneida fue dejada en la Institución de Enfermeras y ayudantes socorristas en Londres. —Papá, por favor, llévame de regreso a casa. —Regresarás —le dijo Marcos—, pero cuando hayas cambiado. Cuando ya no tengas esas cosas en tu cabeza. —Papá, prometo que no lo vuelvo a hacer… —Sé que no lo harás más… Aquí aprenderás. —¡Vamos Ricardo! Eneida quedó llorando y gritándole a su padre que la perdonara hasta que… —¡Me las pagarás, Marcos Del Hoyo! ¡Me las pagarás! —le gritó. Don Marcos se devolvió y se oyó un rotundo ¡Paff! Eneida se tambaleó por la bofetada… —¡He sido un gilipollas! Hasta ahora me doy cuenta de cuán blandón fui contigo desde que llegaste a la casa, por lástima te deje crecer con tanta debilidad de mi parte… Y fuiste capaz de atentar contra tu propia madre. Sólo llevas odio y resentimiento en tu corazón y no lo merecemos… Tienes mucho que aprender. —¡Papá, disculpa no quise decir esas palabras…¡PAPÁ! ¡PAPÁ! Don Marcos salió con el corazón opri