Cap. 57: TELÉFONOS—Ricardo ¿Cuándo llegaste? — le preguntó Isabel quitándole el teléfono a Brizna que veía las fotos. Ricardo se percató del gesto de Isabel y entonces sacudió la cabeza.—Espera, ¿qué veías, Brizna? —Ella miró a Isabel y sin más lo soltó.—Fotos que le pasaron a Isabel anoche a su celular ¿Dónde está Guzmán? ¿Por qué él también esta fotografiado allí con una linda chica a su lado anoche?Ricardo cerró los ojos y apretó los puños.—¡Maldita sea! Lo sabía, el desgraciado estaba tomándonos fotos —. Levantó la mirada a Isabel. Y sacó su teléfono —Esto también me llegó a mi ayer, permíteme ver si es del mismo número.Isabel abrió sus ojos desmesuradamente y le entregó el celular, iba viendo junto con él todas las fotos de ella con Alberto, y todo lo que le habían pasado a él también. —¡Sí! —exclamó Isabel al ver el mismo número en su pantalla, mientras Ricardo leí el mensaje que ella envió de retorno… Ella apresurada le quitó el teléfono…—Déjame que ponga a mi gente
Cap. 58: ERES MALARicardo alzó a Ricardito que lo miraba con lágrimas en sus ojos, sintió cuán grande era el amor de sus hijos para él y de él mismo para ellos.—Vayan arreglando todo que los pasó a buscar más tarde —Su voz ronca y quebrada.—Bien está, papi, nosotros ir a ver queremos a los yayos, También enfermo estaba, el yayo Marcos nosotros nos vinimos, ¿y bien está él?—Sí, hijo está muy bien. Gracias.Ricardo bajó a Ricardito y se dio la vuelta para que Isabel no le notara el temblor en la voz y sus ojos tristes.—Nos vemos más tarde —dijo sin volverse.Brizna lo vio bajar y se lo señaló a Guzmán, este la tomó de la mano y lo alcanzaron.—Imagino cómo está el viejo hoy… Matando y comiendo del muerto. Su Universo mismo se le sublevó.—¡Pobrecito!!! El cascarrabias Del Hoyo se multiplicó —los tres rieron.—Vámonos Guzmán tenemos que visitar a alguien.Ricardo tomó rumbo al centro del pueblo, sin esperar más nada buscó la dirección de la constructora Nueva Era…Al llegar entre
Cap. 59: LA CALMAMara había sido traída de vuelta a casa hacía una semana, una joven robusta y cachetona es la encargada de hacerle las terapias, y estará con ella en la casa, también tres enfermeras, en turnos, cuidarán de ella. Progresaba cada vez más en su rehabilitación.Mara pidió que la dejaran en una habitación de la planta baja, ya que las habitaciones del servicio estaban detrás de la cocina, así ella estaría más cerca si necesitaba algo.Esa mañana transcurría normal. Los niños fueron llevados al colegio por el chofer y los hombres de seguridad y su niñera.Para Mara todo estaba en calma pero…Ricardo recibió una llamada del colegio de los niños, la directora le pidió que fuese inmediatamente. Dejó a Mara con la enfermera de turno, le dio órdenes de no dejarla sola.—Mamá, voy a revisar unos pendientes, pero estaré de vuelta antes del mediodía.Sofía se preparó para salir, pero antes fue a la saludar a Mara, como hacía todos los días… Entró en la habitación.—Qué bueno q
Cap. 60: UN DIBUJO Ricardo llega al colegio donde están sus niños, la directora le hace pasar.—Señor del Hoyo, siga adelante, por favor y gracias por venir con la premura que se le solicitó.—No se preocupe, son mis hijos y si me llamaron así es que algo grave ha pasado.—Bueno, en realidad, sus hijos son un vivo ejemplo de que han sido bien dirigidos desde muy niños, su capacidad de interactuar con sus compañeros, profesores, personal de la institución y fuera de ella, es realmente impecable. De su rendimiento académico puedo decir que son excelentes…—Con todo eso sobre la mesa, dígame usted… ¿Entonces de que se trata es cita? —Era evidente que no entendía, si todo lo que es necesario estaba bien… Entonces ¿Que lo llevó a estar allí?En ese momento la puerta sonó y la secretaría al oír “adelante” abrió para dejar pasar a los padres de la niña.Ricardo se levantó para saludar.—Buenos días, ¿Cómo estás Manuel? Señora Aldana —se dieron apretón de manos.Después de sentarse la
Cap. 61: BUSCADO Ricardo llega a la mansión Del Hoyo y se encuentra que se han llevado a su mamá de nuevo a la clínica. Va a la cocina. —Blanca, ¿Qué fue lo que ocurrió con mi madre? —¡Ay! Ella amaneció bien cuando llegó el señor Marcos estaba demasiado inquieta, incontenible… —Y las cocineras le están cumpliendo su dieta, ¿no es así? —Sí, las cocineras lo hacen ceñidas a la recomendación médica, ellas están bien instruidas con eso. —Bueno eso me tranquiliza, voy a darme una ducha para irme a la clínica. —Mire, señor Ricardo, la fisioterapeuta lo está esperando, quiere hablar con usted, está en el jardín trasero. Ricardo frunció el ceño —: Debe ser para irse a su casa, ya que Mara no está. Gracias, Blanca. —Buenas tardes —saludó a la joven, que con vocecita chillona le contestó. —Buenas tardes, lo estaba esperando. —Dígame para que soy bueno. —Es que yo quiero irme a la clínica, ya que la señora Mara va a estar es allá, el Dr. me dijo que siguiera haciéndoselas allá por
Cap. 62: CAPTURA La enfermera de Mara entra en la habitación, estaba consultando con el médico sobre el tratamiento… Se acerca a ella.—¡Mara! ¿Cómo te sientes? Mira, estás despertando, el doctor dice… —Mara le abre los ojos y vuelve la mirada a su hija que esta cabizbaja con los ojos cerrados, la enfermera entiende su mirada —… Que hay que mantenerte dormida, porque tienes que descansar mucho para recuperarte.Ella le aprieta la mano a la enfermera y entonces la misma asiente.Sale y vuelve sus ojos a Eneida que sigue como dormida… La enfermera sale, pero deja la puerta abierta… Se queda en el pasillo observando adentro y ve como lanzan la puerta y se cierra totalmente.Enseguida se acerca y al tomar la manilla está cerrada con seguro, la toca con fuerzas e insistentemente.Eneida le abre.—¿Qué sucede? —le dice pestañando con insistencia, como si despertara en ese momento.—Disculpe, creo que la brisa me cerró la puerta y me preocupé, es que ella no puede estar sola.—No está so
Cap. 63: INGREDIENTESEn la mansión, previo a la captura.Ricardo iba al segundo piso cuando la fisioterapeuta se le cruzó y lo detuvo:—Mire, señor Ricardo, me voy a la clínica. El doctor me llamó para que continúe con las terapias allá para que la paciente siga en progreso como va.—Está bien…—siguió por el pasillo, pero le oyó el crujir de galletas al masticarlas y se inquietó llamándola de inmediato—. Señorita, por favor…—¡Sí! —al volverse tenía la galleta en la mano.—¿Usted trae galletas a la terapia? —Clara respondió de inmediato:—¡No! ¡¿Cómo cree?! Esas me las acaba de dar Blanca, en la cocina…—¡Ah! Ojo, porque yo se los advertí, Mara no puede verte comiendo esas galletas porque son su debilidad y te convencerá y terminarás dándole aunque sea un pellizco y eso es un veneno para ella.—No hace falta que me lo diga, eso lo sé muy bien… Y sería incapaz de mostrarme ante ella comiéndolas, no se preocupe.—Ricardo se devolvió a la cocina.—Blanca, hace tiempo le prohibí hacer
Cap. 64: RAMO... Don Marcos subió a su auto, Eneida estaba pálida y ni hablaba, sólo sollozaba al lado de su padre. Don Marcos tenía un profundo dolor en su corazón.Recordó cuando decidió adoptar a Eneida, su padre era jefe de obras en la Constructora Del Hoyo y viajaba junto a ella y su esposa a revisar una obra en Barcelona, una tormenta caí profusamente y los frenos del auto no le respondieron yéndose contra una defensa alta en la vía, la única que sobrevivió fue ella porque estaba en la parte trasera del auto. Tenía 12 años y don Marcos se sintió culpable porque fue él quien envió a su papá a revisar esa obra a pesar del mal tiempo.Llegaron a la casa y don Marcos aún no le dijo nada, su boca apretada en horizontal.Al bajarse del auto, caminó cabizbajo.—Mire, preparé su equipaje que mañana temprano partimos a Londres… Yo mismo la llevaré.Eneida corrió, poniéndosele al frente de rodillas:—¡No papá! ¡NO, POR FAVOR! No me quiero ir a Londres y a ese internado menos… No me hagas