Cap. 65: SONRISASYa es entrada la noche, don Marcos regresa del hospital y se encierra en su despacho.« Algo está sucediendo y es mucho más grave de lo que me imaginé, algo me ocultan Mara y Ricardo, y por supuesto Eneida »Tomó los papeles que estaban sobre su escritorio y los releyó.« ¿En qué ha gastado Eneida tanto dinero? » Don Marcos pasó hoja tras hojas de los papeles y cayó en cuenta de que…—¡Aquí me faltan los de las llamadas telefónicas!…« Esto quiere decir que ella ya sabe que estoy caminando encima de sus pisadas… Y hay algo con las llamadas, porque fue lo único que se llevó… Lo revisaré todo, pero en la oficina, aquí ella entra cada vez que quiere… Debo andar con cuidado y dejar las cosas como que no he notado nada… »Puso todos los documentos en la gaveta y cuando se levantaba para salir, oyó a Eneida por el pasillo…—¡Eneida! —La llamó, aunque ya sabía que iba para allá—. Ven un momento.Ella apresuró sus pasos.—Papá, dime… ¿Lo has pensado mejor? —Don Marcos la m
Cap. 66: REGRESOSIsabel ve venir a su amiga Brizna en su auto, la aúpa para que suba rápido y al entrar están sus padres en la sala de la casita de Isabel, que le sonríe al recibirla.—Les estaba diciendo a tus padres… —Brizna se adelantó y abrazó a su madre… Llorando en su hombro.Su padre bajó la cara…—Ya sabía que te pondrías así… —le dijo Carlota—. Ya estoy aquí mi niña…—Espero Que estés arrepentida de corazón para que te permita regresar a casa… —le dijo su padre.Brizna se separó del abrazo a su madre, entonces se volvió a su papá.—Mire, don Arruti —le dijo con voz agria—. Con usted quiero hablar. Primero ¿Ya le quitó la denuncia a Guzmán?—Ya te dije que eso lo haré cuando regreses a casa.—Mira, papá. A Guzmán lo golpearon horrible en esa prisión, esta todo amoratado, tomando medicamentos y sus brazos y cara quedarán marcados gracias a ti… Eso no lo olvidaré jamás.—Pues si no regresas a casa él regresara a la prisión por tiempo indefinido.—Está humillando al futuro pad
Cap. 67: PREGUNTASTodos se trasladaron a la casa de Sofía, la policía los acompañó. Los detectives la interrogaron.—Desde el principio… ¿Dónde estaba usted cuando la secuestraron?Sofía respiró profundo y luego de pensar un poco respondió.—En el Centro Comercial. Ellos me abordaron por atrás cuando esperaba el ascensor. Me Rociaron algo en la cara y al inhalarlo me desmayé… Cuando desperté estaba atada, amordazada y con una capucha encima.—¿Cómo logró escapar de los captores?—A decir verdad, uno de ellos me dejó libre esta madrugada. Después de darme un vaso con agua, nos sentamos a conversar y entonces me prometió que me ayudaría… El por qué no lo sé.—Esos deben ser novatos y les remordió la conciencia con una muchacha tan joven y bonita —argumentó el detective.Sofía bajó la mirada. No veía a nadie en particular sólo respondía al detective.—Luego esperó a que el otro que estaba con él saliera a comprar cigarrillos, entonces me desató y me guió hasta la salida de ese lugar
Cap. 68: ¡PERDÓN!Isabel miró a Alberto directamente a los ojos… Y sin siquiera pestañar le dijo:—Mi hijo nacerá. Como todos estará aquí conmigo.Alberto tragó saliva y sin quitarle los ojos de encima afirmó.—Entonces tendremos un hijo o una hija… Será cómo tú quieras.Isabel volvió a sentarse con tranquilidad.—Vamos a casarnos en 20 días, será una boda sencilla, sólo en la jefatura civil. Sin embargo quiero que mis hijos y mis padres estén conmigo…—Isabel, es la boda del alcalde de A Guarda, porque lo seré para entonces, ese acontecimiento no puede pasar desapercibido, además, mi madre también quiere que sea algo notorio.—Haremos un pequeño agasajo, sólo para los más allegados. Alberto no es necesario tanto revuelo.—Bueno, pero al menos la gente del partido y el diario de la región… Yo soy un personaje público. Vamos ahora mismo con un diseñador de tarjetas de invitación en redes sociales. Yo quiero que sea de esa forma, es lo más new en la era digital.Isabel sonrió… —: Esta
Cap. 69: ISABEL Eneida fue dejada en la Institución de Enfermeras y ayudantes socorristas en Londres. —Papá, por favor, llévame de regreso a casa. —Regresarás —le dijo Marcos—, pero cuando hayas cambiado. Cuando ya no tengas esas cosas en tu cabeza. —Papá, prometo que no lo vuelvo a hacer… —Sé que no lo harás más… Aquí aprenderás. —¡Vamos Ricardo! Eneida quedó llorando y gritándole a su padre que la perdonara hasta que… —¡Me las pagarás, Marcos Del Hoyo! ¡Me las pagarás! —le gritó. Don Marcos se devolvió y se oyó un rotundo ¡Paff! Eneida se tambaleó por la bofetada… —¡He sido un gilipollas! Hasta ahora me doy cuenta de cuán blandón fui contigo desde que llegaste a la casa, por lástima te deje crecer con tanta debilidad de mi parte… Y fuiste capaz de atentar contra tu propia madre. Sólo llevas odio y resentimiento en tu corazón y no lo merecemos… Tienes mucho que aprender. —¡Papá, disculpa no quise decir esas palabras…¡PAPÁ! ¡PAPÁ! Don Marcos salió con el corazón opri
Cap. 70: RAZONESBrizna le muestra la nota de prensa a Carlota, esta une sus manos en plegaría.—Macarena bendita, cuán agradecida te estoy, al fin se hace justicia con Isabel y sus trillizos.—Sí, mamá. Los Del Hoyo ahora están barriendo a gran velocidad por donde pasará Isabel. ¡Jajaja! Espero que don Marcos le pida perdón a Isabel personalmente, se lo merecen ambos. Ella por ser una gran madre y mujer y él por ser un prepotente y soberbio.Isabel llega de la casa de sus padres asombrada aún. Carlota la abraza y Brizna espera turno y hace lo propio.—Ya era hora amiga… Pero estamos abismadas de saber…—¡Que fue Eneida! —exclama Carlota.—Yo tenía mis sospechas… —agregó Isabel.—Pero… ¿Por qué? —pregunta doña Carlota.—Bueno, lo importante es que se aclaró —acotó Isabel, omitiendo la pregunta—. Sin embargo creo que la declaración pública no era necesaria. Eso es humillante para ellos.—A no Isabel, y la humillación tuya, ¿fue pequeña acaso? ¿No fue el cotilleó social por vari
Cap. 71: SON SÓLO NIÑOSIsabel oye a su hija, sus ojos están tristes y su pensamiento se va a ese día…« Creo que fui muy drástica al mostrarme delante de Ricardo en esa situación, pero debo demostrarle que es real lo que tengo con Alberto, aunque en el fondo no lo sea, el debe creerlo, es la única forma de que crea lo otro. Lo siento tanto, si realmente hubiese querido que estuviésemos juntos ahora lo estaríamos ».—Maiara, tú papá seguramente se sentía mal ese día, por eso estaba triste, yo creo que tú oíste mal —Maiara frunció el ceño… luego sonrió y se encogió de hombros. Se oyó las voces de los niños al llegar.—¡Llegaron mis hermanos mayores! —Maiara salió en carrera.—¡Gabriel! —lo llama Isabel con ese dejo de tristeza en su mirada —¿Puedes esperar a los niños? ¿O prefieres buscarlos en unas dos horas?—No se preocupe, me gusta ver el panorama desde aquí —Dijo Guzmán mirando a Brizna de reojo—. Yo tengo vuelo al puerto en la mañana, si quiere irse conmigo...—¿Vas sólo?—Bu
Cap. 72: ¡MUCHOS AMIGOS!Las dos madres están estupefactas por la noticia que han recibido. Isabel sigue pegada al teléfono.—¿Dónde estás, Ricardo?—Estoy en el colegio. Ya tengo hombres de seguridad buscando por los alrededores. ¿Tienes alguna idea de a dónde pueden haber ido?—Ricardito se conoce algunas vías de aquí, de Madrid, y sabes que él tiene una memoria brillante, él seguramente tomó un transporte y fue a un sitio específico.—Aquí todos están como locos, la policía ya busca también. Y Tú ¿Estás donde Brizna aún?—Yo estoy con la mamá de Anara. Estábamos tratando de resolver los que está pasando con los niños, todo para evitar males mayores, y mira, sucede esto.—¿Quieres que te envíe a buscar?—No, ya voy camino al auto de la señora Silvia… Vamos para allá.Isabel marca el número de su hijo, pero el teléfono parece apagado. El lugar de la clínica veterinaria esta cerca al colegio, así que en breves minutos, las dos madres llegan al colegio, Isabel corre a donde esta R